CAPÍTULO CINCO

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El despertador sonaba despertando a Abby. Hoy era el primer día de clases y quería llegar temprano.

Se puso el uniforme y bajó al Gran Comedor a desayunar, se sentó sola y miró hacia los lados. Todas las mesas estaban apenas vacías, era demasiado temprano como para que la gente despertase.

Una cabellera rubia apareció frente a Abby, mirándole seriamente.

-¿Pretendes hablarme algún día Abb? -Le preguntó. Sabía que en algún momento del curso debía hablar con él, pero todavía no estaba preparada. -Vamos Abby, que no quedaras en Slytherin no quiere decir que no puedas hablar conmigo.

-Cállate Malfoy, no tengo ganas de hablar con nadie. Solo quiero desayunar tranquilamente e ir a clase de pociones.

-Bien, entonces desayunemos juntos, tranquilos y sin hablar. -Se sentó delante de ella.

-Draco tú no eres de Hufflepuff, debes ir a tu mesa, no a la mía.

-¿Y qué problema hay en que me siente aquí con mi prima a desayunar? Que yo recuerde en la mansión siempre desayunamos juntos.

-No es ese el problema Draco, lo sabes. El problema es que tú no perteneces a esta casa, nada más.

Draco se fue dejando a Abby sola. Cuando ella terminó de desayunar se levantó cogiendo sus libros, pero cuando se dio la vuelta se chocó con una persona.

-Perdóname, no miraba por donde iba. -Habló. Ella solo miró a ese chico de pelo castaño que tenía puesta la túnica de Hufflepuff. Debía ser unos años mayor, pero a Abby en ese momento no le importó. Cuando el chico se dio cuenta de quien era esa chica, volvió a hablar. -Me presento, soy Cedric Diggory. ¿Tú eras la chica de las cuatro casas, no?

-Abby, Abby Black. -Dijo.

ALOHOMORA {Fred Weasley}Where stories live. Discover now