Green Plum Island

Extra III - El tercer año (3)

Yo he pensado que cuando llegue el día indicado, le contaré a mi abuelo el secreto sobre mi sexualidad. Pero sobre qué día es más adecuado es una incógnita, porque siempre dudo, y opto por aplazarlo una y otra vez.

Cuando tenía mi sinestesia en el pasado, aún podía explorar un poco, para no estar desprevenido. Ahora que me he convertido en una persona completamente normal, el momento es extremadamente importante.

En mi imaginación, este "momento" estará por lo menos en uno o dos años, y no aparecerá hasta que me gradúe y consiga un trabajo estable.

Pero de repente el "momento" me golpeó en la cara y realmente me tomó por sorpresa.

¿Sabía el abuelo algo o no? ¿Debería sentarme y hablar con él sobre mi relación con Yan kongshan? Él es tan viejo, ¿se enfermara por mi culpa si no puede soportar el enojo por mi confesión?

Estuve pensando en ello toda la noche, y cuanto más pensaba en ello, más ansioso estaba. Fue hasta las cinco de la mañana que tuve un dolor de cabeza punzante y mi cuerpo no pudo soportarlo, por lo que al final me quede dormido.  A las doce en punto del mediodía, Yan Wanqiu me despertó y me arrastró fuera de la cama.

"¡No duermas, dijiste que querías acompañarme al salón de la tía, debes cumplir tu palabra!"

Tenía náuseas, malestar estomacal y un poco de malestar...

Como un cadáver andante, arrastré mi pesado cuerpo al baño para asearme.

Después de enjuagarme la cara con agua fría, me sentí ligeramente mejor y la cabeza no me dolía tanto, entré de nuevo en el dormitorio. Yan Wanqiu estaba sentada en la cama con las piernas colgando y leyendo mis cómics con deleite. Guardé mi teléfono que estaba en la mesita de noche a mi bolsillo del pantalón y le aparté el cómic.

"¿No vas al salón de mi tía?"

"Oh, sí" Yan Wanqiu saltó al suelo, con sus piernas protésicas haciendo un sonido no muy sutil al chocar contra el suelo de madera, corriendo hacia dentro y hacia fuera imprudentemente como un viento incontrolado.

Bajo el gran sol, Yan Wanqiu caminaba adelante mío sosteniendo una sombrilla con un fondo rojo y manchas blancas, bostecé y la seguí.

llevaba hoy un vestidito blanco, con un par de sandalias del mismo color en los pies y dos trenzas colgando frente a ella, haciéndola lucir con un aspecto muy veraniego.

De vez en cuando, los peatones pasan junto a nosotros y no podían evitar echarle un vistazo a su pierna. No solo los gatos, sino los humanos también tienen mucha curiosidad, la pequeña se ha acostumbrado a este tipo de miradas y no se sentirá incómoda, solo déjelos mirar abiertamente.

Después de una caminata de 15 minutos, llegamos rápidamente a la casa de mi tía.

En los últimos dos años, el maltés de mi tía ha envejecido, los cristales de sus ojos están nublados y blancos, se le han caído los dientes y a esta edad no ha logrado controlar sus necesidades, por lo que necesita estar envuelto en pañales todo el tiempo.

Mi tía lo llevaba dondequiera que iba, diciendo que tenía miedo de que "se vaya" sin que ella le preste atención.

Cuando llegamos, mi tía estaba tomando té en el patio. Las rosas rojas y blancas habían florecido por todo el patio, y una de las enredaderas ya estaba por toda la pared de ladrillos rojos y grises. La vibrante planta chocó maravillosamente con el antiguo edificio, formando un cuadro maravilloso que la gente puede admirar, y que ni el mejor pintor podría reproducir a la perfección.

"¿Estás aquí? Ven, ¿tienes calor?" Mi tía vestía un cheongsam verde agua con su largo cabello recogido en un moño, cuidadosamente atado detrás de su cabeza, y cuando extendió la mano para saludarnos, el dorado brazalete en su muñeca destellaba tan fuerte que podría dejar ciego a cualquier persona.