ALOHOMORA {Fred Weasley}

CAPÍTULO CATORCE

El perro de tres cabezas dormía tranquilamente, tras haber pasado la primera prueba, es decir, el perro, los chicos consiguieron pasar la segunda con un poco de dificultad. La segunda prueba trató de ser El lazo del diablo, una planta enorme. Hermione sugirió que estuvieran tranquilos, pero teniendo a Ron en su equipo esa sugerencia no era de mucha ayuda.

La tercera prueba fue fácil, aunque más tarde tendrían a varias llaves voladoras atacando a Harry. Por suerte, pudieron esquivarlas.

En ese momento llegó el ajedrez mágico, entonces Ron, quien entendía perfectamente de qué iba el juego junto a Abby, se dirigió hacia el tablero y colocó a sus tres amigos en él.

-Pase lo que pase, ni se os ocurra moveros. Estamos hablando de un ajedrez mágico, lo que significa que... -Habló el pelirrojo, pero su amigo lo interrumpió.
-Podemos morir si nos equivocamos. -Sentenció el de gafas.
-Por Merlín, no era suficiente con el perro, el lazo de fuego y las llaves voladoras, ahora tenemos un ajedrez que puede matarnos. ¿Por qué no podríamos estar tranquilos en nuestras camas sin meternos en problemas? Como los niños de once años hacen. -Se quejó la morena.
-Porque debemos hacer esto, Abb. Nosotros podemos, estoy contigo. -Habló su amiga para tranquilizarle. Abby solo asintió y empezó a jugar junto a sus tres amigos.

El tiempo pasaba y el juego se ponía cada vez más tenso, quedaban dos movimientos. Abby miró a su amigo pelirrojo, el cual estaba montado en la pieza del caballo, y supo lo que iba a hacer.

-Ron no lo hagas, por favor. -Habló.
-No hay opción, Abb. Si queremos acabar el juego, hay que hacerlo. -Dijo éste mirando a su amiga.
-¿De qué hablan, chicos? -Preguntó su otro amigo.
-De que Ron quiere que maten a su figura. -Sentenció Hermione.
-Ni se te ocurra hacerlo, Ron. Podrías salir grave. -Se quejó el chico.
-Debemos continuar, Harry, si el ajedrez no mata a mi pieza no podremos ganar nunca. -Ron solo miró al frente y recitó su movimiento.