Boys just want to have fun ||Yoonmin||

dos

Mudarse a otra ciudad es muy difícil para muchos, mientras que para otros es de las mejores cosas que puede ocurrir, comenzar una vida desde cero ayuda a muchos para poder dejar atrás un posiblemente pasado desgarrador o poco agradable.

La idea de ahora vivir en Los Ángeles era algo emocionante para Yoongi, iniciaría una nueva vida en una ciudad increíble, llena de color y con hermosas playas, haría nuevos amigos, estudiaría en una preparatoria nueva y probablemente tendría una novia muy linda.

Una hermosa casa de dos pisos ahora estaba siento habitada por una agradable familia de 5 personas que recién se mudaba desde Nueva York gracias a una buena oportunidad laboral que se le había ofrecido al padre de aquella familia Coreana-Norteamérica.

Un chico de cabellos castaños con pequeños mechones rubios finalmente había terminado de ordenar su habitación y ahora mismo se encontraba en la entrada de su casa mientras amarraba los cordones de sus converses altos color negro.

-Yoongi! Yoongi! Yoongi!¿Podemos ir contigo por favor?- una joven de 8 años salió de la nada aterrizando sobre la espalda del mayor provocando que un quejido se escapara de la boca de este.

-Chaeryeong que te he dicho de los ataques sorpresa? Esos sólo a papá, es más divertido escucharlo a él quejarse- con cuidado el mayor se puso de pie para luego mirar a las gemelas que estaban detrás de él- No se supone que deberían estar ordenando su cuarto?

-A papá no le gusto como lo ordenamos y nos dijo que él se encargarían, entonces como ya estamos desocupadas sí podemos ir contigo?-

-Lamento desilusionarlas, pero mi respuesta es no, ya está oscureciendo y quien sabe si hay algún coyote escondido, imagínense que estemos caminando y de repente salte y las ataque, no me lo perdonaría nunca- Sabía perfectamente que no había ningún coyote en aquel vecindario, pero sus hermanas no, y por ende aprovecharía ello para hacerles una pequeña broma-

-Pensándolo bien nos quedaremos aquí, ¿pero y si el coyote te ataca a ti?-

-Oh vamos, tengo la suficiente fuerza y resistencia para poder correr de esa cosa, yo no le tengo miedo a ningún animal-

-¿Eso que viene hacia acá es un golden retriever?- entrecerró sus ojos fingiendo observar la bajada sobre la que había más casas.

-¡Ay no me jodas!- Yoongi inmediatamente se adentró a la casa mientras se asomaba por la enrome ventana de la sala- Ya se fue cierto? esos malditos monstruos sólo esperan a que te distraigas para que puedan morderte y arrancarte el rostro de una sola mordida-

Una de las gemelas rio viendo al mayor- menos mal no le temes a ningún animal, ya que no podemos ir contigo, saca tu humanidad de la casa y déjanos ver el televisor, ah, y si pasas por algún minimercado cómpranos dulces, no hemos comido dulces desde antes de subir al avión.

-Porque si les daban dulces estarían molestando a la gente durante todo el vuelo y probablemente nos tirarían del avión, en fin, ya me voy, adiós.

sin mas que decir y dejando a sus hermanas con las palabras en la boca salió de su ahora casa, una relajante caminata nocturna era lo que necesitaba, pues escuchar a sus padres hablar por media hora sobre su vida como estudiantes durante el camino en auto desde el aeropuerto hasta su casa no había sido ni un poco divertido, por lo que supuso que aire fresco y tiempo para el solo lo ayudarían a relajarse, y estaba en lo cierto.

el silencio lo mantuvo tranquilo, caminaba relajado por el vecindario, mientras tarareaba Billie Jean de Michael Jackson, disfrutando de aquella noche.

A veces necesitamos un poco de tiempo a solas y silencio para sentirnos tranquilos, al compartir su casa con unas gemelas sumamente llenas de energía y unos padres que trabajaban día y noche, el tiempo a solas para Yoongi nunca había sido una opción, tenía que cuidar de sus hermanas todos los días después de la escuela, y sus padres llegaban a casa hasta media noche, sin mencionar que Nueva York era una ciudad muy peligrosa y por ende no podía estar caminando por las calles. Gracias a eso, su mudanza a Los Ángeles fue como un milagro, sus padres ya no estarían trabajando todo el día, por fin comerían juntos, podría salir a caminar, llevar a sus hermanas al parque, tener tiempo para él mismo.