Mi vida de joven semi independiente iba de lo más normal, clases casi todo el día, estudiar, comer, asearme y dormir o eso era hasta que llegó Calderón y encontró la forma de corromperme, no me sorprende en realidad.
—¡Vamos!— Azotó sus manos sobre mi escritorio y casi gritó en mi oído, me tomé el puente de la nariz con frustración me quite los lentes y los arrojé.
—Por milésima vez Calderón, no quiero ir. Tengo mucho que estudiar, es más, tú mismo deberías de estar haciendo exactamente lo mismo.— Le dije señalando su intacto escritorio.
—¡Ay hombre! ¡Relájese un poco! ¿Que va a suceder por ir a una sola fiesta? — Su mirada de determinación me asustaba.
Terminé entrando en un departamento bastante amplio con música estridente reventando mis oídos, sentía las palpitaciones en mi pecho, por suerte me daría un ataque al corazón fulminante o no.
Había muchas mujeres y hombres bailando en la pista, miré mi atuendo y me sentí tan estúpido, me veía tan tonto con un conjunto que se veía tan formal, si bien Calderón me avisó que debía ir más 'casual y relajado' no pude, no me siento de ese modo.
Percibí varias miradas a mi ropa y me sentí aún más diminuto entre toda esta gente.
—Calderón ¿Por qué no nos vamos ah? Vea aún tengo mucho que estudiar.— Básicamente grité en su oído.
—¡Acabamos de llegar! — De pronto siguió caminando hacía una chica con gran escote y quedé ahí parado ignorado.
Me senté cerca de una barra en la cocina, había distintos tragos alcohólicos, en básicamente todo el lugar, comencé a pensar y debatirme si debería tomar o evitar un dolor innecesario de cabeza a la mañana siguiente.
Una chica, calculo que de mi edad, se acercó a mí y me miró detenidamente hasta que hablé.
—¿Se te ofrece algo?— Le susurré debido al ruido.
—¿Que edad tienes? ¿30? — Señaló mi conjunto de ropa, maldita sea.
Sonreí sin ganas y la chica se fué con una burla en sus labios, creo que necesito un trago.
Tomé uno de color llamativo y me dirigí al balcón del lugar evadiendo a los jóvenes bailando, miré a Calderón que se integró bastante bien y de inmediato me sentí un poco incómodo al respecto, no debí venir.
Comenzó a oscurecer rápidamente, el vaso en mi mano estaba frío y húmedo, tenía un color ámbar, lo apreté en mis dedos y lo coloqué sobre el barandal del balcón, miré la ciudad. El constante movimiento, gente va y viene, corren de un lado a otro, trabajo, escuela, pareja, hijos, etc, los pasos de la vida, un proceso que estoy destinado a hacer.
De alguna manera estaba dispuesto a hacerlo ¿No era lo que todo mundo hacía? ¿Acaso no era lo que todos los padres esperaban? A veces no sé qué es lo que quieren los míos, tomé el vaso y lo acerque tentativamente a mis labios, olí, era fuerte, pensé en un par de cosas más, Camila y la situación de esta 'familia' y sin pensarlo más, coloqué el líquido en mi boca.
El calor se estableció en mi lengua, se deslizó de manera tortuosa hasta mi estómago y me gustó, la sensación de un dolor, un ardor... por así decirlo y al final el sabor fuerte explotando en mis sentidos, entonces bebí más y más hasta que las luces de la ciudad se encimaban unas con otras.
Mis pensamientos estaban igual de inestables y borrosos o aturdidos.
Mi papá, mi mamá, mi hermana, mi sobrino, los Valencia, la empresa, Bogotá, todo me daba vueltas, todo me dolía, fruncí las cejas ¿Me dolía? Me dolía mucho; los malos pensamientos de que esto, que no era solo una ida a estudiar al extranjero, volvieron, ellos no me querían cerca.No soy lo suficientemente bueno ¿No he demostrado de lo que soy capaz? No he hecho más que enojarme con la situación, metí la mano y saqué una pelota.
