Extra

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El bosque se quemaba, no sabia que hacer, estaba entrando en pánico, ni siquiera se podía mover de su lugar, respiraba entrecortadamente y con mucha dificultad… ¿Que hago?... Era lo único que pasaba por su mente, pero de repente algo hizo click dentro de su cabeza… Su mamá estaba en la casa, en medio del bosque…

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Un niño corría por todo el patio, lo cual era mucho pues ellos consideraban aquel bosque como su hermoso patio, la razón por la que están vivos, pues los árboles eran tan densos que los ocultaban de los humanos cazadores que mataban a los suyos por su hermosa característica que los representaba, pues no eran humanos normales, tampoco animales normales, eran ambos, así es... Híbridos, y tal y como hay gran variedad de animales, también las hay de aquellas personas mitad animal, y nuestro protagonista es uno tipo búho, bastante extraño para la humanidad, pues estos eran muy escurridizos, por esa razón ese bosque era ideal para ellos.

Vivían solos, pues el padre falleció asesinado antes de incluso conocer a su hijo, pero falleció protegiendo, la mujer, al enterarse la muerte de su amado, hecho a correr, corrió por muchos días y noches, sin parar hasta que llegaron al bosque donde se encuentran ahora, y gracias a los animales del bosque, que la ayudaron, logró sobrevivir…

¡FARGAAN! ¡LA CENA ESTÁ LISTA!! - Gritó la mujer, llamando la atención del pequeño de alas de pájaro.

¡YA VOY! - Respondió animado, para abrir sus pequeñas alas y salir volando en dirección a su pequeña cabaña, de una sola habitación, pero acogedora.

Una vez llegó a su casa, fue recibido con un gran abrazo, con alas y brazos, de parte de su mamá - Mira lo grande que estás hijo mío, tus alas son cada vez más hermosas - Dijo tomándolo en brazos y dándole un tierno beso en la frente del menor, para después entrar a la casa para poder comer tranquilos. 

Se sentaron en su pequeña mesa, que solo tenía espacio para dos, pero era justo lo que necesitaban, pues no eran más, excepto los animales que de vez en cuando iban en busca de comida. - Se me olvido decirte, va a venir una amiga - Dijo su madre, dándole una cálida sonrisa.

El menor la miró extrañada, nunca antes había conocido a otra persona, menos que se hiciera su amigo - ¿Por que? - Pregunto inocentemente.

Te vas a ir con ellos - Fue lo único que dijo, para después mirar hacia otro lado, para evitar que su hijo vea las lágrimas que caían de sus ojos. 

¿¡Qué?! Mamá, ¿es una broma verdad? Estoy bien aquí contigo, si es por que no tengo amigos, no te preocupes, los animales son muy cariñosos conmigo - Dijo intentando convencerla de realizar aquella locura, según el. 

Se que eres feliz acá, pero eso es por ahora, solo tienes cuatro años, no lo entenderías aun, pero algun dia lo haras, lo prometo - Dijo, para después pararse y recoger los platos ya vacíos.

El pequeño niño, en un ataque de ira y tristeza, abrio la puerta de golpe y la cerró tan fuerte, que los árboles cercanos dieron una fuerte sacudida, haciendo volar a las aves que se encontraban en estos, y salió volando de la cabaña.

La mujer suspiró, tenía previsto la reacción de su hijo, solo esperaba que el ruido no haya alertado a el pueblo que se encontraba cerca, pues ya había oído rumores que delataban que había una pequeña familia de híbridos en el bosque, asustando a los ciudadanos, quienes estaban dispuestos a hacer cualquier cosa para echarlos, en caso de que sea verdad… Esa era su razón, la razón de alejar a su hijo de aquel bosque, no le importa si ella muere, con tal de que su pequeño no lo haga, todo esta bien.

Bajo lentamente encima de una rama de árbol, ese era su árbol preferido, estaba a los límites del bosque y justo donde se podía admirar el atardecer. Sus lágrimas caían lentamente, aun no podía procesar que su madre lo quisiera abandonar con alguien que ni siquiera conoce.

Pasaron algunos minutos, pero algo no estaba bien, los pájaros volaban en dirección opuesta al bosque, pero no era temporada de imigracion, pero debia ser algun animal grande quizas… Si… Eso era… Estaba convencido de eso, o al menos eso quería, pero de repente un animal chocó contra su árbol, haciéndolo caer, se levantó quitando el polvo de su cuerpo, para después mirar hacia el bosque… Una avalancha de animales corría hacia él, por suerte alcanzó de elevarse a unos metros del suelo, evitando que lo golpearan. Una vez esto se terminó, bajó al suelo…

No podía respirar ni moverse, los gritos de muchos aldeanos y el olor a quemado lo dejaron en estado de shock, se supone que el bosque era seguro. Miro al cielo, se veían enormes nubes de humo, el fuego era enorme.

Tenía planeado escapar, ya estaba abriendo sus alas, pero no pudo echar vuelo, aun no entendía porque, se supone que debe alejarse del peligro… Claro… Su madre estaba en el bosque… Justo donde sale el humo. 

Hecho a correr, en dirección a su casa, no podía volar pues el humo nublaba su vista, corría con todas sus fuerzas, pero, no se fijaba donde pisaba… Cayó en un gran hoyo, golpeándose en la cabeza, dejándolo inconsciente.

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Cuando se despertó, salió rápidamente del hoyo una vez recordó lo que pasó.

Ya no había más fuego, pero los árboles estaban todos quemados, pero fríos, lo que indicaba que el fuego se apagó hace bastante rato, eso lo relajo un poco, pero muy poco.

Corrió otra vez hacia su objetivo, su madre.

Una vez llegó a la ubicación donde se encontraba su hogar pudo ver lo que pasó, su casa estaba quemada, había antorchas apagadas por varios lugares.

Humanos - Pensó, para después entrar rápidamente a su casa.

No pudo evitarlo, no pudo salvar a su amada madre, quien se encontraba llena de quemaduras, golpes y cortes, repartidos por todo su bello cuerpo, tirada en el piso… Muerta…

¡MAMÁ! - Gritaba inútilmente, tratando de despertarla y que todo fuese un sueño, pero no lo era, era real, completamente real, y él no podía hacer nada… Hecho a llorar encima de su madre, agarrándola como si fuese lo único más importante en el mundo, al menos… Para él si lo era… Un llanto desgarrador se escuchó en el silencio, una y otra vez por horas.

Cuando ya no le quedaban fuerzas, vio como la puerta completamente rota se abría, y dejaba entrar a una hermosa mujer, con un gorro de lana en su cabeza, y cabello corto color como la miel, pero más claro. Ella se acercó a la mujer que descansaba en el suelo, tocó su cabeza y dejó salir sus lágrimas… Junto su cabeza con la madre del chico y susurro - Yo lo cuidare, tal y como me lo pediste, lo prometo - 

¿Q-quién eres tú? - Preguntó el menor, llamando la atención de la mujer, quien lo miró, tenía sus ojos rojos de tanto llorar y la voz quebrada de tanto gritar.

Su mirada se ablandó, y con todas las fuerzas que pudo, sonrió y dijo - Soy una amiga - Para después sacarse el gorro y mostrar sus orejas… Ella era la amiga que su madre le habló, una híbrida oso, su nueva… Madre…


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Hey! Este es un extra, como pueden ver, es como Fargan termino al cuidado de la madre de Rubius.

Ahora Fargan siente que tiene una deuda con su "Tía" por eso protegia tanto a Rubius, pero con el tiempo lo empezó a hacer porque lo veía como un hermano, un tonto y descuidado hermano al que debía cuidar.

Oh! Feliz halloween!

Díganme de que se van a disfrazar?

Yo de la serie "The Promise Neverland"
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Y eso es todo.

Nos leemos en el próximo capítulo! 🐻💜🐺


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Un pequeño problema | Karmaland AU | Mis shipsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora