My Pretty Criminal

•25•

_¿Qué haces, Mailo Pooh?_ Joaquín  se paró detrás de dónde estaba sentado Emilio. 

_Trabajando. 

_Pero se supone que ya saliste de trabajar..._ hizo un puchero. 

_Pero si quiero hacer un buen trabajo debo entender bien el caso_ veía parte de los registros que tenía de los que Jaehwan les entrego. 

_¿Y a qué hora de terminas? 

_Cuando me cansé_ el otro soltó un suspiro y se dirigió a la cocina para abrir el refrigerador y sacar una de las cajitas de leche con chocolate, en total quedaban tres, descontando la que apenas había agarrado.

Había ido al departamento de Camilo unas cuantas veces por escapar de su hermano que últimamente quería pasar "tiempo de hermanos", lo cual no entendía para que, pero le molestaba, le gustaba tener su espacio. 

_Voy a tu cuarto_ le avisó al oficial antes de entrar y acostarse en la cama y sacar su móvil para ver una película. 

Emilio siguió leyendo todo sobre aquellos registros, en toda una semana había estado tan ocupado que no le dio tiempo de leerlos por completo, además de que hubo tres noches en las que Joaquin fue a verlo y quería tratarlo lo mejor que pudiera para que por fin lo perdonará por olvidar su cita, pero el investigador Jung y su mejor amigo lo estaban presionando, debía apresurarse. 

Unas horas después escuchó el timbre de la puerta y Joaquín salió de la habitación para abrir. 

_Gracias~_ lo escuchó hablar y después volver a cerrar la puerta.

_¿Quién era, bebé?_ preguntó. 

_Pedí comida, tengo flojera de cocinar algo_ se acercó a la mesa donde estaba el oficial trabajando_ Aquí tienes, si sigues trabajando sin comer te puedes enfermar_ le entregó una de las bolsas y regreso a encerrarse a la habitación. 

Siguió leyendo y viendo cada una de las fotos de los niños que había. 

_Camilo Gress..._ leyó. La foto mostraba a un chico de cabello negro que contrastaba con su piel blanca como la nieve y podía notar unos rasgos felinos. 

Siguió pasando las páginas y se encontró con una fotografía de un niño pequeño, con unas mejillas como de hámster y una sonrisa que demostraba su inocencia, era bastante adorable, pero no entendía porque era el único que no tenía nombre y parecía ser menor que el resto, todos parecían de cinco o más años y este parecía de dos o tres. Ahora tenía ganas de vomitar, ¿Cómo la gente le podía hacer daño a unos seres inocentes? 

_Creo que será mejor dejarlo_ murmuró y colocó un separador para saber dónde quedó. Entró a su habitación y se encontró al criminal ya dormido en su cama, con su móvil botado a un lado de la almohada, seguía encendido y reproduciendo una película, lo tomó para apagarlo, pero su curiosidad le ganó. Había una conversación abierta.   

¿Quién era esa persona?, ¿Porque citaba a Joaquín ? 

_¿Qué haces con mi celular?_ se asustó al escuchar la voz del menor. 

_Joaco... 

_¿Eres de esos que son celosos y revisan el celular?_ preguntó y se volvió a acomodar en la cama. 

_No, yo no... 

_Si quieres mañana puedes ir conmigo, no tienes porque estar celoso~ 

_No estoy celoso, además, mañana tengo que seguir trabajando_ se recostó a un lado del menor. 

_¿No te aburres de tu trabajo? 

_No, me gusta mucho mi trabajo, por eso no me aburro_ pasó sus brazos por la delgada cintura de Joaquín. 

_Algún día quiero ir contigo a tu trabajo. 

_¿Para qué? 

_Yo ya te mostré como es mi trabajo, ahora yo quiero ver el tuyo. 

_Esta bien, algún día puedes acompañarme_ soltó un bostezo_ ahora hay que dormir~ 

(...)  

_Gracias por traerme, Mailo~_ Joaco le dió un besito en la mejilla al oficial. 

_Ten cuidado, bebé... 

_No te preocupes, todo estará bien_ le dio un último trago a su lechita con chocolate_ Nos vemos luego~_ bajo del automóvil hasta aquel bar al que una vez llevo a Emilio para entregar mercancía. Ahora el mayor debía ir a trabajar, aunque le preocupaba que algo malo le pasará a Joaquín y aún tenía la duda de quién era "GD". 

El lugar estaba vacío cuando era de día, por eso fue que a Joaquín no le costó trabajo pasar hasta el cuarto donde sus cinco hyungs se la pasaban la mayoría del tiempo, pero pensó que sólo estaría Ji-yong ahí y no, ahí lo esperaban los cinco. 

_Hola~_ saludó y cerró la puerta detrás de él_ ¿Qué ocurre?, ¿Por qué están tan serios? 

_Jaco_ Seung-hyun soltó un suspiro_ nosotros decidimos que..._ miró a Ji-yong_ tú dile, no quiero que se enoje conmigo_ le susurró. 

_¿Por qué tendría que enojarme?, ¿Dónde está mi perrito?_ preguntó confundido. 

_Decidimos que volverás a vivir con nosotros_ G-Dragon soltó de repente. 

_¿Qué?