¿Paz?

31 1 0
                                    

El Mitsubishi Lancer Evolution IX se estacionó en el garage de la enorme casa de Cloud Strife, en cuanto el auto se detuvo, Hiro y Wilbur abrieron las puertas y salieron apresuradamente del carro, empezaron a correr por toda la casa, mostrandose como los niños traviesos e imperativos que solían ser todo el tiempo, Rapunzel se quedó dentro del auto, estaba callada y pensativa y Cloud estaba igual, a pesar del silencio tan inmenso que invadía todo el lugar, ninguno de los dos se sentía incómodo; a Cloud le gustaba Rapunzel y disfrutaba de su compañía, a pesar de que sabía muy bien que no debía ser capaz si quiera de demostrarle el más mínimo indicio de su atracción hacia ella, pero el rubio poco imaginaba, que a ella también le gustaba él, y ambos se encontraban en la misma situación.

- Cloud...-

Ella fue la primera en romper el hielo, aunque no se atrevía a mirarlo, Cloud estaba dispuesto a escucharla, más sin embargo él tampoco se atrevía a mirarla, solo se quedó callado, pero toda esa seriedad no era rara de él, ni de extrañarse para todo el que lo conociera incluyendo a Rapunzel, por lo contrario ella siempre demostraba algo que nada ni nadie esperaba de ella, y Cloud nunca hubiera imaginado que estaba a punto de descubrirlo.

- Estoy dispuesta a hacer lo que quieras, si me dejas ir, y dejás ir a mis hijos también.-

El tamaño de los ojos de Cloud se incrementó, sin ninguna otra expresión, "¿Pero que me está ofreciendo?", ni siquiera le dió tiempo de asimilar esa pregunta cuando de manera automática le respondió...

- ¡¿E ir a dónde?! ¿Con Mérida? ¿A otra ciudad? ¡¿A la mitad del maldito océano...?! No importa a dónde vayas, él te va a encontrar.-

Derrotada y resistiendo las ganas de llorar, aceptó la cruda verdad que Cloud le había dicho, en respuesta se quitó el cinturón de seguridad y salió del auto, en cuanto supo que ya no estaba a la vista de Cloud sus lágrimas escaparon, se sentía secuestrada, realmente lo único que quería era salir corriendo con sus hijos sin detenerse hasta llegar lo más lejos posible, dónde Noctis ni ningún otro Lucis pudiera encontrarla, pero la realidad cada vez era más desesperante, como niña regañada por sus padres subió las escaleras se metió a la primera habitación que encontró abierta y se acostó sobre la cama para llorar, no podía negar que se sentía sola, que no tenía a nadie ni nada en el mundo, pues aún incluso siendo la madre de Hiro y Wilbur, sentía que cada uno de sus hijos eran una propiedad que le pertecian a Noctis.

Pasaron las horas, y aún no había noticias de nadie ni nada del acontecimiento que pasó esa mañana, Cloud entró a la recamara doble que estaba reservada especialmente para los niños, entonces vió a Rapunzel sentada sobre la cama de Hiro, estaba arropandolos y dándoles las buenas noches, por lo que el rubio no se atrevió a entrar, y solo se quedó observándolos recargado en el marco de la puerta.

- Buenas noches.-

Le dijo la rubia a Hiro y le dió un beso en la frente, después pasó a hacer lo mismo con Wilbur.

- Buenas noches mamá.-

Le respondió el pequeño mientras la veía dirigirse a salida.

- Buenas noches tío Cloud.-

- Buenas noches niños.-

Les respondió el rubio y apagó la luz para después cerrar la puerta, con la certeza de que tenía que hablar con Rapunzel por la anterior conversación que habían tenido en el auto, la siguió hasta su habitación, al igual que hace un monumento no entró, solo se quedó recargado en la puerta y de igual manera ella estaba sentada en la cama.

- Lo que pasó hace rato...-

- No fue en serio, perdóname, hoy ví a mis hijos al borde de la muerte y esa es la razón principal por la que quiero dejarlo, creí haber visto una oportunidad, estaba desesperada y lo dije sin pensar.-

Heridas de Amor (Hiccunzel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora