Era una mañana gris y ostil, y por lo tanto, eso lo hacía un día como cualquier otro, o al menos aquí solía ser así, Noctis estaba en el transporte público, acababa de tener un enfrentamiento con un usual enemigo y prácticamente ahora se encontraba huyendo, más eso no significaba que la batalla ya hubiese terminado, en cuanto él tren se detuvo, Noctis, o como sus enemigos solían llamarlo, "Caelum", salió apresuradamente, consiente de que un grupo de hombres con toda la intención de asesinarlo lo esperaba a fuera, en cuanto se abrieron las puertas y se topó con ellos no lo pensó dos veces, comenzó a atacar, tiró golpes y una bala trás otra, no cabía duda de que cada movimiento confirmaba que era un asesino profesional, incluso el ser superado en número no era suficiente para que se sometiera, de esa manera logro escabullirse hasta llegar al barandal de una escalera...
- ¡Acabenlo!-
Se oyó la orden de un joven ojiverde que obviamente era el jefe de los hombres que intentaban asesinarlo.
- ¡Haddock!-
Alcanzó a gritar al notar que su principal rival se encontraba huyendo mientras él tenía que encontrar la manera de escapar de los innumerables hombres que lo estaban persiguiendo, finalmente Noctis llegó hasta el piso más bajó de un estacionamiento, sus habilidades en combate cuerpo a cuerpo y las pocas balas que tenía le ayudaban a dar pelea, incluso se podría decir que el hecho de que estuviera peleando él sólo y superado en número, humillaba a todos los hombres que trabajaban para Hiccup, sin embargo Noctis sabía que el gusto le dudaría poco, pues físicamente empezaba a agotarse, estaba malherido y las balas comenzaban a terminarse, aunque después de todo ser el jefe de una mafia ya lo había hecho comprender que así sería la forma en que probablemente moriría, pero hoy no sería ese día, una granada sería su último recurso para que sobreviviera seguido de que sus propios hombres finalmente habían logrado alcanzarlo lo suficientemente armados para acudir a su auxilio. El sonido del estallido de aquella granada se oyó, y fue suficiente para que Noctis se asustará y se despertará de golpe, quizás lo despertó aquel desagradable recuerdo que se presentó en su mente disfrazado de un sueño, o talvez fue su hermano mayor Zack, quién lo estaba agitando de la cabeza con la total intención de despertarlo...
- ¡Hey! Noctis, ¿Estás bien?-
Le pregunto preocupado su hermano mayor Zack, quién a simple vista lo superaba en todo, de treinta y siete años de edad, su tez era un poco más pálida que la de Noctis y en definitiva más fina, aunque ambos tenían el cabello lacio y negro y la misma barbilla, y Noctis también era bien parecido, Zack Lucis siempre fué visto como el más atractivo de los dos, más alto y más fornido, desde que eran niños Zack siempre sacó las mejores calificaciones, se volvió más hábil manejando armás y nadie lo superaba en artes marciales, incluso cabe mencionar que Zack era también el predilecto de su padre, aunque Noctis fuera idéntico a Regis físicamente, en habilidades, destreza y mente, Zack igualaba a su padre en todo.
Éste lo había despertado, sacándolo de sus recuerdos contra su principal rival, pero aunque sus enfrentamientos con Hiccup Haddock se haya dado ya desde hace un tiempo, por alguna razón Noctis se sentía hartó y realmente agotado.
- ... sólo, son malos recuerdos, de una guerra que ha durado años, y para serte sincero, ya me estoy hartando.- respondió no muy animado.
Zack se dió cuenta de que en efecto, su hermano se veía cansado y en definitiva no era porque acabará de despertar, Zack lo comprendía mejor que nadie, era cierto, la familia Lucis y la familia Haddock han sido enemigas y han estado en guerra por generaciones, con cada pérdida de el patriarca de la familia el peso cae sobre el siguiente en su descendencia, y ahora ese peso estaba sobre el único hijo varón del Jefe Stoyko el Bastó y el hijo elegido por el Jefe Regis, es decir, Hiccup Haddock a quién apodaron "Berk", y Noctis Lucis cuyo alías era "Caelum", preocupado por su hermano, Zack le hizo una sugerencia...
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Heridas de Amor (Hiccunzel)
FanfictionRapunzel Corona es una joven de 17 años que se puede definir como la chica perfecta, lamentablemente para ella cuando su belleza termina por cautivar a Noctis; el hijo del jefe de la mafia de los Lucis, Rapunzel se da cuenta de que la perfección de...