Cap 29

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El empleado apoyó mis futuros nuevos discos en el mueble, me dijo el precio exacto y pagué con la tarjeta de mi papá. 

Ser una niña mimada tenía este tipo de beneficios.

Dami seguía sin poder creerlo, casi a punto de matarme pero yo no podía estar más felíz.

―Decime por lo menos por qué necesitás dos copias del mismo álbum...

Pronunció sonando incrédulamente harta pero con una sonrisa plasmada en sus labios.

―Porque cuando se hagan famosas vender esto me va a hacer multimillonaria― Fue mi única respuesta mientras agitaba una de mis nuevas adquisiciones en su cara.

Dió vuelta los ojos soltando una carcajada aireada, me ayudó a guardarlos con la promesa de que veríamos las inclusiones en mi casa.

Volvimos caminando, saludamos a mi madre y a la molesta de mi prima, pasamos a dejar las cuerdas en la sala insonorizada y bajamos nuevamente al comedor para poder abrir cómodamente mis nuevos álbumes.

Me senté en mi silla de siempre y Dami decidió que su lugar sería a mi izquierda.

Abrí despacio el primer álbum con toda la expectativa de que me saliera su photocard, pero aún si no lo hacía con cualquiera sería feliz...

Intenté separarla antes de ver qué miembro era, quería primero ojear las páginas del que sería el comienzo de mi colección de CD's. Todas salían extremadamente bellas y, como si asombrara a alguien, una de ellas con sus visuals me puso más nerviosa de lo normal.

Mi acompañante mientras tanto decidió ver quien me había tocado aleatoriamente pero decidió mantener el suspenso hasta el final.

Al (por fin) darme la pc, pude notar que era Yoohyeon Unnie la impresa en ese pedacito de cartón.

―¡Mirá, con la que mejor me llevo de las cinco!― Su sonrisa desapareció inmediatamente― es mi mejor amiga, por si no lo sabías...

―¿Yo que soy, entonces?― Preguntó indignada.

―Creo que las dos sabemos exactamente qué sos.

Su cara se transformó en un milisegundo. Lo cual era exactamente mi intención.


Dami

Sabía que ese comentario no iba con la inocencia que todo el mundo querría creer que tenía.

Tenía toda la intención de hacerme reaccionar ante sus palabras y lo estaba logrando con mayor facilidad de la que me gustaría admitir.

Le alcancé el último álbum y le susurré al oído:

―A ver si tenés la suerte de que te toque tu futura novia...

Se puso roja y sonrió ante mi comentario.

No tenía planeado dejar que me provocara sin ningún tipo de represalia; no me arrepiento ni un poco de mi revancha, de la cual hasta el momento había salido triunfal.

Apareció Yang Mi, sentándose al lado mío y pronunciando unas palabras que no me pegarían del todo bien y huyendo nuevamente.

"Ese chico, Min creo que dijiste que se llamaba, está haciendo buena letra. Me alegro que no estés sola, prima. Tocar el piano a cuatro manos suena como algo romántico ¿No se siente así también?"

Decir que __ la echó inmediatamente de manera políticamente correcta no sería mentir.

―No, no termina de serlo cuando el otro comete mil y un errores―. Hasta fingió una sonrisa brillante hasta que volvimos a ser solo ella y yo en la habitación.

Baby girl (Dami y tú) {Dreamcatcher} [Soft]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora