Heridas de Amor (Hiccunzel)

Nuevo Jefe

- Te voy a matar, Hiccup Haddock.-

Dijo Zack para después desquitar su coraje arrojando bruscamente el escritorio de su oficina, como si éste no pesará un gramo, tenía tanto odió, se sentía desesperado y no era para menos, no tenía idea de dónde estaba su hermano o si siquiera seguía vivo, y para colmo, Ignis y Jack estaban siendo atendidos en el hospital, dos de sus mejores hombres estaban graves, pero al menos seguían con vida, aunque éso para él, no era lo suficientemente reconfortante. Cloud entró a la oficina con su típica postura de hombre serio, observó alrededor y vió el desastre de objetos rotos y muebles desordenados que Zack había hecho para desquitarse, a diferencia de su primo, no era que él no estuviera alterado o incluso también quisiera desquitarse con algo, pero sabía que al menos uno de los dos debía mantener la cordura.

- ¿Que vamos a hacer?-

- ¡No podemos hacer nada...!-

Respondió Zack entre dientes.

- ...no, tenemos idea de dónde buscarlo, mientras tanto, no se lo digas a Rapunzel, invéntanle lo que sea.-

Le ordenó, para Cloud no fueron necesarias las preguntas, con sólo verlo y escucharlo el rubio comprendía muy bien como se sentía, su tono de voz era quebradizo, pero después de todo la angustia era la misma para ambos, los dos se sientan impotentes de no poder hacer nada al respecto, estúpidos de no haber previsto está situación y no contar con un as bajó la manga para enfrentarse a Hiccup, pero Zack se sentía aún peor que Cloud, pues él se creía culpable por haber inducido a Noctis a hacer un convenio con el Vikingo, sencillamente se sentía derrotado y culpable de lo que sea por lo que su hermano esté pasando en este momento.

(...)

Siete velitas de un pastel se apagaron, y varios adultos y niños aplaudieron festejando a la pequeña cumpleañera, Violeta Haddock, Hiccup se acercó a cargar y besar en la mejilla a su pequeña hija, mientras su hermana Elsa estaba del otro lado de su sobrina para ayudarle a cortar el pastel, Hiccup no solía estar presente en las fiestas de cumpleaños de su hija, pero está vez se sentía relajado debido al acuerdo de paz que estaba a poco tiempo de sellar con Noctis, por lo que decidió hacer una excepción, pues tenía un tiempo de sobra que podía aprovechar para estar con su hija y no estaba arrepentido de su decisión, si bien le había entristecido no haberse encontrado con Astrid en la fiesta cómo lo había planeado, el pasar tiempo con sus hermanas y Violeta como si fueran una familia normal, había merecido la pena.

- Me da gusto que estés aquí.-

Le menciono Anna con una notable sonrisa.

- A mi también, aunque por mi culpa Astrid no haya querido venir.-

- No es tu culpa, ella quiere mucho a Violeta, sólo dale tiempo.-

Hiccup volteo a ver a su hermana de reojo, sabía que el "no es tu culpa" era una mentira, pero apreciaba su esfuerzo por levantarle animo, normalmente no solía tener conversaciones así con sus hermanas por lo que Hiccup empezó a disfrutar del inusual momento, pero en cuestión de minutos Flynn apareció de la nada y le robó a su hermana, no fue algo de extrañarse para Hiccup, sin embargo la presencia de Flynn le hizo recordar inmediatamente a Hans, y preguntarse «¿Porque él no estaba en la fiesta?», sin embargo dónde Hans estuviera ahora poco le importaba, decidió no darle importancia y seguir disfrutando de el tiempo que pasaba con su familia, le gustaba ver a sus hermanas felices, a Anna estando con Flynn y a Elsa pasando tiempo con Violeta, entonces se dió cuenta de que en pocos días finalmente sellaría un convenio con Noctis, y su guerra finalmente terminaría, después de eso podría dedicarle más tiempo a su hija, y quién sabe, quizás hasta comenzar a buscar una relación seria, si es que no lograba reconciliarse con Astrid, pero lo primordial era asegurarse de que Violeta tomará el camino que él consideraba mejor para ella, pues que su hija se dedicará a lo mismo que él, estuviera en peligro o se convirtiera en enemiga de los Lucis, era algo que definitivamente no quería para ella.