Capítulo 3 - Trabajo duro

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"Ah Shan, viniste aquí especialmente, es demasiado problema para ti". El abuelo le dijo a Yan Wanqiu que alumbrara una linterna en la pared, y sostuvo sus manos entre la linterna y la pared blanca, jugando un juego simple, "Oye, ¿Qué crees que esto es? "

Yan Wanqiu observó cuidadosamente a la criatura de la sombra y adivinó después de un momento: "¿Conejo? Sus orejas son tan largas".

Los oídos del abuelo no son buenos y no escuchó con claridad, por lo que preguntó en voz alta: "¿Qué?"

La pequeña no tuvo la menor impaciencia, se llevó la mano a los labios, se acercó al oído de su abuelo y volvió a decir: "¡Cone-jo!"

"Esta torcido."Sorprendido, rápidamente recogí la vista y descubrí que mi linterna se había torcido y no iluminaba la caja de distribución en absoluto. Yan Kongshan tuvo que detenerse y se dio la vuelta para recordármelo.

"¡Lo siento!" Inmediatamente ajusté el ángulo y volví a encender.

La expresión de Yan Kongshan se mantuvo sin cambios y se volvió para continuar con su trabajo.

La caja de distribución de energía está incrustada en el gabinete y está a dos metros del suelo. Necesito alcanzarla de puntillas, pues mi abuelo se ha encogido mucho con los años, así que tengo que pisar un pequeño banco para verificar el estado de la caja de distribución de energía. Pero el hombre frente a él era corpulento, no estaba de puntillas ni en taburetes, solo levantó levemente la cabeza para poder tocar todos los interruptores.

Es genial ser alto. Quiero crecer más alto. Comenzaré a levantarme todas las mañanas para correr por la mañana, para que mi abuelo no siempre se queje de mi siesta.Después de reemplazar el fusible fundido, Yan Kongshan giró el destornillador que tenía en la mano, apretó los tornillos del cuchillo uno por uno y luego tiró del interruptor hacia abajo ...

"¡Uy!"

Dios dijo que debería haber luz, para que haya luz en este mundo. La fuente de alimentación de electricidad volvió a la normalidad y la iluminación interior se volvió a encender.

"Oh, ha sido reparado, y finalmente puedes ver" El amor está en la revolución ". Qiuqiu, ¿quieres verla? ¡Esta serie de televisión es muy buena!" El abuelo se levantó de un salto y encendió la televisión por primera vez.

"No, la última vez dijiste que la novela se veía bien, pero no era nada buena." La niña se levantó y palmeó la falda, caminando conscientemente hacia la montaña Yan Kongshan. "Ah Shan, ¿te vas a casa?"

"Bueno, espera un momento" Yan Kongshan cerró la caja de distribución, me entregó el destornillador y exhortó: "El circuito es demasiado viejo para usar aparatos eléctricos de alta potencia. Aún es muy peligroso. Llámalo cuando tengas tiempo. Los adultos le pedirán a un electricista que les eche un vistazo y se pueden cambiar los mejores ".

No parecía mucho más grande que yo, pero seguía diciendo "consiga un adulto"."Tengo dieciocho ... cumpliré diecinueve en dos meses." De alguna manera, no quiero que me trate como a un niño, "ya no soy un niño".

Se sorprendió un poco: "Pensé que solo tenías dieciséis ..."

Probablemente porque vio que mi rostro estaba equivocado, conscientemente no habló y se detuvo a tiempo.

"Entonces vayamos primero, y me puedes llamar si tienes algo que hacer." Yan kongshan sacó a su hija, y cuando pasó junto a mi abuelo, señaló la puerta y se señaló a sí mismo.

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