Capítulo 9: Un beso de... ¿Despedida?

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NARRA SKYLYYN (@polimeritade)

-¡Uuooo! ¡Las luceeees brillaaan muuchoo! ¡Cuántos coloreees! ¡Todo da vueeeltaaas! ¡Eeeeesto es muuuy divertiiidooo!- Lena está como una cuba en este instante. No sé que hacer, ni como comportarme. Suelo ser yo la que ahoga sus penas en alcohol... Decido que actuaré como una buena amiga. Me giro para verla de cara pero está tirada en el suelo retorciéndose de la risa. La levanto, es prácticamente loco lo poco pesada que es. La llevo a la barra, medio arrastrándola.

-Eh, toma-. Connor nos ha seguido hasta aquí. No me había dado cuenta... Acepto la botella de agua, sellada. Como me conoce, nunca me fio de nada en una discoteca.

-Lena- le llamo. Ella está en su mundo. -¡Lena!- no me hace caso. Me situo enfrente y le doy un golpecito con los dedos en la frente. No reacciona. Le doy unos golpes en la mejilla. Me observa. -¡Por fin! Ale, bebe-. Saco una pastilla para el dolor de cabeza de mi bolso y se lo tiendo. -Tómatelo, hará que mañana no tengas tanta resaca y que el alcohol no te afecte tanto.

De repente, veo al grupo del hermano de Lena, que aún no se como se llama, y me acerco. Connor se queda con Lena para que no se caiga del taburete y se haga daño.

-Tú, el sin-nombre. ¿Podrías ayudar a tu hermana, sabes?

-¿Y qué gano yo con eso?

-Tiene razón, deberíamos ayudarla- dice su amigo castaño, y me sorprendo. El rubio, hermano de Lena, rueda los ojos hacia su amigo, pero este, se gira y va hacia Lena y Connor. Le dice algo a Connor, supongo que pensará que es un pervertido que está intentando ligar con Lena, pero Connor me señala y dice algo.

-Cariño, arregla lo de tu hermana, anda. Ya volvéis luego, os espero por aquí-. A regañadientes, el chico obedece y vamos hacia Connor y los demás.

-Sebastian- me susurra mientras se acerca a mi oreja. Tres segundos antes de llegar, entre la gente y el sudor, vemos como Erik coge a Lena en brazos y se la lleva fuera del local. Connor me mira sin saber que hacer y le señalo con la cabeza la puerta. Seguida por Sebastian y por Connor salimos. Lena está en el regazo de Erik, como sí estuviese durmiendo, y nos acercamos.

-Shh, se ha quedado frita. He llamado a la central de taxis y ya viene uno. Yo me voy con ella. ¿Sky, puedes decirme el número de vuestra habitación?

-Erik, yo voy con ella. Total...- me quedo unos segundos pensando, creo que Lena siente algo por él. No sé que hacer. ¿Le dejo con él, aunque esté como una cuba? ¿O voy para asegurarme de que no le pasa nada?

-Yo también voy, no quiero quedarme aquí más tiempo-. Sebastian mira asqueado a Connor, que no sabe que hacer.

-¿Y tu novia?- le digo desafiante. Él sonríe.

-No tendrá problemas para encontrar el camino de vuelta.

-Pues yo también me voy, entonces.

-Cielo- dice Connor en doble sentido, por mi nombre. -Yo te llevaré, pero necesito hablar contigo-. Sebastian está mirándole mal.

-De acuerdo-. Veo como llega el taxi, que rapidez. -Después os veo, cuidadla, por favor...

{..}

Nos quedamos mirando como el taxi se va. Connor rompe el silencio sacando un cigarro de un paquete anteriormente precintado.

-Creí que lo habías dejado cuando empezamos. Solo llevabas dos meses fumando, se te hizo fácil.

-Sky, ahora que no te tengo, necesito algo para hacer mis días más cortos-. Otra vez silencio incómodo.

-Te recuerdo que fuiste tú el que cortaste. Te dije que podíamos mantener una relación a distancia-. Nos apoyamos en el muro de la discoteca.

-Pero sabes que no verte es para mí un sacrilegio, no lo hubiese podido aguantar, el saber que teniamos algo y no poder disfrutar de tus ojos y tu pelo cada vez que te viera por la videollamada.

-Connor... No puedo hacer nada.

-Sí que puedes. Dejaré el tabaco. Volvamos, Sky. No aguanto estar sin tí.

-No Connor. No nos hacemos nada bueno el uno al otro. Sería muy difícil. Ahora lo entiendo, ahora lo sé-. Tiemblo un poco, hace algo de frío. Los ojos de Connor se llenan de algo parecido a la tristeza-. Toma, vamos a la moto. Me indicas por donde tengo que ir...-. Me pone su chaqueta en los hombros y me los rodea con su brazo. Por un momento siento como si todo estubiera bien, como si todo hubiese vuelto al pasado. Y le miro, y me mira. Y me pierdo en sus ojos, como solía hacer. Dorados, de un dorado miel casi imposible, con finos trazos de verde, que en la oscuridad de la noche, solamente alumbrados por las farolas, eran más verdes que dorados. Me los sabía de memoria, pero quería recordarlos por siempre. Y me besa, y yo le dejo que me bese, aunque siento que es un triste beso de despedida.

¿Juras ser mi amiga?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora