NARRA LENA (MyLastSecond)
Mientras Adrien se va andando tranquilamente con ambas manos metidas en los bolsillos, yo miro dentro de los míos para buscar un pañuelo porque me estoy resfriando y empiezo a moquear un poco. Aunque lo que encuentro no es el pañuelo que necesito, es una cosa aún mejor: ¡la llave que me dio Sebastian de su piso!
Aún recuerdo aquella vez que encontré un sobre en mi cama del internado con una llave dentro y una breve nota que decía lo siguiente: "Con la herencia de Joseph he comprado un piso en la ciudad. Estas son la dirección y la llave." La verdad es que estuve una semana dándole mil vueltas a eso en la cabeza, porque conociéndolo habían muchas posibilidades de que fuera una broma de mal gusto... Dos semanas después de recibir el sobre, reuní ánimos suficientes para ir a la dirección escrita en la nota. Mi sorpresa fue gigante al llegar allí y ver que no era ninguna trampa, sino que era un piso moderno y un poco desordenado con fotos de mi hermano y Erik. Ah, y no nos olvidemos de los típicos pósters de coches de Sebas... Perdón, Sebastian.
Estuve un rato echando un vistazo por todo el piso y cuando empezó a anochecer cogí un taxi hasta el internado, ya que a esas horas la ciudad empezaba a llenarse de la gente del St. Paul.Así que cuando encuentro la llave es como si una bombilla se encendiera en mi cabeza y empiezo a correr lo más rápido que puedo hasta Adrien.
-Sé que es muy tarde y que probablemente te habrás cansado de mí pero... ¿podrías acercarme a la otra punta de la ciudad?
-¿Cómo podría decir que no a una muchacha tan bonita?- susurra mientras una sonrisa pícara toma forma en sus labios- y por supuesto que puedo acercarte, pero antes tenemos que pasar por mi piso.
-No hay problema- respondo mientras retomamos la marcha en un silencio cómodo.
-¿Vives muy lejos?- pregunto cuando llevamos 5 minutos andando.
-No, mi casa está al girar esta esquina.
Cuando llegamos Adrien abre la puerta para que yo pueda pasar y cuando él ya ha entrado subimos por las escaleras hasta el segundo piso, donde se ha quedado encerrado su amigo.
-¡Connor, ya estoy aquí!- dice en voz alta el castaño para que su compañero pueda oirle.
-Creía que no llegarías nunca, capul**- responde una voz amortiguada desde dentro del ascensor.
-¿Has llamado ya a Ben?
-¡Pues claro! ¡Ese viejo conserje duerme como si estuviera en coma, maldita sea!- grita el emcerrado.
-Bueno, voy a intentar abrir yo las puertas, apártate.
Entonces Adrien se posiciona con las piernas abiertas y empuja las puertas hacia los lados. Estas ceden un poco pero no lo suficiente, así que Adrien me pide que le ayude.
-Oye, ¿tenías una cita y no me lo has contado?- pregunta el chico encerrado, quien acabo de descubrir que se llama Connor.
-Oh, cállate o vas a tener que esperar a que Ben se despierte para salir de ahí- le increpa Adrien entrecortadamente mientras intentamos abrir las puertas.
Después de dos intentos conseguimos abrir lo suficiente como para poder meter el pie en la rendija y así conseguimos abrirla del todo.
Cuando nos estamos apartando Connor se abalanza sobre nosotros y nos abraza.-Connor, no quiero ser descortés pero me estoy quedando sin aire...- murmuro avergonzada y al segundo nos suelta.
-Oye, tu eres la amiga de Sky que se emborrachó, ¿verdad?- pregunta el chico y yo me encojo de hombros acercándome hacia Adrien.
-Yo no me había bebido nunca, pero ayer sucedió algo y no sé como disculparme, de verdad que...- empiezo a hablar rápidamente intentando escusarme y evito la mirada de los dos mientras me miro las manos.
-No tienes que justificarte preciosa, todos hemos pasado por situaciones desagradables- me frena Adrien y sonríe cálidamente.
