ALOHOMORA {Fred Weasley}

CAPÍTULO TREINTA

{ESPECIAL NAVIDAD}

La navidad se acercaba, todo el mundo corría de un lado a otro, hablando de cómo pasarían sus navidades, dónde y con quién. Solo dos personas evitaban el tema, sabían que las vacaciones de navidad significaba volver a casa y eso a ellos no les gustaba.

-¿Debería preocuparme? Es el segundo año que pasamos aquí y ni siquiera tengo ganas de volver a casa. -Habló uno de ellos.
-Venga, Draco, tienes casi 15 años, es nuestro segundo año en Hogwarts y los años anteriores hemos pasado la navidad aquí, si fuera por mí me quedaría, pero ya sabes que a tu madre le gusta tenernos en casa. -Habló su prima.

Después del cumpleaños de la morena, todo había seguido con normalidad. Abby adoraba estar con sus amigos, pero no era fácil estar con ellos si Draco no ponía de su parte. La chica había intentado integrar a Draco en su grupo de amigos, pero el rubio seguía con sus ideales de sangre pura.

-Al menos no veremos a los pardillos esos de tus amigos.
-Por Merlín, Draco. Te comportas como un crío. Deberías poner de tu parte, ellos intentan poner de la suya.
-Abby, siento decirte que no pienso juntarme con unos traidores de sangre y menos con una sangre sucia como lo es tu amiga. Si mi padre se entera de esto, estoy muerto y lo sabes. -Se quejó el chico.
-Te quedarás solo, Malfoy, tal y como se quedó tu padre. -Habló la chica, para después darle un beso en la mejilla y salir del Gran Comedor.

-¡Abby! ¡Abby espera! -Gritó una voz conocida. La nombrada se giró y miro a la persona que había pronunciado su nombre.
-¡Cedric! -La chica sonrió. -Te vas a casa, ¿cierto?
-Acertaste, mi padre y yo celebraremos la navidad con los Weasley este año. Quería darte algo antes de irme, no es mucho, pero es por navidad. -Habló el moreno, seguidamente le dio una caja de color amarillo y negro, alargada. Ésta abrió la caja dejando ver una pulsera hermosa de plata y bronce, donde colgaba una mofeta.
-Es precioso Cedric, soy una idiota, no tengo nada para ti, lo siento. -Se disculpó la niña.
-En ese caso, tengo una idea. Sé que regalo quiero, y puedes dármelo ahora. -Sonrió.
-Sorpréndeme, querido Diggory. -Habló la muchacha.

Seguidamente los labios del chico se estamparon contra los suyos, de forma cálida. La chica se apartó rápido, pero era tarde, sabía que pasaría después de esto.

-Fred, no es lo que piensas, lo prometo. -Habló la chica intentando acercarse al chico, quien miraba atónito a Abby.
-Piérdete, Abby. No quiero verte más, ¿me oyes? Para mí, es como si hubieras muerto. -Soltó el pelirrojo de forma fría, para después dirigirse a su Sala Común.
-¡Eres idiota, Ced! ¿Cómo se te ocurre hacer tal cosa? -Gritó la morena mientras sus lágrimas empezaban a caer. -Ni te me acerques, te odio Cedric Diggory, te odio.
-Venga Abby, podemos hablarlo. -Habló él.
-Ni se te ocurra, Diggory, no pienso hablar de esto contigo. -Contestó.
-Al menos sigamos siendo amigos, por favor. -Suplicó.
-Nunca. -Dijo ella.
-Vámonos, Abb, no merece la pena. -Habló su amiga.
-Si, Aisha, debo hablar con Fred sobre ello. -Finalizó la nombrada, andando con paso decidido hacia su amiga.

Al día siguiente, el Hogwarts Express se dirigía hacia su punto de origen, donde todos los adultos esperaban a sus niños por navidad.
En un vagón del tren, en la zona de Hufflepuff, cuatro chicas sentadas hablaban tranquilamente.

-¿Sigue sin hablarte? -Preguntó la rubia.
-Ni siquiera quiere acercarse a mí.
-Podemos hablar con él, nosotras estábamos allí, Abb, vimos lo que pasó. -Intento aconsejar su mejor amiga.
-No pasa nada, Aisha, ya he intentado explicarle lo que pasó y no me habla, no puedo hacer nada -Habló la chica intentando mantener la calma.
-¿Y George? ¿Él te pidió explicaciones? -Preguntó Andrea.
-Solo me miró con asco y siguió andando junto a Fred, ni siquiera él quiere oírme.
-Ahora mismo vuelvo, voy al baño. Seguid hablando y tranquila, Abb, todas te apoyamos, incluso Ron y los chicos. -Habló Alicia, para seguidamente salir de allí.

[ALICIA POV]

Abrí la puerta del vagón, sabía que se encontrarían allí, no puedes encontrarles en otro sitio que en su querido vagón.

-Tu prima te necesita, Malfoy. Deberías ir, nos preocupa a todas.
-Lo que debería es romperle la cara a ese tal Diggory, él tiene la culpa. -Habló el rubio levantándose, directamente salió.

Yo me dirigí hacia otro vagón, intentando encontrarle a él. Cuando me cansé de buscar y abrí el último que pertenecía a la casa, lo vi.

-A ti te estaba yo buscando, Fred Weasley.