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El escenario del jardín, era simple y ala ves hermoso, con un clima cálido, unas hermosas flores en las sombras y un chico sentado un un escalón de madera debajo del pilar, era medio día y el sol no estaba tan fuerte es ese momento.

Estaba leyendo un libro, un libro que le pertenecía a su madre, de echo estaba en la casa de su madre.

Ese niño tenia unos ojos esmeraldas apagados y misteriosos, con una coloración castaña en su pelo, pero, a plena vista parecía negro y piel mas o menos morena. 

Mientras leía su libro, su vista se distrajo un momento viendo a la nada. 

Hasta que visualizo una familia de pajaritos viviendo en el árbol al frente de su casa, en el nido de ramas y hojas que lo hacían mas cómodo.

Parecían, una, ¿Familia Feliz?...

El chico pelinegro bajo la mirada triste.

Se sentía vacío al ver la escena, aunque el no sabia porque, ¿Por qué sentía como si le faltara al-?

-ORION!!!-

-!!!-

El pelinegro al escuchar ese grito proveniente de la sala, dejo su libro a un lado y fue corriendo al origen del grito que lo había puesto la piel de, gallina.


-¿Pasa algo?- Pausa -Mama..- Su boca se ponía amarga cada ves que decía esa palabra, tan simple como sonaba, solo que no lo decía ha menudo. 

Una mujer lo veía desde la sala junto a la mesa y entre brazos cruzados, una señora con ojos verdes esmeraldas brillantes, casi parecido al del niño, tenia un cabello blanco,  piel clara pálida

y una actitud seria, es eso si coincidía con su hijo.

-Esta la comida lista, ven a comer-

Orón suspiro aliviado, creería que había sucedido algo, peor, como ladrones, o que la casa se incendie, pero, porque una cena con su madre.

Hubiese preferido los ladrones, pero ya que.

-Puedo traer el libro que deje en el patio, primero?- Pregunto señalando con el dedo pulgar arriba del hombro, el lugar nombrado.

-Nunca entendí como uno puede leer muestras come- Miro al niño -Mientras que sea rápido-.

El pelinegro asintió y  se fue caminando a paso rápido hacia afuera, mientras que la contraría prosiguió a sentarse en su mesa.



                           ...


Orión se sentó de mala gana en la mesa, con un plato de comida.

-Buen provecho Orión- Ya había iniciado sin el en la mesa, parecía que tomaba su tiempo en ir y venir por el libro, y eso que la puerta del patio estaba pasando el corredor no tan largo.

El pelinegro miro a su madre, asintió y bajo la mirada a sus piernas con algo en las manos.

Tenia el libro que había dejad en el jardín debajo de la mesa sin marcador para seguir la lectura, y como el libro tenia mas de 300 paginas, trato todo el rato a encontrar la tediosa pagina que había dejado tontamente sin marcador.

Lo cual fue su problema si quería seguir leyendo, podía agarrar cualquier otro libro si quería, su casa contaba con un estante inmenso de libros, pero ese era diferente, trataba de su tema favorito: Los hombres Lobo, Historias del Pasado.









                           ...





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bye

Recuerdos BorradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora