But I love you so | Chifuyu Matsuno |

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11 de diciembre

Lindo día para no quedarse en el hospital, el clima era fresco, pero el sol brillaba como nunca. Sin embargo, desde hace 1 semana seguía en la cama del hospital.

—¿Cómo te encuentras _____? ¿Tomaste tus pastillas? Aquí está el desayuno— Dijo mi amable enfermera, era un poco parlanchina, sin embargo, era el perfecto sustituto de mi madre.

—Todo bien Lia, muchas gracias— Le contesté, hace poco pude volver a hablar, solo que no como antes, tuve que limitar mis palabras.

— Esta es tu dieta de la semana, nutrición agrego más calorías, tienes que tener más fuerzas, estás bajando drásticamente de peso, por favor has el intento de comer todo el plato ¿Sí corazón?— Dijo Lia amablemente como siempre, yo solo le respondí con una sonrisa.

Mire el plato de comida, no era mi culpa no poder comer todo, cada vez mi cuerpo lo desechaba de alguna manera y no podía evitarlo, era como estar en guerra constante conmigo misma.

Mientras comía, mi celular se llenaba de notificaciones del grupo que tenía con los chicos, estaban planeando lo que harían en Navidad.

Estábamos a 2 semanas de la festividad y yo seguía sin poder mantenerme en pie, aunque pensé que debería hacer el intento de hacerlo.

Dejé mi bandeja y puse un pie abajo de la camilla, justo después de poner el otro, perdí el equilibrio y caí bruscamente al piso.

— _____, unos amigos vinie... ¡Dios mío! ¿Estás bien?— Lia vino casi corriendo a ayudarme, mientras yo miraba a los chicos que venían con ella.

Chifuyu y Baji.

Estaban alarmados, pero no sabían que estaba pasando.

—¡Estoy perfectamente Lia! Solo pisé mal jajaja— Dije con falsa despreocupación.

—Lo sentimos, tal vez llegamos en mal momento— Dijo el rubio por primera vez.

—No, no, pasen chicos— Les sonreí tratando de que no vieran mi esfuerzo extremo por quedarme parada haciendo que mis piernas temblaban.

Lia lo notaba, sin embargo, negaba su ayuda.

Después de que los chicos pasarán y tomarán asiento, pude sentarme en la camilla de nuevo para descansar, era tonto pensar que me sentía cansada por solo pararme unos minutos.

Lia se había retirado para dejarnos hablar.

—¿Cómo te sientes _____?— Dijo Baji con tonos nerviosos.

— Perfectamente— Dije con un gesto amable.

— Has bajado mucho de peso— Hablo el rubio levantándose y dirigiendo su mirada a mi bandeja de comida sin terminar— ¿Realmente nos dices la verdad?

El ambiente se tensó rápidamente, emite una risa nerviosa tratando de relajar la conversación.

— Baji-san ¿Puedes darme unos minutos a solas con _____? —Dijo Chifuyu serio, mis nervios comenzaron a subir nuevamente.

— Oh mierda Fuyu, más te vale ser cuidadoso— Dijo el pelinegro antes de salir del cuarto.

— Tú... ¿Vas a regañarme?—Le dije.

Esa tonalidad rojiza que solo el sol podía emitir por mi ventana chocaban con el rostro de Chifuyu, fue cuando por primera vez lo vi llorar.

— Te amo ____— Hablo con su brazo tapando sus ojos llorosos y con su voz entrecortada— Te amo tanto, desde la primera vez que te vi.

Llorando como un niño fue como me confesó sus sentimientos ¿acaso no me veía? Postrada en una cama sin saber que sería de mí en un futuro, o tal vez sin saber si lo tendría.

—Aunque sienta que lo nuestro no sea buena idea, no te atrevas a irte de mi vida— Dijo con una mirada fugaz, sus celestes ojos penetraban los míos, hacía que me sintiera nerviosa y con un nudo en la garganta ¿Así se sentía estar enamorada?

— Por favor, Chifuyu...— Esa fue la única contestación que pude dar.

Chifuyu, mi intensión nunca fue decirte eso, lo que quería decir siempre fue ''Yo también te amo''.

Si tan solo pudiera cambiar mi destino.

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Espero que les este gustando jeje

Aprovechando, estoy preparando un nuevo fic de Baji, ojalá puedan leerlo cuando lo publique uvu