Varios problemas y un Conner.

2.

otro mes había pasado en total y ya eran cinco meses lo que joseph luthor tenía, para él las cosas avanzaban lento pues mes con mes  le decían lo mismo, al parecer el crecimiento es normal, solo que a veces el corazón del bebé se escucha muy acelerado por lo que le pusieron unas máquinas a Alexander para poder monitoriar los latidos del bebé.

— ¡Mercy!. — grito Alexander con una almohada en la cabeza. — ¡dos semanas sin poder dormir!, ¡Dos semanas!. — grito desesperado pues desde que le pusieron las máquinas el ruido no lo dejaba solo ni con sus pensamientos, solo estaba de más mal humor del que siempre tiene, comía menos y ahora estaba al borde de todo.

Al entrar la mujer por la puerta tallando sus ojos pues era media noche la mujer dormía temprano para despertar temprano y que todo para Luthor estuviera en orden. — ¿Sucede algo?. — pregunto la mujer cansada.

— Si. Quiero que pagues está cosa. — dijo entre dientes. — ¡quiero dormir y no puedo!— oh no, si Mercy no desconectaba el aparato Luthor haría su berrinche.

— ¿Y que pasara con el bebé?. — pregunto le mujer acercándose a la máquina.

— él estará bien, solo... Desconecta ésto, necesito dormir mañana tengo junta con los socios y si no estoy con la mente tranquila me harán pedazos. — al desconectarse el hombre suspiro de alivio, se acostó de nuevo y suspiro una vez más para cerrar sus ojos y poder dormir, por fin después de dos semanas sin descansar.

Por otro lado Clark sentía celos de las personas comunes, esas personas dormían tranquilas pero él, si había un insecto en su habitación era una pesadilla para Clark, si una mosca pasaba cerca de su oído era como si le tocarán las campanas de la iglesia cerca de la cabeza y ahora no había insectos, ni goteras incluso la lluvia lo mantenía despierto hasta que acabara de llover, pero lo que ahora lo mantenía despierto era ese sonido, ese molesto sonido que parecía querer volverlo loco era el corazón del hijo de Alexander, ese sonido lo escuchaba como si tuviera un insecto en el oído.

— por favor... Quiero dormir. — dijo Clark con unas ojeras marcadas el también quería dormir y desde hace dos semanas el tampoco pudo.

El golpeteo se hizo más intenso ahora parecía que era un golpe con un maso era tan fuerte que Clark puso su almohada en la cabeza pero no funcionó, puso música hasta recibir quejas de los vecinos, ahora estaba sentado en una esquina esperando a que se detuviera Clark hizo lo más sensato hablo a la nada.

— Escucha, ¡Guarda silencio ya!. — el golpeteo se detuvo para después seguir. — entonces entiendes. — dijo asombrado. —  Escucha, para ya, quiero dormir necesito Descansar si no descanso no puedo trabajar y si no trabajo... — que inventaría ahora. — no podré hacer tiempo para ir a ver a tu madre. — el golpeteo se hizo más suave. — si eso quieres déjame dormir y dejare libre un espacio en mi trabajo para poder ir a ver a tu madre, a Lex  e incluso desayunare con ustedes. — Clark contaba con que eso lo calmaría después de todo no entendía por qué hablaba con un feto pero funciono y Clark sonrió para recostarse. "Ja, suerte con que sepa que son días."

Esa noche Clark durmió como nunca. Pero El plazo de la promesa de Clark llegó a su fin al segundo día Clark estaba desayunando con Lois en una cafetería cerca del trabajo para ellos todo normal hasta que Clark volvió a escuchar ese molesto ruido en sus oídos.

En el trabajo, en el baño, no lo dejaba en paz incluso una vez intento hacerlo con Lois, intento complacerla pero el simple echo de saber que escuchaba el corazón de su hijo le daba remordimiento, Lois salió molesta del departamento, ¿Pero que podía hacer él.

Clark no soporto más, ya llevaba cinco días y no podía dormir, no soportaría más, al sexto día Clark estaba parado en la puerta de Alexander.