-Lo sé, pero no quiero que tengas esa imagen mía... Connor- llamo la atención del otro muchacho- ya que conoces a Skylynn, ¿podrías llamarla para decirle que hoy me quedaré a dormir en la ciudad?
-Te debo una, ¿recuerdas? Aunque no sé cómo se lo tomará al ver mi número...- coge el teléfono, marca y me lo pasa. Empiezo a andar de un lado al otro del pasillo mientras espero a que la pelirroja coja la llamada de una maldita vez y cuando voy a colgar oigo un débil "¿Sí?" del otro lado de la línea.
-Sky, soy Lena. Llamaba para avisar que...- empiezo pero ella no me deja continuar.
-¡LENA! Me tenías muy preocupada, me sentía culpable por no haber estado a tu lado anoche y encima...
-No pasa nada, está todo olvidado. Pero esta noche me quedo a dormir en la ciudad en el piso de Sebastian- la corto porque la conozco y sé que no se callaría en diez minutos.
-¡Estoy en el piso con Sebas! ¿LO OYES, SEBAS? LENA VIENE DE CAMINO AQUÍ, TENÍAS RAZÓN. LLAMA A ERIK PARA AVISARLE- grita dejándome sorda.
-Oh...- suspiro y en ese momento me quedo en blanco y todos mis planes se deshacen en un milisegundo. ¿Estaban los tres buscándome por la ciudad? Podían ganarse un buen castigo si les pillaban, igual que yo. Adrien al verme alicaída toma el teléfono de su compañero y habla con la persona que está al otro lado de la línea.
-¿Sigues queriendo ir al piso? Podemos hacerte un hueco aquí esta noche.
En este momento tan solo puedo encogerme de hombros y mirarlo confundida. ¿De verdad estaban preocupados por mí? Cuándo eramos pequeños estabamos muy unidos, pero los años pasaron rápidamente y con la muerte de mi abuelo Sebastian y yo nos diatanciamos, y con él también lo hizo Erik.
Pero después de todos estos años aguantando bromas pesadas y situaciones vergonzosas creí que no se preocuparían por mí. Además debo reconocer que me avergüenzo de mi comportamiento con Erik y Sky, ya que reaccioné como una niña pequeña con un berrinche... En muchos aspectos de mi vida me considero bastante madura porque se podría decir que cuando perdí a mi abuelo también perdí a las pocas personas a las que les importaba. Aún así, en otros casos (como este) sigo siendo un poco infantil y creo que, por mucho que crezca, nunca maduraré del todo. ¿Pero la vida no sería muy aburrida si todos madurásemos rápidamente?Después de este paréntesis mental parece que mi subconsciente ya ha elegido por mi, ya que se han saltado las normas del internado al venir a buscarme así que decido ir con ellos para evitar más problemas.
Le pido el teléfono a Adrien para hablar con Sky y al final quedamos en que ellos vendrán a por mí al piso de los chicos.
Mientras esperamos, Connor me obliga a sentarme en el sofá y él toma sitio a mi lado. ¡Este muchacho habla por los codos! Después de contarme donde trabaja y que estudia me explica su historia con Sky. Cuando termina tengo que mirar al techo, porque soy de lágrima fácil y su mirada al hablar de Sky y el dolor que reflejaba su voz al hablar de su separación consiguen emocionarme como las historias de mis libros. Al verme con los ojos aguados, Adrien va a traerme un pañuelo y mientras seca delicadamente una lágrima que está resvalando por mi mejilla suena el timbre. Connor abre la puerta y lo primero que veo al girarme es a Erik mirándonos a Adrien y a mi con la mandíbula desencajada.
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¿Juras ser mi amiga?
Teen FictionDos chicas, un mismo internado. Skylynn, una chica que no puede callar las verdades y siempre está llena de energía llega a St. Paul. Allí deberá emprender de nuevo su vida estudiantil, pero esta vez lo hará con Lena, una chica reservada y algo susc...