NARRA KRIST.
Un mes había pasado desde que había abierto los ojos, un mes en el cual no había hecho absolutamente nada, nada de visitas, nada de ejercicio, nada de nada, a bueno si una cosa si que había hecho y eso era comer, comer contra mi voluntad.Como ahora mismo que me encontraba delante de la bandeja de comida que había dejado la enfermera la cual constaba con una manzana 50kcal, un plato de pasta de 390kcal, 80kcal y así podía continuar con todo lo que había enfrente de mi, mi cabeza no dejaba de mirar a mi alrededor me sentía tranquilo podía ver como todos a mi alrededor estaban igual que yo, nadie tocaba su comida, tan solo la miraban, no era yo el único raro.
-Krist... Krist... Dijo una voz detrás de mi mientras tocaba mi hombro, yo solo lo mire, de vuelta a lo mismo el psicólogo.
-Krist tienes que comer, sabes lo que ha dicho el medico, dentro de dos días te pesaran y si no has aumentado tendrán que ponerte una sondanasograstrica y sabes lo que eso significa continuaras sin recibir ninguna visita.
-No la necesito. Dije sin más. No podía mostrar ningún sentimiento si mama llegase a ver que tenia un ápice de sentimiento por alguien seguramente iría a por ellos y les haría daño y no quería no quería que nadie resultase herido por mi culpa, ellos no tenían la culpa de nada, toda la culpa era mi, todo era por mi culpa no debería de haber nacido, ahora nadie se sentiría mal por mi culpa, nadie tendría que pasar por nada, papa hubiese sido feliz siempre, Singto hubiese conocido a alguien mil veces mejor que yo, y Gun no estaría en peligro al igual que sus padres, todo era mi culpa, lo único que podía hacer era mantener a mama contenta, tan solo necesitaba que me sacase de aquí y que hiciese conmigo lo que quisiese para que nadie mas resultase afectado.
-Krist sabes que eso no es así, sabes que tienes una familia, amigos, y pareja que te quieren con todo su corazón.
-Yo no quiero a nadie.
-Krist, come, aunque sea la manzana, Krist necesitas alimentarte.
Yo solo mire hacía otro lado, no quería escucharlo cada vez que lo escuchaba mi corazón dolía. Y algo en mi cabeza decía que tenía razón pero no podía, no podía hacerle caso, no cuando todo el mundo estaba mal por mi culpa.
-Krist dijimos que si comías miraríamos lo de tener una visita al mes, pero así no lo estas consiguiendo.
-Dije que no lo quería, dije que no quería ver a nadie. Iba a levantarme cunado la enfermera me miro.
-Sabes que no puedes levantarte asta que no termines tu comida.
Yo solo volví a tomar asiento, mientras el psicólogo se marchaba tras apretar mi hombro.
Sabía que tan solo tenía que permanecer una hora y algo mas aquí sentado para que terminasen retirando mi bandeja de comida, por lo que tan solo mire como el resto de personas intentaban esconder la comida, otros comían aunque sabía que terminarían buscando cualquier esquina que nadie viese para vomitar, era fácil saber lo que hacían, cuando uno mismo lo había intentado alguna vez pero ahora todo era mas fácil tan solo tenía que mantenerme quieto y mirando hacía la nada para que terminaran quitando la bandeja.
La herida de la operación estaba tardando en cicatrizar según el doctor porque mi cuerpo se encontraba muy débil. Cuando la bandeja fue retirada fui a por un libro para sumergirme en mis pensamientos mientras imitaba que estaba leyendo.
hasta que la enfermera apareció ante mi, a partir de aquel día empecé a recibir notas de mama en las cuales solo decía que iba a sacarme he iba a cumplir los sueños que tenía pensados para mi, que iba a terminar con papa por haber hecho de mi una persona sin carisma y sin talento que iba a explotar mi talento como se merecía. Yo solo podía temblar con cada nota, como hablaba sobre los movimientos que hacía todo el mundo, como tenía el control sobre todo el mundo, como sabía a que hora salía Singto o alguien de su familia de casa, los coches que utilizaba, todo, lo sabía todo y si no cumplía con todo lo que tenía que hacer iba a terminar con todos ellos para que sintiese lo mismo que ella por haber estado encerrada, la enfermera había empezado a parecer muchas mas veces, ella se encargaba de llevarme al baño cada vez que comía para que pudiese vomitar tranquilo y que nadie lo supiese, ella misma se encargaba de los días de pesaje de que yo diese diferentes cifras al igual que era la encargada de entregarme partituras las cuales escondía bajo del somier de la cama donde nadie los encontrase, cada vez notaba mi cuerpo mucho mas delgado, aunque cuando me miraba en el espejo que la enfermera me había entregado podía ver como mi cara continuaba redondo y rellena al igual que notaba mi estomago hinchado, a lo que el medico respondía que era por la desnutrición, la cual causaba que mi estomago se hinchase de aire.
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MI DESTINO
FanfictionA los cinco toque mi primer instrumento. A los ocho ya sabia tocar cuatro instrumentos. A los disecaseis era considerado el mejor del país. Y a los veinte había llegado a lo mas alto, aunque me sentía muerto por dentro ya que mi vida era controlad...