Nadie lo supo, nadie se enteró ni me ayudó.
Nadie jamás me descubrió y pude pasar desapercibida. Fingiendo ser normal cuando puedo ser todo menos eso.
Soy Caillech Zechnner. Soy de Viena, Austria y estoy dispuesta a vivir mi vida bajo las sombras si...
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Canción recomendada:
FÉLIX WAGNER
—¿Estás seguro de eso? — Le pregunto a Sascha no tan convencido por lo que acaba de mencionar.
—No vendría hasta aquí a perder mi tiempo si no fuera de verdad Wagner — El castaño me responda con simpleza.
Dejo la puerta abierta y me voy a sentar en el sofá de mi casa. Esto no puede ser cierto.
—Rauscher — Lo nombro por el apellido y lo miro a los ojos incrédulo.
—Ya lo sé Wagner, no es necesario que lo digas — Entra a mi casa y cierra la puerta.
¿Cómo mierdas puedes estar tan calmado con eso? No lo entiendo, simplemente no lo hago.
— Es imposible... ella... — Tartamudeo un poco, sigo procesando todo. Me revuelvo el cabello de forma algo desesperada.
— Está aquí... La ví hace unas semanas, pensé que alucinaba porque la extraño, pero no — Sascha se acerca y se recuesta en la pared con los brazos cruzados.
— Ella volvió Félix... Y dudo mucho que esté sólo de visita — Lo miro y mi ceño se frunce al instante, recuerdo a la perfección lo qué pasó hace ya casi un año.
— Es imposible... Ella se fue, yo lo ví Sascha — Estoy más confundido ahora, me levanto del sofá y comienzo a dar vueltas por la sala.
— Si es que volvió como tú dices ¿Por qué lo haría ahora? ¿Por qué esperar tanto tiempo? — Cuestiono y me detengo para ver al ojiazul.
—Sólo hay una razón para eso Félix.... Will Rache. — Quiere venganza
Mierda, si volvió es porque ya lo sabe, ya sabe quiénes estuvieron presentes ese día. Ese maldito 17 de septiembre, a la media noche, es porque ya lo descubrió.
Ella volvió...
Elevo mi mirada hasta encontrarme con la de Rauscher, él lo sabe y yo lo sé, está mas que claro y obvio ¿Pero por qué?
—Hey... —Sascha me llama y sacudo mi cabeza unos milisegundos, volviendo a la realidad.
—¿Por qué me hace esto Sascha?
—No lo sé, Félix, quisiera saberlo pero esta vez no tengo la respuesta a tu pregunta.
—Debes saber algo, siempre eres quien sabe todo y no se le escapa nada... —Prácticamente le suplico al chico.
—Lo siento, amigo. —Sus disculpas son sinceras, claro que lo son.
—Yo.... En ese caso...creo que debo alejarme... Debo irme, eso debo hacer ¿Cierto?
Sí, estaba perdido. No sé como reaccionar a algo de esta magnitud, no sé como manejarlo.
—No, no debes irte, Félix, no es necesario. —Elevo mi mirada hacia arriba, seguramente es obvia la poca esperanza y la desesperación que tengo.
Miro al chico pelinegro, paredo frente a mí, él se relame los labios y se sienta a mi lado.
—No necesitas irte o huir de Viena, para no tener que ver a tu hermana.
—Ella está muerta, Rauscher. —Hablo en un murmuro demasiado débil.
—Sabes que no. —La obviedad con la que lo dicha me enoja un poco.
—Pues sí, ella tuvo un accidente y murió, me dejó aquí, destrozo a nuestra familia y se hizo un funeral en su nombre. Así que... ella esta muerta.
Sueno como un loco, pero bueno, tal vez lo esté.
La sala se funde en un silencio algo tenso pero tranquilo al mismo tiempo, dejo caer mi espalda contra el sofá y paso mi mano por mi cara y luego mi cabello.
La única persona que me vio y me puede ver así es Sascha, es el único que me conoce en verdad a pesar de que ya no somos amigos, él sigue estando ahí para mí.
Creo que a fin de cuentas, él siempre va a estar allí para mí, porque muy en el fondo los dos seguimos siendo mejores amigos.
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Me perdí, lo sé, lo siento muchísimo.
Igual, no olviden que los quiero mucho y espero que su 2022 esté iniciando como ustedes quieren.
Bueno, nos vemos en el siquiente capítulo (prometo no tardar tanto)
Aquí sus teorías sobre los dos chicos austriacos y apuestos
