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- Ya sabes, ¿el chico que nos mandaste a buscar? con la larga descripción que nos diste de el. ¿No se te vuelve a la memoria? -Arremedio uno de los dos  moviendo las manos como un reloj alterado.

- ¿Pero que están diciendo?... Nunca los avía visto. ¿Y que amigo?, si no tengo ninguno -Planteo histérico el brujo. ¿Y si eran secuestradores? sabia que raptaban a los niños que eran brujos. Pero, esto es ridículo.

- Tu amigo... ¿Recuerdas? pelo blanco, ojos celestes y ¡seguramente de tu altura! -Alzo la mano a una altura razonable el peli-rubio.

- No conozco a nadie así -Negó con la mirada comenzando a alejarse caminando a la casa sin detenerse.

- ¿Adonde vas? -pregunto revuelto.

- A llamar a mi madre, para decirle que hay gente rara merodeando nuestra casa.

- Que esa mujer no te avía traído a la fuerza? -Levanto la palma de la mano hacia arriba de forma de pregunta y un tono de voz confundido.

- ¿Qué les hace creer tal tontearía? nadie me trajo a la fuerza, yo vivo aquí. Con mi madre -Conto con molestia en la voz, como si se obligara a decirlo. y aunque no le gustaba, ya esperaba que le dejaran en paz.

- ¿No te suele golpear o agredir en ocasiones la mujer que llamas "madre"? Orión -Pregunto el pelinegro llamando su atención.

Al instante Orión detuvo su andar pero sin dar la espalda, ante la pregunta que le hicieron- Ustedes como lo...?¿Como saben mi nombre? -Pregunto tranquilo intentando tranquilizar los nervios.

Los dos hombresperro tuvieron que saltar la pared para conversar. porque el brujo se había alejado y no se veía que tuviera intenciones de volver a acercarse a ellos.

- ¿Tu no nos recuerdas? -Se marco a el y a su compañero llendo y viniendo con el dedo.

- No -Negó con la cabeza volteándose, manteniendo su distancia.

Los dos se miraron y luego volvieron a mirar a Orión.

- Estuvimos hablando contigo ase un mes -Mas o menos se dirían entre si- De verdad, ¿tu no nos recuerdas? -Daba pequeños espacios de tiempo en cada palabra.

Esto se estaba volviendo cada ves mas raro.

- Nosotros somos amigos de Akis... Tu padre, desde que éramos niños, viviendo en las calles  -Sonrió nostálgico con la voz calmada pero ala vez algo triste.

El niño se quedo callado y como ya podían adivinar que era bastante desconfiado, el pelirrubio le hizo una seña con el hombro al pelinegro. Saco del bolsillo de su chaqueta una foto vieja extendiéndola a Orión para incitarlo a tomarla, lo cual lo hizo y miro la foto breve y confundido- ¿Qué es esto? - Volteo la foto para que pudieran verla y responderle.

- Supuse que querrías una prueba de lo que decimos es verdad ¿o acaso no reconoces a tu propio padre?.

Miro la foto detenidamente para darse cuenta que era casi idéntico al chico de la foto- ...Aunque me resulte un tanto raro que anden por hay con esto en el bolsillo -Respiro profundo para dignarse a preguntar- ¿Saben... donde... esta, mi papa? -Con un tono calmado.

Negó lentamente con la cabeza- No sabemos. Pero tal vez, el esta...-Miro a su acompañante- El esta muerto.

Al escucharlos, el aire que retuvo al enterarse salió como un suspiro, dándole otro vistazo mas a la foto y volviéndolos a ver la cara- ¿De verdad esta muerto?.

- Desearía que fuera una mentira -Dijo el pelinegro- Vinimos aquí para llevarte con tu padre. Sin embargo nos contaste que el estaba muerto y que no te irías de esta casa asta que te reencontraras con tu amigo que estaba cautivo por tu madre -Explico.

Recuerdos BorradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora