• 𝐍𝐎𝐕𝐄𝐋 𝐋𝐎𝐕𝐄 • [Ranpoe/BSD]

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Ranpo a penas pudo dormir, estuvo toda la noche dando vueltas sobre su cama sin poder pegar el ojo, no tenía muy claro a qué se debía esto pero sabía que si seguía así, en la mañana se arrepentiría, así que como pudo se acomodó abrazando una almohada e intentó conciliar el sueño.

Cuando se despertó agradecía que era Sábado porque si no fuera así, definitivamente no tendría ni las ganas ni las fuerzas de ir a la universidad.

Era medio día cuando por fin decidió levantarse de la cama y comenzar su rutina, no había desayunado nada, así que tenía mucha hambre por lo que decidió ir a prepararse su desayuno. Cuando terminó de comer, prendió la tv y se entretuvo un rato con los diferentes programas hasta que recordó algo.

- El mensaje que le envié a ese chico-  pensó el azabache.

Rápidamente fue a tomar su celular y a revisar si tenía alguna respuesta por parte del desconocido, pero nada, nisiquiera había visto el mensaje.

- Ya pasaron horas y no me responde- Ranpo suspira algo enojado.

- Bien, tampoco es tan importante, si me responde o no, no es mi asunto- obviamente si es importante y mucho, pero su orgullo no le permite aceptarlo, deja su celular sobre la cama y se acuesta.

El celular suena y Ranpo no espera ni un segundo cuando ya lo tiene entre sus manos, lo vuelve a encender y mira el mensaje que llegó. Su sonrisa se esfumó al ver que era uno de Dazai.

Dazai

- Ranpo-kun necesito tu ayuda :")

-De seguro quiere algún consejo sobre qué hacer para que Chuuya lo perdone- suspiró y rodó los ojos.

Cómprale vino o alguna prenda de ropa que sea de su estilo-
Y no olvides disculparte por ser un idiota-

- Oki gracias Ranpo-kun eres el mejor

Lo sé-
Una cosa más , por favor déja que trabaje y no lo molestes, de lo contrario no servirán de nada ni los regalos ni la disculpa-

- Si señor
- El Lunes te compraré todas las porciones de tarta que quieras, solo si funciona

Claro que va a funcionar-

Sonríe sabiendo que de seguro el Lunes estaría comiendo montones y montones de pedazos de tarta y no solo de un sabor si no que podría probar cualquiera que el quisiese, pobre de la billetera de Dazai, seguramente lo va dejar en banca rota.

Al menos sacó algo bueno de responderle al desperdicio de vendajes.

Vuelve a apagar su celular, no tiene ni idea de en qué momento pasó pero se quedó dormido profundamente.