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[Como rayos podremos completar esta misión?...]



Narrador Omnciente:


Apenas llegaron a la casa de Vegetta, se sentó y puso a descansar su brazo adolorido, ya que está sangraba mucho, por más que la vendara o tomará pociones.

Esto hacia preocupar a él niño de orejas de oso cada vez más, pues se sentía culpable de haber herido tan gravemente a su salvador, pues esto nunca antes había pasado, el único que se preocupaba por el era el chico de alas de búho, su hermano, lo que lo hacía sentir más culpable.

Fargan, al oler las feromonas del... Omega... Si, no se si se acuerdan, pero el pequeño oso es un omega, y el, como un alfa, tiene el deber de cuidarlo, pero no como una pareja, si no como hermano mayor, no?, tomó a él menor de la mano, quien veía al mayor sentado el el sillón, para después llevarlo al baño, para que se tomará una ducha, pues estaba lleno de sangre de animales, pues este se dedico a matarlos a mano limpia.

Sin importar si es pareja o no, el simple hecho de tener un lazo de hermandad con un omega, sentía la necesidad de protegerlo, al igual que el menor... (No ship)

Llenó la bañera con agua tibia, ideal para el menor, lo ayudó a sacarse la ropa, y no es lo que ustedes piensan, no tuvieron vergüenza alguna, pues han vivido más de 4 años juntos, solos, los dos, por lo que ya superaron ese nivel de intimidad, y lo ayudó a subirse a la bañera, que por alguna razón, tenía varios juguetes de plástico para jugar, así que ahí lo dejo, claro que sin dejar en claro de que cualquier cosa, sea que quiera ayuda o se quiera bajar de la bañera, que lo llame.

Después de eso bajó, pues el baño se encontraba en el segundo piso, pero claro que había uno el el primero, pero el eligió especialmente el de arriba, para así alejar un poco al menor del dueño de la casa, para que no olivera su olor a preocupación, que por más que el mayor evitará verse preocupado, su olor lo delataba, cosa que sólo los híbridos y animales detectaban.

- Fargan, donde esta Doblas? - Preguntó Vegetta, quien sólo se dio cuenta que su osito desapareció.

- Tomando un baño en el segundo piso - Respondió, sentándose a su lado en el sillón.

- Pero también hay uno aquí abajo, y más grande -

- No te lo tomes a mal, pero tus feromonas expresan claramente dolor y preocupación, y eso estaba alterando a Rubius -

- Yo... No lo sabía, lo siento... -

- Claro que no lo sabias, así que no debes sentirte culpable - Dijo para después mirar todas las vendas con sangre a un lado, y la que tenía puesta el mayor. - Por sierto, tienes que llamar a un médico -

- Solo es una herida, no creo que sea tanto -

- Los híbridos somos criaturas... Mágicas, por así decirlo, no podemos hacer magia, pero por así decirlo, pero una herida causada por un híbrido dura más en sanarse, pero con ayuda médica no tanto -

- Está bien... -

°°°

Luego de un rato, el doctor llegó y reviso la mano del dueño de la mansión. Era una herida profunda y tenía que descansar la mano y tenerla vendada por al menos una semana. Al menos, el hecho de que alguien lo haya revisado, calmaba al pequeño osito, que se quedó dormido en los pies de su hermano, mientras este le acariciaba las orejas.

- Como es que es tan cariñoso y peligroso a la vez? - Preguntó enternecido Vegetta, una vez el doctor se fue, mirando a su osito dormilón.

- Desconfianza hacia la gente, pero di la agarra, puede ser un verdadero dolor de culo - Respondió el chico alado, para después mirarlo con una sonrisa.

De repente se escucho un rayo fuera de la casa, fuera de las murallas, cosa que alertó a los dos menores haciendo que se pongan en posición de defensa, con Fargan adelante y Rubius atrás, como si el chico alado fuera el escudo, que si era.

Vegetta, al darse cuenta de la acción de los menores, ríe ligeramente - Calma, son los dioses, quizás tengan alguna misión o aviso - Sonrió para calmarlos.

- Di-Dioses? - Dudo Rubius.

- Sip, seguimos sus órdenes, nosotros los ayudamos y ellos a nosotros - Respondió con pasiencia, para después levantarse del sillón con cuidado y caminar hacia la puerta, donde estaba el típico cofre, al que todos estaban acostumbrados.

Tomó la nota que traía dentro, y algunas vendas para su brazo, que considerados, y entró a la casa leyendo lo que decía la hoja.

- Es para ustedes - Dijo amablemente, extendiendole la hoja.

- Pará nosotros? - Rubius no lo podía creer, su madre, hasta donde recuerda, siempre le contaba sobre aquellos seres poderosos y superiores, que siempre lo protegían, se sentía traicionado en un inicio, pero nunca dejó de creer.

Fargan tomó la hoja, y con un poco de dificultad, pues aún estaba aprendiendo a leer, a pesar de tener 8 años ya, leyó en voz alta - Cu ide n  a  l os  he rid os, ya  que  e l  se ñor  Ve ge tta no  pu e d e, l es  da re m os to do  l o  qu e  ne ces it en - Dijo, para después recibir un abrazo de su hermanito, por su buena lectura y trabajo... "Muy bien!" "Ya sabes leer!" Repetía con entusiasmo. - Gracias, pero aún me falta mejorar - Dijo, para después entregarle el papel a él mayor - A que se refiere con heridos? -

De repente, otro rayo cayó en casa del amante de los unicornios, pero esta vez abajo, en el patio antes de subir las extensas escaleras.

Fargan corrió hacia la muralla y tomando, con mucho cuidado, en brazos a Rubius, voló y se subió en sima de esta.

- Que ven? - Preguntó Vegetta algo preocupado desde abajo, pues tenía que estar en reposo, además, en caso de que sea un ataque, no tendrá la fuerza suficiente para defenderlos.

- Son sus amigos! - Grito Rubius.

- Están heridos! - Continuó Fargan, quien se dio vuelta, dando a entender su idea, Rubius se subió a su espalda y este bajo volando, una vez no vio peligro, mientras Vegetta iba hacia el ascensor y bajaba, para verificar si era real.

- A esto se referían los dioses cuando dijeron "Heridos"... - Dijo Vegetta, viendo a todos sus amigos con heridas no tan graves, pero si muchas, inconscientes en el piso, aunque cabe recalcar que los dioses, como no podían hacerlos aparecer dentro de la casa, para que el suelo no les haga daño, pusieron como un tipo de conchon, que hacía que los que estaban inconscientes no tocarán el suelo. Vegetta suspiró... - Debemos subirlos y llamar a un doctor -

- Sip - Respondieron al unísono.









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Fin del capítulo!

No recuerdo de quien era la idea, pero gracias.

Bueno, eso fue todo...

Nos leemos en el próximo capítulo! 🐻💜🐺



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Un pequeño problema | Karmaland AU | Mis shipsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora