9.- UNA ULTIMA VEZ

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A la mañana siguiente ambos se despertaron de muy buen humor. Y al parecer Zoro no recordaba nada de su plática en la noche, así que Sanji no pretendía decirle para no incomodar. Ambos fueron a ver si los demás habían dormido en sus habitaciones, pero parece que solo Nami y Robin se encontraban en su cuarto, los demás se habían quedado dormidos entre todo el desastre del festejo.

Sanji y Zoro cargaron a todos y los metieron a sus habitaciones para que descansaran mejor. Una vez hecha está acción regresaron a su habitación, Sanji preparó algo de desayunar y se dispusieron a comer.

-Realmente cocinas muy bien, no hay comida que no sepa deliciosa-Decía Zoro mientras metía un gran bocado de su desayuno.

-Gracias Zoro-kun, y para ti cocinaré mucho mejor.

Después del desayuno fueron a verificar que los demás estuvieran bien, pero como era temprano aún todos seguían durmiendo.

-Sanji…-La mencionada volvió a verlo para escuchar lo que el peliverde tenía que decir- Hoy será el día que nos vayamos de la isla y también de la última vez que sea mujer…

-Si, ya entiendo qué quieres decir, pronto seré hombre y no sabes si seguirá siendo igual ésto, ¿No es así?

-Si eso es…- Se acercó a ella y la comenzó a besar apasionadamente para después separarse de ella.

-Ah… es algo repentino, pero supongo que está bien, no sabemos si una vez sea hombre de nuevo lleguemos a querer ésto.

Dicho esto, Zoro se acercó a su bella novia y comenzó a besarla lentamente mientras la acercaba más a él. Sanji comenzó a tocar su abdomen y recorrer sus grandes músculos, acción que éxito a Zoro y comenzó a masajear uno de sus pechos con delicadeza esto estremeció a Sanji quien aumentó la intensidad del beso provocando que entre ambos hubiera una lucha entre sus lenguas, Zoro la tomo de sus piernas para cargarla y depositarla en una mesita que se encontraba en la habitación, para la sorpresa de Sanji la mesa estaba algo fría razón por la cual sintió un escalofrío recorre todo su cuerpo.

Zoro tocaba todo su cuerpo con mucha delicadeza pero tratando de hacer que le provocará satisfacción. Esos toques sobre su piel caliente la estaba excitando mucho, y no pudo aguantarse más y posó sus manos en la playera de él, buscando a tientas para quitarle esa prenda. Pero era demasiado complicado en ese momento y no tenía paciencia ya, quería tocarlo inmediatamente.  Así que tiró del medio de la playera de él para quitársela de una buena vez, y sin esperar un segundo más posó sus manos sobre el pecho de él y recorrió todo su abdomen. Zoro abrió mucho los ojos sorprendido con la salvaje acción, eso le gustó mucho provocando aún más el deseo, las manos de Sanji no se detenían, parecían ansiosas por recorrer cada centímetro de su torso.

Zoro se  inclinó sobre ella, colocado entre sus piernas, comenzó a besarle el cuello, mientras con sus manos tiraba un poco de su cabello. Uno a uno, fue abriendo los botones, y besaba sonoramente cada milímetro de piel expuesta. La rubia arqueaba su cuerpo contra esas placenteras sensaciones. Zoro ascendió nuevamente hasta su pecho, y aunque prefería que ambos estén medio vestidos por si alguien se acercaba repentinamente a buscarlos, no quería traumar a un pobre e inocente reno.

Recorrió ligeramente el nacimiento de sus pechos justo por encima del sostén de Sanji, y lo fue corriendo de un poco hacia abajo, liberándose, y disfrutando de la vista.  Lo que más le gustaba era que Sanji parecía incentivarlo aún más con su mirada lujuriosa y sus suaves gemidos a que continúe. Mientras acercaba todo lo que podía su pelvis a la de ella, robándole más de esos fascinantes sonidos que emitía, a la vez que aliviaba un poco su propia necesidad, comenzó a acariciar y besar sus pechos con mucha dedicación, y un poco de rudeza.

SANJI MUJER|¿QUE ME PASO?|ZOSANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora