Cap 3

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Dami

Cuando __ se fue de la fiesta, tan solo unos minutos antes de que esta terminara, no podía dejar de pensar en ella. Algo me decía que era mutuo.

Tenía una sonrisa tatuada en la cara, mis amigas se dieron cuenta y no tardaron ni un minuto en empezar a hacer preguntas.

―¿Tan bien te fue?― Preguntó Sua en cuanto me vio. Me pareció innecesario responder, ella ya sabía la respuesta.

―En solo unas horas logró lo que no pude en meses. Felicidades, un buen avance.― Al escuchar esa palabra "felicidades" la sonrisa en mi rostro se ensanchó, si es que eso es posible.

―Ella usó esa misma palabra felicitándome porque Sua era mi novia...―Al decirlo en voz alta me sonrojé y Sua empezó a reír.

―Así que estaba celosa, era bastante obvio.― Dijo Sua, sabiendo que nunca nada pasaría entre nosotras.

―Dijo que no tenía porqué estarlo, quiero hacer que eso cambie.

―Nunca te vi tan segura con algo, me alegra pero ¿Estás segura que ella va a sentir lo mismo?― Volví a caer en la realidad y la sonrisa en mi cara volvió a borrarse.

―No, dijo que es hetero, sinceramente no sé si creerle.

―Te digo yo que no le creo, lo que vi en sus ojos eran celos reales― Volvió a hablar Sua mientras que Jiu prendía el motor del auto.

―Concuerdo con Sua, no creo que sea hetero, vi como te miró cuando te acercaste. No es hetero, bi, tal vez. ―Jiu parecía realmente segura pero había algo que no me cerraba con lo que estaba diciendo. Algo que significaría que el comportamiento de __ cambió mucho.

―No creo que me haya mentido, no es algo que ella haga, al menos no mientras éramos amigas. ―__ desde que tengo memoria odia las mentiras, y no es que no las dijera nunca, sino que eran poco comunes y, absolutamente, blancas.

Recuerdo perfectamente la primera vez que mintió enfrente mío. Estaba tratando de encubrirme y librarme de un castigo de mis padres. Ninguno le creyó, era muy pequeña y no sabía mentir. En ese momento ella tenía seis y yo ocho. No voy a olvidar que me sentía supremamente especial, ya que ella no mentía por nadie, tampoco por ella misma.

―Puede ser que ni ella sepa lo que siente. Es posible que seas la primera mujer que le gusta, no olvides que no todos son tan abiertos con su sexualidad como vos.

Eso quedó dando vueltas en mi mente. ¿Sería posible ser la primera mujer que le gusta? Digo, ella fue la primera hace muchos años, pero ¿es posible que yo siga siendo la primera ya habiendo llegado a la adolescencia? No quería aceptarlo pero de ser así mi ego sería el más inflado del mundo, aparte de gustarle sería la primera habiendo tenido años para cambiarlo. Podría ser por quien descubra quien es en su totalidad.

Pensé en eso durante todo el viaje, al llegar a la casa de la familia de Sua, la dueña y yo bajamos del auto y Jiu siguió su camino. Ella debía volver a su casa mientras que yo me quedaría a dormir en la de la primera nombrada. Estábamos hace unos días disfrutando de la compañía de nuestras familias ya que tendíamos un comeback en unas semanas.

Me dormí con una sonrisa en la cara. Si había algo que tenía claro es que el lunes haría cualquier cosa para verla. Incluso despertarme antes.

__

Ya era lunes y no tenía ni la más mínima esperanza de ver a Dami, lo cual, de algún modo, hizo que mi día no empezara del mismo modo. Ese día no tenía excusa para quedarme hasta más tarde así que no podía cruzarmela "casualmente" por los pasillos del colegio.

Pero el destino, mejor llamado Dami, me tenía una sorpresa. Ella estaba esperando fuera del colegio a la hora de salida con la sonrisa más hermosa del mundo dibujada en su cara.

― ¿Por qué esa sonrisa? ―Pregunté acercándome a la persona que me había generado en un segundo una felicidad que nunca antes había sentido.

―¿Ver tu cara es respuesta suficiente? ― Reí, no podía no hacerlo. Parecía que esa chica no tenía límites pero a mí no me molestaba. Era como volver a tener esa amistad que había dado por perdida desde hace unos cuantos años.

Salimos a caminar a una plaza cercana al establecimiento, teníamos una hora antes de la entrada de Dami. Deseaba que esa hora fuera eterna.

Ella no lo pensó demasiado antes de agarrarme la mano mientras caminábamos por el pasto de ese lugar.

―Ya que podemos decir que volvimos a ser amigas... ¿Podríamos tener apodos? Me parece muy usual llamarte "Unnie".

―¿Podemos reutilizar los que ya tenemos, Baby Girl? ―Una sonrisa se dibujó en mi rostro, no lo había olvidado. Se acordaba de esos momentos.

―Creo que es hora de que Prince Dami acepte que no soy un bebé.

Dami

Definitivamente no era un bebé, el cuerpo que tenía revelaba que hacía ya bastante había dejado de lado esa fase. Pero nunca dejaría de ser mi bebé.

―Nunca vas a dejar de serlo para mí, por más que pase mucho tiempo nunca voy a olvidar a la mini __ que mintió para que mis padres no se enojen por haber roto un vaso a los ocho años.

__ rió y yo estaba sumamente embobada con esa risa y completamente feliz. ¿Se podía pedir más?

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La confianza volvió ¿Volverá algo más?

De una kpoper para otr

Baby girl (Dami y tú) {Dreamcatcher} [Soft]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora