Comenzaba a extrañarle que ella no estuviera, por no decir que comenzaba a enfadarse y preocuparse en realidad, "¿O quizás estaba asustado de que ella lo hubiera dejado?", si, esa posibilidad empezó a aparecer en su mente. En cambio Rapunzel sigilosamente estaba escondida a sus espaldas, detrás de la puerta, la tranquilidad del pelinegro volvió cuando sintió sus suaves manos cubrir sus ojos, dándose cuenta de que era un juego para ella.
- Llegas temprano.- dijo mientras aún le cubría los ojos.
"Éste, sería un juego que ella no ganaría", pensó, aún con las manos de ella cubriéndole los ojos, se agachó un poco para cargarla en su espalda, solo debía caminar unos pasos para llegar a la cama y una vez la sintió con su pierna la arrojó a ésta para justo después ponerse en sima de ella.
- Quería estar contigo.- le dijo antes de que ambos se dieran un pequeño beso.
- Entonces hay que aprovechar el tiempo que estés aquí.-
Los pequeños besos y caricias que le daba la chica eran suficientes para seguir así sin detenerse, pero volteó a ver la pequeña caja que tenía el conejo que sus hijos le habían pedido y sabía que si no se los entregaba ahora posiblemente no lo haría después, "no, eso era una escusa", amaba a Rapunzel y quería pasar tiempo con ella pero también quería pasar tiempo con sus hijos, por lo que optó por ir con ellos un momento, y después se aseguraría de tener a Rapunzel por el resto de la noche.
- Mmm... Sabés que si mi amor, pero antes tengo que ir a ver a los niños.-
Prácticamente a éso Rapunzel no tenía objeción, sabía que Noctis era un buen padre y eso era de las pocas cosas que la habían ayudado a... "¿Enamorarse de él?".
- Tienes razón, seguramente te han estado esperando todo el día.-
Noctis le sonrió, pero en seguida se dió media vuelta levantándose de la cama para dirigirse a la salida...
- ¿Después de lo que hicieron hoy...? no lo creo.- dijo en vos baja prácticamente para si mismo, pero aún así a Rapunzel le pareció oír...
-¿Lo que hicieron?- se preguntó confundida.
Quería salir de la duda pero Noctis se había ido con la caja con la había entrado anteriormente, por lo que tendría que esperar para preguntarle que era lo que sus hijos habían hecho.
Noctis se dirigió a la habitación de Hiro y Wilbur, así es, a pesar de que la mansión era lo suficientemente grande y tenía habitaciones de sobra tal parecía que los hermanos eran lo suficientemente unidos como para empeñarse a compartir la misma habitación, o lo que era más seguro, "eran compañeros de travesuras y así les era más fácil planificarlas".
Una vez entró a la habitación vió a Wilbur en el suelo dibujando y Hiro como de costumbre jugando videojuegos, cómo ninguno se había dado cuenta de su presencia, decidió escuchar lo que fuera que sus hijos estuvieran hablando.
- El plan salió mejor de lo que esperaba.-
- Si, yo hice todo.- respondió Wilbur cómo si fuera obvio.
- Si, pero yo hice el plan, para Penny, solo espero que papá no se enteré o nos va a castigar.-
Lo sorprendente de la palabra "castigar", era que Hiro la había dicho sin la menor preocupación, parecía que no le interesaba en lo más mínimo ser castigado por sus padres, y en efecto así era. Hiro era un niño demasiado inteligente, que incluso pasar horas encerrado en su habitación no quitaba que tuviera la mente ocupada.
- No se enterará.- con igual seguridad le respondió Wilbur.
Noctis no sabía si reír por lo que hacían y decían sus hijos o molestarse por el hecho de que no se hayan dado de cuenta de que de alguna manera sin intención, ellos mismos acababan de delatarse, pero bueno, era tan poco el tiempo que pasaba con ellos que no tenía la intensión de convertir esos momentos en un mal rato.
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Heridas de Amor (Hiccunzel)
Fiksi PenggemarRapunzel Corona es una joven de 17 años que se puede definir como la chica perfecta, lamentablemente para ella cuando su belleza termina por cautivar a Noctis; el hijo del jefe de la mafia de los Lucis, Rapunzel se da cuenta de que la perfección de...