Nadie lo supo, nadie se enteró ni me ayudó.
Nadie jamás me descubrió y pude pasar desapercibida. Fingiendo ser normal cuando puedo ser todo menos eso.
Soy Caillech Zechnner. Soy de Viena, Austria y estoy dispuesta a vivir mi vida bajo las sombras si...
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El frío de la noche golpea mi rostro, no dudo ni un segundo de lo que voy a hacer.
Los chicos paran la camioneta y bajan detrás mío.
— Aún no llegan — Menciona Johann y guarda sus manos en los bolsillos de su chaqueta.
—Ves Hagen, llegamos más antes que ellos. —Mi amigo me mira aun enojado y sonrío divertido. Molestar a Hagen siempre será uno de mis pasatiempos favoritos.
—Jódete, Killeth. —Exclama desde atrás
Suelto una risita y me recuesto en el auto.
Jakob está a mi lado izquierdo, Johann a mi derecho, Nils, Horst y Blaz están atrás de nosotros, cubriéndonos la espalda, mientras que algunos aún siguen en los autos pero sé que Joker ya está en su posición al igual que Saoul y obviamente todos los demás igual están aquí.
Los cuatro primeros llevan las armas más grandes por si algo pasa, Nils que tiene las llaves a la mano y está más cerca de la puerta de piloto para poder escapar si los Pusher tienen planes diferentes, pero como siempre igual tenemos a Joker y Saoul que están ubicados en un lugar estratégico para disparar, pues son nuestros francotiradores.
— Esto tal vez sea una masacre — Hagen aparece de las sombras seguido por los que iban en el segundo alto. Él, mi mano derecha y mejor amigo del alma se posiciona a mi lado.
—Tranquilo, tenemos todo controlado. —Le aviso y saco un cigarro del bolsillo de mi chaqueta.
—Hey, Albine ¿Me pasas el encendedor?
—Sí —. se acerca a mi y me pasa el aparato. —toma.
—Gracias. —Me limito a decir y una vez que acerco el fuego al cigarrillo e inhalo de este, puedo sentir algo de paz.
Se podría decir que fumar en plena noche o día siempre fue mi refugio.
— Creo que nos quieren emboscar. — ¡Y Hagen destruye mi tranquilidad, señoras y señores! ¡Denle un aplauso por no dejarme en paz ni un segundo!
Abro los ojos y le dedico una mirada de pocos amigos para así los dos caminar un poco, a un lugar algo más alejado del resto.
— No lo creo.
— Yo sí.
— Tenemos al hermano menor de Claudius... No nos pueden hacer nada.
— No a nosotros pero sí a Killian y el apenas tiene 15 años, ni siquiera sabe de esto, él apenas es un niño aún. —La preocupación en su rostro es clara, tiene miedo por su pequeño hermano.
— Hey — .lo llamo y Hag me mira, pongo una mano en su hombro e inhalo un poco de mi cigarrillo. —no te preocupes, él va a estar bien. — Hablo y el humo es expulsado de mis pulmones.