Tomé asiento sobre una banca, me desplomé prácticamente... soy su hijo, no me quieren cerca, bebí más y más.
No recuerdo más, desperté en el departamento con un dolor de cabeza extremo y con las 11 am marcando el despertador, había perdido mi primer exámen... ¡Perfecto!
Mario estaba sobre el sofá aún con la ropa puesta, así me que acerque a él y sacudí su ropa.
—Ya levántese, es muy tarde.— Murmuró alguna negación y me senté en el suelo del departamento.
Ni siquiera me había divertido, no había hablado con nadie, no me relajé o distraje con nada, solo bebí por primera vez en una situación amarga y se supone que así de deberían ser las experiencias universitarias.
Necesitaba hablar con Camila pero sabía que con el pequeño estaba bastante ocupada, ella tenía una vida lejos de acá desde hace unos meses, no podía regresarla a mis problemas.
Me di una ducha larga mientras me debatia en ir o no con un nuevo terapeuta.
Me quedé mirando mi reflejo en el espejo de mi habitación, tal vez después tenga tiempo de cambiar mi atuendo, no lo sé.
Salí y vi a Calderón aún tirado sobre el suelo, puse los ojos en blanco y salí del departamento, comencé a caminar hacía el norte de la ciudad hasta encontrar algo o alguien.
Caminé por una hora, tomé un bus y otro más, estaba bastante alejado del área donde teníamos el departamento, pero no me importó, creo que el salir de esta manera eraejor que ir a una fiesta llena de jóvenes borrachos.
La pelota de espuma estaba en el bolsillo derecho de mi abrigo, me sentía mejor sabiendo que estaba ahí. Finalmente lo encontré, era un lugar pequeño pero con buena facha.
El edificio es de tres pisos, ventanas bastante comunes, estaba aparentemente todo impecable, el lugar me.daba confianza pero, por alguna razón que no puedo identificar no podía dar el paso, estaba ahí parado observando y apretando la pelota más de una vez pero sin poder dar el paso.
De pronto me ví regresando, caminando por la acera húmeda de esta gran ciudad, solo necesitaba un respiro eso es todo, la universidad me tiene agobiado.
Cuando regrese a lo que se puede decir es lo más cercano a una casa ahora, eran casi las seis de la tarde, entre y Calderón estaba sobre la barra con una sopa instantánea en sus manos soplando la sopa caliente que caía de su tenedor, lo miré con desaprobación pero bueno, que podía hacer ¿Unirme? Si, tomé el agua caliente y lo vertí en otro empaque.
—¿Dónde estaba? ¿Conoció a alguien, tigre?— Golpeó mi brazo con su codo, pero no dije nada, miraba el vapor de mi sopa escapar por un agujero.— ¿Le pasó algo? ¿Aún tiene guayabo?— Volvió a golpear mi brazo.
—Perdí el exámen Calderón.— Dije son mirarlo.— Le he dicho muchas veces cuán importante es para mí esto, porque me interesa poder prepararme y llegar a Ecomoda.— Dije con tranquilidad.
—Si, lo sé, quiere agradarle a sus viejos, eso es algo imposible Armando, su viejo idólatra a los Valencia.—Rió entre dientes y no aguanté más.
—¡Maldita sea, Calderón!— Lo tomé de la camisa.—¡¿Cree que eso no lo sé?! — Lo solté y caminé hacía la sala.— ¡Es por eso que lo hago! ¡Para demostrarle a mi papá que su hijo es mejor! ¡Para demostrarle que yo puedo hacerlo!— Me miró con asombro en su rostro, solo pude bajar la mirada y entrar a mi habitación.
—Para que me vea a mí...— Susurré para mí mismo.
Hello There 🤍
A pasos lentos, no me quiero apresurar para darle un poco de más historia jsjs.
Espero les agrade jsjs.
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-Me siento solo.
FanfictionUna idea de lo que creo que vivió Armando Mendoza Sáenz. Como los eventos y las personas a su alrededor contribuyeron a qué él cayera en una tristeza que gradualmente se desata con lo que ya sabemos que ocurre en YSBLF, o algo así. Inicio. 2/julio/21