⨥12⨥

1.8K 220 40
                                    

La música se detuvo al fin luego de un largo rato y mis oídos pudieron descansar de tal tortura. Volteé a ver a Alec queriendo irme ya, este miraba el piano melancólico, lo que me extrañó.

—Sé con exactitud que piezas debo tocar, pero no sé en qué orden hacerlo. Por eso se escucha así, es una canción que mi madre creo, una que nunca termino y no pude aprenderme— dijo tocando una tecla.

—¿Tu mamá era pianista?

Él sonrió con ironía.

—Lo solía ser antes de tener a mi hermana pequeña, la odiaba por arruinarle la carrera. Solo tocaba esta pieza para mí— susurró.

Alguien carraspeó detrás de nosotros, era Paxton que nos miraba recostado del marco con los brazos cruzados.

—Tu mamá era una mala persona— dijo luego de acercarse a Alec.

—Lo sé.

—Entonces no hables de ella como si no lo fuera. Es incómodo.

Paxton tomó uno de los bancos y me incitó a moverme para sentarse en medio de nosotros con un papel en las manos. Lo miré interesada y al verme sonrió.

—He encontrado algo interesante en la sala de archivos —dijo y me lo mostró de cerca—. ¿Cómo es esto de que has estado aquí antes?

Fruncí el ceño y miré lo que señalaba en el papel.

Cosme Swift, ingresada el 17 del mes de diciembre del año 2010.

Reingresada el 6 de octubre del 2020.

—Es extraño, porque por ese tiempo ya estábamos aquí y en mi vida te había visto. ¿Me explicas?

Tome el papel evitando hacer contacto físico con él, al papel le faltaba una parte en una de la esquina. Necesitaba saber que tantas cosas había olvidado, porque en mis recuerdos no estaba ni un pequeño fragmento de mi en ese lugar.

Debía preguntarle a mi abuela, aunque me desagradara verla, ella podía aclarar un poco mis dudas.

—Necesito aire fresco— dijo Alec de la nada.

—Podemos ir al patio, no hay muchas personas afuera.

Esos dos se levantaron y cuando pensé en que me dejarían sola para poder procesar lo que no recordaba, Paxton me tomó de la muñeca y sin permiso, me jaló para que caminara.

Resoplé y le seguí el paso, no soltó mi mano hasta que salimos al patio trasero donde estaban las casetas que parecían sombrillas.

Dentro había dos largos bancos pegados a una mesa en el medio, Alec se acostó en uno y Paxton se sentó en el otro, cabían como cuatro personas en cada uno, así que me senté lo más alejada de él posible.

—¿No recuerdas nada de tu infancia?— preguntó Paxton apoyando su rostro en su palma.

—No, no recuerdo mucho y tampoco nada de lo que pasó antes de despertar en el hospital.

—¿No has intentado visitar lugares que puedan hacerte recordar?

—No puedo salir y nunca se me ocurrió— admití dejando el papel sobre la mesa.

—Nosotros sabemos como salir, puedes salir hoy con nosotros— dijo Alec con las manos cubriendo su cara.

Lo miré confundida, no saldría sola con ellos si no había nadie más alrededor. Paxton era cómplice de un asesinato y sabría dios que más y Alec era siniestro.

—¡Qué buena idea! —exclamó Paxton—. Va a ser un poco difícil por los oficiales merodeando, pero con un poco de ayuda de Akram podemos.

Era extraño, la felicidad de Paxton en ese momento no era genuina. Era como si tuviera todo planeado, las expresiones, las palabras que diría, los movimientos que haría. Era como si planeara todo minuciosamente y daba miedo.

Paxton con P de psicópata ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora