NUESTRAS PRIMERAS VECES - KYMANTOBER (KYMAN X KINKTOBER)

Día 8: ¿Todavía te atraigo? (Piss Play)

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.

Advertencia: contenido gráfico y referencias en broma al Holocausto. Este texto no debe ser tomado en serio en cuanto a ese tema, por supuesto.

Aclaración: Este tema en específico no es como lo mío ja ja, así que lo haré cortito.

I said a lot of stupid stuff, I think that I was growing up

What kind of love don't hurt so bad?

What kind of love don't feel this way?

What kind of love would make me fall?

— Childish Gambino, "What kind of love"

Estaban en exámenes finales, claro que necesitarían desestresarse un poco. Ya casi no había gente en los dormitorios donde estaba Kyle, así que invitó una noche de fin de semana a su novio, Eric. Le había prometido que tendrían un poco de acción una vez que tuviera todo listo para sus exámenes.

De un tiempo para acá han tenido problemas a la hora de la intimidad. Primero pensaron que se trataba de la presión de la universidad y de los demás proyectos que tiene cada quien por su cuenta. Que se trataba de algo tan simple como el distanciamiento. Pero cuando comenzaron a intentarlo, notaron que de repente les faltaba esa chispa, eso que antes llegaba solo.

¿Ya no se gustaban?, ¿se habían aburrido? ¿A la otra persona le gustaba alguien más?

Era difícil saber cuándo ambos no se decían demasiado al respecto y trataban de pasarlo como algo normal. Entonces un día Eric había llegado con una propuesta: juguetes, sogas y una cosa para nalguear que parecía un remo cortado. Todo había mejorado de repente, sí, pero habían enfermado de poder cuando Kyle agregó bolas chinas, y Eric un antifaz y plumas, y Kyle cadenas y ropas breves de cuero.

Y de repente ya eran esos sujetos con collares y sogas, como si tuvieran toda una jauría como mascotas. Habían aprendido todas las formas del BDSM, porque así de intensos eran para tratar de salvar su relación. Era difícil de explicar porque para ellos mismos era difícil de entender.

Para esa noche de estudio habían tenido algo planeado.

De hecho, Kyle lo recuerda como si alguien hubiera chasqueado frente a sus ojos y de repente reaccionara. Todo porque había volteado hacia la pantalla y se había topado con un chico en cuclillas que recibía gustoso la orina de un círculo de erecciones sin rostro.

Orina. Pipí. El pis de alguien. El chorro dorado. La fuente sucia de los deseos. El arcoíris con hepatitis.

El agua de riñón.

Ahí marcaba su línea, ése era su límite. De verdad odiaba tanto el pis.

— Espera, espera... —murmuró y tomó a Eric de los hombros para separarlo de sí. El castaño lo observó con ligera duda, pero sólo se hizo a un lado para recostarse también. Kyle apagó la televisión y prendió la lámpara de su lado para ver de nuevo a su chico. Observó un momento la pintura negra encima de su labio y después su traje militar de la WW2. Seguro si su madre los viera ya lo habría desheredado, pero aun así creía que Eric lucía muy bien con su traje de nazi. Aunque el pijama de rayas que llevaba él hacía un poco más turbio el asunto. ¿Y qué decir de los calzones de cuero debajo?

— ¿Pasa algo? ¿Te duele algo, Kahl? — Eric se recostó de lado para seguirlo viendo en una posición más cómoda. Kyle se quedó en silencio, soltó un suspiro y posó una mano sobre un brazo de su novio.

— Sólo estaba pensando... ¿por qué necesitamos todo esto para tener intimidad? ¿Nos da tanto miedo volvernos aburridos?

Eric se acomodó de vuelta, pero esta vez para sentarse y recargarse en la cabecera de la cama. Se sacó el sombrero militar y se rascó una mejilla.

— ¿Hubo algo que te incomodara? Yo te pregunté si estaba bien que los usáramos de nuevo...

— No —interrumpió Kyle—. No es por los disfraces. Bueno, quizás un poco. Pero... Creo que es todo. Todo junto.

— Mh. Bien, te escucho — Eric se cruzó de brazos y le fijó la mirada a su pareja.

— Antes no necesitábamos esto para hacerlo. Carajo, con verte pasar por el campus deseaba ir a darte un beso y que ya fuera de noche para colarme en tu dormitorio.

— Sí, sé de qué hablas... Podríamos volver a lo vainilla, si a eso te refieres. Vale la pena intentar, ¿no? —dijo Eric sin dejar de estar atento a la expresión de Kyle, quien se removió en la cama para subirse en sus piernas.

— ¿Todavía te atraigo? —preguntó mientras posaba sus manos sobre los hombros de Eric.

El castaño tardó un rato en analizar de dónde venía esa pregunta y con qué intención estaba dicha. Había arrugado el entrecejo y ladeado la cabeza.

— Pft... Judío, eres el novio más sexy que he tenido. Por supuesto que sí. ¿Y yo te atraigo todavía?

Kyle asintió con severidad y ambos se acercaron para darse un beso breve.

— ¿Pasó algo o pensaste en algo como para detener todo? — volvió a preguntar Eric con un tono paciente, mientras sus manos se distraían al acariciar la espalda baja del pelirrojo.

— Pipí —Kyle arrugó la nariz al admitirlo.

— ¿Eh?

— Pipí... —repitió Kyle en un suspiro—. En la pantalla, empezó un video diferente al que estábamos viendo antes. Alguien recibía... eso... de muchos otros alguienes.

— Y te causó impresión — supuso Eric.

— Más que eso, asco. Bueno... no sé. No me siento sensual o caliente al ver algo así. Pero últimamente... siento que tampoco lo siento cuando tenemos algo. Como que está forzado.

Eric alzó las cejas al escuchar la última parte y Kyle se acercó a abrazar sus hombros, aunque recibiera tarde la respuesta de los otros brazos.

— Podríamos hablarlo... con alguien —propuso Eric poco a poco, como si estuviera reconociendo el camino de una manera lenta, pero que de cierta manera le provocaba vergüenza. Él ya tenía un historial de ayuda psicológica, pero siempre era un tema tabú para él, incluso con su propia pareja.

Sin embargo, en algún punto de su relación le había dicho a Kyle todo el abuso que sufrió de pequeño. Tal vez por ello lo había apoyado en este tipo de ideas para "mejorar" la acción en la cama, pero ahora sentía que no les iba muy bien en ese asunto.

— ¿En serio? Digo... Podemos intentarlo, sólo si te sientes cómodo y totalmente bien con eso — aclaró Kyle sin dejar de ver al castaño.

Estaban siendo todo besos cariñosos y abrazos, pero lo más seguro era que se vieran como unos soquetes totales vestidos de esa manera.

— Kyle, te amo mucho como para ignorar nuestros problemas. Quiero estar mucho tiempo más junto a ti y que disfrutes mucho de todo nuestro sexo sin pis. Te juro que jamás habrá pis.

Kyle soltó unas risas ante lo último, pero estaba bastante conmovido para dejar pasar ese buen discurso.

— Yo también te amo, Eric. Aunque todas las noches me dejes abandonado en el campo de concentración...

Ambos echaron a reír y poco después siguieron con varios besos castos.