¿Juras ser mi amiga?

Capítulo 1: Internado de pijos odiosos.

NARRA SKYLYNN (@polimeritade)

        Mi nombre es Skylynn, Skylynn O'donell. Y creo que ahora mismo, el mundo entero me odia. ¿El por qué? Muy fácil, me acaban de dejar en un internado, a mi suerte. Mi madre y mi padre tienen que viajar constantemente por su trabajo. Y han pensado que lo mejor es dejarme a mí en un nuevo internado, con nuevos compañeros, nuevas personas. Con nuevos riesgos, nuevos profesores...

        Definitivamente no sé que he hecho para merecer esto, bueno, en realidad si... Ultimamente no estudio demasiado, y he estado a riesgo de suspender dos asignaturas, cosa extraña, ya que siempre he sacado buenas notas. Y por ello, estan enfadados conmigo. Pero bueno, resumiendo, sola ante el peligro. Arrastro la maleta de mala gana sobre la grabilla rojiza del suelo. Entro en la parte que me parece la central,de ladrillos rojos y un gran reloj blanco en la fachada.

        -Emm, perdona.-Le dijo a un chico que veo por allí, tocandole el brazo. Es malditamente alto, y eso que yo no soy muy baja soy mas bien, normal tirando a baja. Él pasa de mí, como si no lo hubiese notado, y yo se que sí lo notó. Corro y me situo delante de él.

        -¡Ehh, tú! ¿De que vas? ¿Tanto te cuesta contestar a una simple pregunta?- él me mira, con una pizca de asombro y una extraña media sonrisa. En lo primero que siempre me he fijado en la gente es en los ojos, y los suyos son... Electrizantes... De un color... Casi artificial,indescriptible. Podria jurar que son morados,de un morado claro, punteado por gris. Me quedo anonadada mirado esos impresionantes ojos.

        -Enana, ¿querias algo?-salgo de mi empanamiento mental y le contesto de mala manera, apoyando mis manos en mis caderas.

        -Sí, imbécil. ¿Dónde esta la recepción aquí?

        -Ehh, ehh,ehh, gnomo, te me relajas. -dice,mientras se agacha y se acerca provocadoramente a mi cara. Esos malditos ojos... No dejan de observarme atentamente, siento que puede ver hasta mi alma. Vuelve a sonreir. Me está poniendo de los nervios, y mientras entrecierra los ojos por la gran sorisa que lleva, levanta un brazo y señala hacia la derecha.-Allí, enanita.

        -Gracias.-Le digo amargamente,y mientro contoneo las caderas hacia allí, y se que me observa, le saco el dedo medio, sin girarme.

        Cuando llego allí,una mujer muy maja, me indica el numero de habitación en la cual tengo que dormir, me da un horario y me explica que las habitaciones de los chicos estan en la primera y la seguna planta y las de las chicas en la tercera y la cuarta de el otro edificio. Me explica como están organizadas las clases. Donde estan las taquillas y por ultimo me da las llaves y me dice que hay ascensor para un mejor acceso a las habitaciones.

        Es por la tarde, y las clases son hasta las tres. Por ello, me dirijo hacia el otro edificio para subir a la habitación, después de medio perderme entre los largos pasillos de la cuarta planta la encuentro. Y cuando entro...