dia 2 sueño

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Tsuna despertó una hora antes de que su despertador sonara. Llevaba tanto tiempo con un horario estrictamente regulado que su cuerpo se acostumbró a madrugar para iniciar sus actividades y eso no se vería modificado ni aunque se repitiera mil veces que estaba de vacaciones.
Llevaba ya tres días en casa con su familia y realmente estaba pasándola muy bien junto a sus hermanos y su madre.
Sin importar lo que sucediera aprovecharía ese tiempo al máximo pues no sabia cuando podría tener otro descanso. Ahora que lo pensaba era muy extraño que su jefe le concediera dos meses completos de descanso cuando anteriormente no dudaba en trabajar hasta domingos y feriados.
No, no debía pensar en el trabajo y su jefe. Estaba pasando un tiempo con su familia. Necesitaba relajarse. Ya casi habían ultimado los detalles para finiquitar aquel problema por lo tanto podían respirar tranquilos.
Tal vez ya era hora de empezar a planear su siguiente paso.
No negaría que llego a tomarle gusto a su trabajo. Muy a pesar de lo exigente e irrazonable que podía llegar a ponerse su jefe. Pero tampoco puede engañarse. Si no hubiese sido por el problema de salud de su madre y la idiotez que había cometido el intento de padre que tenía definitivamente no hubiese buscado un empleo con tanta carga horaria.
A Tsuna le gustaba más un rubro donde pudiese interaccionar con las personas de forma más amena.
Llevar esa postura seria y distante le causaba un gran agotamiento mental. Incluso mas que el comportamiento caprichoso del Arcobaleno.
Y otra vez ¿porque estaba pensando en el azabache mayor? La idea era poder olvidarse de su trabajo.
Sacudió su cabeza se desperezo y se dirigió a asearse. Una vez finalizada su rutina fue hacia la cocina. La casa estaba completamente tranquila. Obviamente los hábitos de los otros residentes eran más normales que los suyos y ellos si aprovechaban las vacaciones al máximo.
A ritmo lento preparo un abundante desayuno para todos. Cuando ya estaba en las ultimas etapas de la preparación se encamino a despertar a su familia.
Ver el entusiasmo en el rostro de sus tres hermanos era el tipo de reacciones que quería obtener al cumplir con su trabajo.
Luego del desayuno acordaron salir a dar un paseo por lo que preparo unos bocadillos mientras todos se abrigaban bien.
Pasearon por un parque cercano donde desplegaron una manta bajo un árbol donde su madre pudiese disfrutar cómodamente.
Tsuna salió a correr junto a sus hermanos tras una pelota. Llevaban un par de horas disfrutando de diversos juegos cuando el castaño se distrajo por un momento al ver una figura familiar.
Ya debía estar alucinando por permanecer tanto tiempo bajo el sol. No podía ser que su jefe estuviera en ese parque. Sacudió la cabeza para despejarse un poco y volvió a fijar la vista donde supuestamente estaba Reborn, pero como había sospechado no estaba en aquel sitio.
Luego de esa alucinación y de comprobar la hora decidió que ya habían pasado demasiado tiempo al aire libre por lo que llamo a sus hermanos y juntos reunieron todo lo que habían traído y ayudaron a su madre a levantarse para regresar a casa.
Desde esa alucinación no ha parado de ver a su jefe por diversos lugares de su ciudad natal, aunque con looks informales y posturas más relajadas. Por lo visto el pasar más de tres años junto al azabache mayor ya le afecto por que su jefe no tendría motivo alguno para estar en su ciudad natal y menos en un estado tan relajado.
 Reborn Arcobaleno era un hombre cuya única preocupación era llevar a la cima su compañía, siempre con una actitud firme y profesional que logro Tsuna logro imitar a la perfección.
Con el avance de los días las alucinaciones de su jefe ya no solo eran durante el día. Estas apariciones empezaron a colarse también en sus sueños creando escenas completas donde compartía junto al azabache largos paseos por las calles de la ciudad.
Extrañamente esos sueños se iban modificando y complejizando hasta ver reuniones familiares a las que llegaba con el azabache. Sus hermanos le llamaban de forma cariñosa al mayor su madre lo trataba de forma cálida y familiar. Y el Arcobaleno también los trataba de forma muy cercana aunque no lograba verle el rostro se imaginaba que estaba relajado y disfrutando de la compañía.
Luego de un mes de supuestas vistas del azabache y de sueños largos y variados, pero siempre con el mismo eje la idea de un Reborn menos rígido y estricto capaz de relajarse y dejar de lado el trabajo por algunos días para compartir con personas fuera del ámbito empresarial y sin ningún plan de negocios ya se estaba convirtiendo en una obsesión.
Pero no encontraba una manera de conseguir ese objetivo. Y ahora que lo analizaba un poco ¿Por qué quería lograr ver eso? ¿desde cuándo su mente se llenó de pensamientos y planes para mejorar la calidad de vida del azabache?
Eso estaba fuera de sus obligaciones, además nada le aseguraba que realmente los eventos que veía en el mundo onírico fuesen realmente una mejora para la vida del azabache.
En lo único que debería concentrarse es en cumplir con su trabajo tan eficientemente como lo estaba haciendo hasta ahora hasta que pudiese cubrir todos los gastos y deudas generados en los últimos años.
Si sus cálculos no están mal para el próximo año podría cumplir con esas obligaciones. Entonces tal vez debería buscar un candidato para entrenarlo para que lo reemplace.
Ese pensamiento hizo que las manos del castaño se congelaran. Por un momento le embargo la duda de si el azabache ¿aceptaría sin problemas su renuncia? o tal vez ¿intentaría convencerlo de que se quedara?
¿Qué rayos le importaba a él como manejaba su jefe su estilo de vida? ¿Porque sentía curiosidad sobre la reacción del mayor sobre su partida?
Esto se estaba poniendo bien raro. No entendía ya ni su propia forma de pensar. Ni mucho menos los sentimientos que aquellas ilusiones y sueños le estaban generando.
Solo esperaba que todo lo que estaba empezando a descubrir no le causara problemas en sus labores. Lo mejor será aprovechar el tiempo que aún tiene de descanso para poder poner en orden su cabeza.
También debería ignorar aquellos extraños sueños que seguramente solo fueron fomentados por su excelente tiempo de calidad en familia y el deseo de que todos los que lo rodean puedan disfrutar de algo similar.
aunque aún no logra explicarse por qué quien lo acompañaba en su imaginación era el azabache gruñón.
 
 
 
 
 
 
 

R27 week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora