dia 3 secreto

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Los dos meses de descanso que el azabache había autorizado llegaban a su fin la próxima noche por lo que Tsuna con total calma empezó a armar su equipaje.
Los menores de la vivienda estaban tristes pues no sabían cuánto tiempo tardarían en volver a ver a su hermano mayor.
 Lo mismo sucedía con su madre. Ella estaba muy decaída ante la próxima separación y si a eso se le sumaba los efectos secundarios del tratamiento que estaba llevando adelante había que admitir que su semblante era el más abatido.
Tsuna no podía negar que también se sentía un poco deprimido ante la idea de separarse de su familia, pero tampoco podía negarse que muy en el fondo le alegraba poder regresar al trabajo.
Su vida en los últimos años estaba regida por una estricta rutina y aunque lo intento no pudo flexibilizar sus hábitos, pero más importante, y muy a su pesar, debía reconocer que realmente lo que extrañaba era interactuar con su jefe.
Intento ignorar las nuevas sensaciones que se empezaron a despertar por la ausencia del mayor, pero le fue casi imposible, los sueños de convivencia fuera de lo laboral con Reborn se acrecentaron a medida que el día de volver a verlo se acercaba y eso solo hacía que ansiara aún más el regresar.
Con el paso de las horas las maletas ya estaban listas y para poder compartir un último momento agradable preparo un abundante almuerzo.
Una vez finalizada la comida se despidió de sus hermanos y luego abrazo a su madre asegurándole que se pondría en contacto más seguido. Subió a un taxi hasta el aeropuerto donde abordo el vuelo que lo llevaría de regreso a su rutina.
 
Reborn estaba ansioso. A más tardar la mañana siguiente volvería a estar cara a cara con el castaño.
Estos dos últimos meses prácticamente se convirtió en un acosador profesional.
Estuvo todo este tiempo de descanso observando desde la distancia a su asistente. Y con cada día que pasaba se enamoraba más del castaño.
Verlo compartir con su familia divertirse con sus hermanos y cuidar de su madre eran facetas encantadoras que le alegraba haber descubierto aun a riesgo de casi ser descubierto y demandado penalmente por el ojimiel. Perdió la cuenta de las veces que estuvo a punto de ser atrapado en aquella ciudad.
Pero no podía evitar el querer seguir viendo al castaño. Se perdió tanto en eso que cuando tomo conciencia de las fechas solo faltaban tres días para que el periodo de vacaciones terminara.
 A regañadientes tomo un vuelo de regreso hacia su lugar de residencia.
Ahora solo podía esperar la llegada de su lindo asistente.
 Pensando en el reencuentro con Tsunayoshi debía considerar como iba a comportarse a partir de ahora.
 Quería ganarse el afecto del castaño, pero no podía actuar de forma abrupta o podría solo conseguir ser rechazado.
Lo mejor sería poner metas factibles de alcanzar. Ir poco a poco.
Considerando esta idea y recordando lo que vio en las ultimas semanas. Ya tenia claro cual seria su primer objetivo.
Le gustó mucho la actitud que presencio las ultimas semanas. Así que quería ver un comportamiento mínimamente similar dirigido hacia su persona, así que empezaría a trabajar en que su interacción sea menos rígida.
Ahora que lo piensa no sabe casi nada de su asistente. Sabe que no es necesario que conozca vida y obra de su personal, pero no esta de mas saber un poco de sus circunstancias, más teniendo en cuenta la cantidad de horas que cumplen y el ritmo avasallante que los suele hacer llevar.
 Todo este tiempo se centró únicamente en las capacidades profesionales no solo de Tsuna, sino que de todos sus empleados.
Tal vez quien debería empezar por ser menos rígido y estricto era el mismo.
Con esta nueva resolución levanto el teléfono y llamo a uno de los miembros del área de recursos humanos. Solicito los expedientes de los empleados que están más cerca de él, entre ellos el de su asistente.
La mujer que lo atendió se sorprendió ante el pedido y trato de obtener una razón para su accionar. El azabache solo dijo que tenía pensado realizar algunas modificaciones en la compañía y no dio más detalles solo le indico que no mencionara nada de esto.
Reborn sabe exactamente la cantidad de empleados que tiene bajo su mando y es consciente de que no será capaz de aprender sobre todos ellos en el tiempo que queda hasta el regreso de Tsunayoshi, por eso pidió solo la información de los más cercanos a él.
Debía ser practico y ponerse metas que si puede alcanzar.
 
Tsuna recibió el amanecer frente a la entrada del edificio donde se encuentra el condominio que habitaba junto a su jefe. Con calma cruzo la entrada y se embarcó en el ascensor.
 Estaba a minutos de volver a ver el rostro serio y quizás malhumorado, si llegaba a molestarlo con el ruido por su ingreso, del azabache y eso le estaba generando un alto grado de ansiedad y entusiasmo, pero reunió todas sus fuerzas para mantener su postura profesional.
Trato de ser lo más cuidadoso posible, pero casi pega un grito al ver una figura mal acomodada en el sillón. La repentina visión de un azabache de patillas desparramado en el mueble en una postura que seguramente dejaría varios dolores musculares casi le hizo perder todo su profesionalismo.
Vio la Tablet del mayor a un costado del cuerpo de este lo que indicaba que se había quedado dormido mientras aún estaba trabajando en algo. Trato de recordar algún asunto que requiriera ese tiempo y esfuerzo, pero no recordaba nada de ese tipo, aunque por su prolongada ausencia no podía asegurar que no hubiese surgido algo.
Luego de observar por varios segundos al de patillas fue hasta su habitación dejo su equipaje y tomo una frazada para luego regresar al living y cubrir a su jefe guardando bien en su memoria el aspecto tan tranquilo que este tenía.
Tsuna aún no entendía bien este tipo de sentimientos, pero si estaba seguro de que lo mejor era ocultarlos para no perturbar su trabajo así que sin más regreso a su recamara para desempacar y tomar un relajante baño. Este día aún estaba dentro del plazo de vacaciones así que lo aprovecharía para relajarse y poner en orden su cabeza
 
Por su parte Reborn solo abrió los ojos cuando escucho cerrarse la puerta de la habitación del castaño. Aun no se sentía listo para verlo a la cara. Aun debía asimilar la información que aprendió durante el día anterior y terminar de organizar los primeros cambios, además de encontrar una justificación para su accionar. Obviamente no podía decir que todo era para acercarse al castaño. Al menos por ahora debería guardar sus sentimientos como un secreto.
 
 
 
 
 

R27 week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora