Cap 26

194 25 0
                                    

__

Si el aire no desapareció de mis pulmones en ese momento es porque me obligué a aguantar la respiración. Tener algo importante que hablar significa que realmente hay un problema, pero hasta hace no tanto no había problema alguno, o, por lo menos, no lo había notado.

―Lo que necesites― dije, aparentando tranquilidad aunque eso fuera exactamente lo que me faltaba. Esperaba que no fuera algo realmente importante o alarmante.

―Sé que dije que no me molestaba el hecho de que no quisieras que nadie supiera de lo que sea que tengamos...― me encantaría mentir, pero casi cualquier cosa habría sido mejor que esto, habíamos empezado realmente mal―. Creo que es lo que realmente creía en ese momento, porque me da realmente igual que la gente que no conozco lo sepa; pero es diferente cuando sé que lo ocultás como si fuera un tipo de salvación―. No lo estaba diciendo, pero en su mirada y leyendo entre líneas claramente notaba que lo que me estaba diciendo es que le dolía porque sentía que me avergonzaba de lo nuestro.

Amagué a pronunciar palabra, sabiendo que lo más probable es que me enterrara sola en un malentendido incluso mayor, pero las palabras fueron ahogadas mucho antes de que incluso pudieran intentar respirar.

Sentía un nudo en la garganta que amenazaba con generarme un llanto descontrolado. Me estaba ayudando solamente a darme cuenta de que lo que estaba logrando era lastimarnos a ambas en el capricho de que todo siguiera como era más conveniente para mí, oculto.

Bajé la vista, su mirada sobre mí solamente me presionaba a decirle que no había sido mi intención hacerla sentir de ese modo, cosa que claramente era cierta, pero el saber que la única manera de cambiar su sentir era cavar mi propia tumba, sabía que, por el momento, no era una opción. Pronunciar aquella promesa solo me llevaría a romperla y no quería ilusionarla con algo que sabía me sería imposible cumplir.

Dami entrelazó los dedos de una de sus manos con la mía, intentando demostrarme que aún podía ser la luchadora de las dos. 

Ese simple, lento y delicado tacto hizo que una de las lágrimas que contenía con fervor rodara por mi mejilla; logrando así que algunas de sus compañeras se sintieran permitidas a seguir su ejemplo.

Levanté mi vista y volví a sentir su mirada directamente en mis ojos, como si nunca la hubiera desviado, y a su mano libre rozar el húmedo camino que se había dejado.

Borrándolo por completo.

―No quiero presionarte a nada, mucho menos a tomar una decisión de la que no estés segura, pero no puedo soportar que actúes como si no te importara alrededor del resto. No puedo porque a mí me importás tanto que cuando te tengo cerca mis ojos no pueden evitar iluminarse. __, solo te pido que no me rompas.

Ante sus palabras mi corazón se saltó un latido y se comprimió hasta hacerme dudar de la funcionalidad del mismo.

No solo la estaba haciendo sentir como si me avergonzara de lo que teníamos, sino que también la había hecho estar segura de que lo que fuera que estaba pasando era su culpa e iba a tener sus represalias.

―Linda―, cambié el peso en el que estaba apoyada, generando que estemos extremadamente cerca la una de la otra, haciendo que nuestras miradas se encontraran de una manera increíblemente intensa― jamás, ni siquiera por un segundo, me avergoncé de esto― para dejar más en claro de lo que estaba hablando apreté ligeramente la mano que tenía contacto con la suya― y ni en un millón de años voy a permitirte dudar de eso. Pero, tristemente, conozco a mi familia. Decir que se lo tomarían bien sería no solo "ver el vaso medio lleno", sería alucinar que está rebalsando cuando está completamente vacío.

Baby girl (Dami y tú) {Dreamcatcher} [Soft]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora