Nadie lo supo, nadie se enteró ni me ayudó.
Nadie jamás me descubrió y pude pasar desapercibida. Fingiendo ser normal cuando puedo ser todo menos eso.
Soy Caillech Zechnner. Soy de Viena, Austria y estoy dispuesta a vivir mi vida bajo las sombras si...
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—Buenos días —Digo con la voz sin ganas de hablar y entro a clases, el profesor me mira de forma extraña.
Deben pensar que Caillech es loca, ay no, esperen, ya lo está Aisha se ríe y yo ruedo los ojos internamente.
Trato de atender a clases, pero un papel, no, mejor dicho, varios papeles en forma de pequeñas bolitas chocan contra mi cuerpo. Me doy la vuelta para buscar al responsable.
Sascha Rauscher, el chico más alegre, comunicativo, buen alumno, divertido y parte del consejo estudiantil me sonríe con inocencia.
—¿Qué quieres Rauscher? —Pregunto en un susurro con hastío.
—¿Tienes algún lapicero? —Me pregunta y ruedo los ojos, busco en mi estuche y le doy un lapicero.
—Ahí lo tienes —Le digo en forma aburrida e intento prestar atención a clases.
[...]
—¡Hey Zechnner! —Alguien me llama y me volteo.
—Oh, eres tú —Le respondo y doy media vuelta sobre mi propio eje.
—Tú bolígrafo —Sascha me sonríe y yo tomo mi bolígrafo de sus manos.
—Gracias, pero no era necesario —Le respondo sin ganas de hablar y me doy la vuelta para poder caminar sola.
—Eh... ¿Caillech? —Sascha me llama y me detengo para girar un poco mi cabeza.
—¿Sí? —Le pregunto en casi un susurro. Veo por el rabillo de mi ojo que él se acerca.
—¿Te puedo acompañar? Claro si es que tú quieres —Se rasca la nuca con algo de ¿nervios? ¿Por qué estaría nervioso? Digo, no soy nadie especial. En realidad, no soy nadie.
Sólo soy una figura, una personalidad que es parte de un trastorno, yo no puedo ser considerada como alguien, soy... Nada y al mismo tiempo todo.
—Si quieres —Le respondo suave y sigo caminando, mis manos se aferran a los sujetadores de mi mochila. Escucho sus pasos y en unos segundos está a lado mío.
—Caillech ¿Te puedo preguntar algo?
—Ya lo hiciste Sascha —Le respondo y me dedico a mirar el piso color crema de mi escuela, en la cual me di cuenta que aún se nota la nieve en los pisos a pesar de que se supone que la libran de nieve cada mañana y puedo ver mi reflejo... O bueno el de ella.
—Cierto. En ese caso ¿Te puedo hacer dos preguntas? —Me mira y una pequeña sonrisa se asoma en mi rostro.
—Te escucho —Le digo y creo que soné algo amable.
Ay no, me estoy convirtiendo en Yera
—¿Por qué ayer dijiste que te gusto? —Su pregunta me descoloco un poco y me detuve en seco.
Así que esa es la razón por la cual está así. Levanto mi vista del suelo y miro sus azules ojos.
Ojos que se parecen al océano mismo, un color único mezclado con algo de esmeralda. Ese brillo casi imperceptible que sólo puedes notar si estas cerca de él debido a sus lentes, que lo hacen ver muy guapo, y no sólo eso, le dan ese estilo intelectual, divertido e inocente, pero al mismo tiempo te dicen que él es un chico normal, uno popular y sin estar en algún equipo de la escuela o ser conocido por algún rumor. Sascha Rauscher es belleza, inocencia y al propio tiempo puede ser egocéntrico, guapo y caballeroso.
—Yo... —Lo miro sin saber que decir. No recuerdo quién estuvo en la luz ayer, pero lo más seguro es que fue Aisha. Sino de otro modo no creo que Ophilia o Yera lo hayan hecho o incluso la misma Caillech.
—Por nada ¿Estás seguro qué fui yo? —Le pregunto rogando que no sea cierto y alguna de las chicas no hayan arruinado lo que me queda de ganas para vivir.
—Bueno no conozco a ninguna chica de ojos violeta tan bonitos, o que tenga el cabello como la blanca y delicada nieve —Me sonríe y no puedo evitar sentir ternura. Es primera vez que alguien me llama bonita, o al menos cuando estoy en el foco.
—Entonces... Supongo que si lo hice —Respondí dudosa y esboce una muy pequeña y tímida sonrisa
Él se acercó y besó mi mejilla, en este preciso momento siento como estas se calientan y lo más probable es que esté sonrojada.
—Ven, sígueme —Me sonrió haciendo aparecer sus hoyuelos, aparté la vista de él y decidí seguirlo.
Las clases por mi parte ya habían acabado y no teníamos clases de violín hoy, sí, a pesar de no ser Caillech debíamos cumplir sus responsabilidades, por eso, siempre que estamos en exámenes es Yera quien hace presencia esos días, otra razón por la que nuestras notas son impecables, gracias a ella.
Fruncí el ceño y me dedique a seguirlo hacia las afueras de la institución.
¿A dónde me llevas, ojiazul?
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¡Volví! Y con nuevas noticias.
Pero primero ¿Qué les pareció el cap?
¿Qué tal les parece el lindo y misterioso Sascha?
Bueno, aquí las noticias:
Decirles que acabo de ancontrar a un humano que se super asemeja a como imagino a este ser misterioso, sí, Sascha.
Otra noticia es que, quiero que pasen un hermoso halloween y pues para el 31 les daré una sorpresita, de mi para ustedes. :D
Los quierooo gente bonita.
Ayy me olvidaba, sé que no somos muchos pero si me ayudan a encontrar un nombre para nuestra ¿comunidad? ¿grupo? les agradecería un montón.
