Técnica de Combate [FINALIZADA]

Tercera lección: puntos vulnerables

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Antes de empezar la tercera lección, Bulma tomó una distancia prudente del saiyayin, no estaba dispuesta a permitir que la atrapara de nuevo con la guardia baja. Esta vez, se mantendría atenta para mantener a su discípulo a raya e impedirle cualquier tipo de práctica no autorizada por ella.

Durante la explicación de Bulma, Goku se enteró que las caricias podría usar como una especie de ataque, y que podía derrotar a su oponente si se concentraba en ciertas zonas especiales. Las más vulnerables de todas, eran las que Bulma le estaba señalando en ese momento, Goku siguió con atención las manos de la mujer mientras ella tocaba sus orejas y su cuello, no entendió porque, pero su amiga solo indicó vagamente sus pechos, y después sin hacer ninguna indicación finalizó nombrando a los pezones y al clítoris. Goku no tenía idea de dónde se encontraban este último, pero sonaba importante, así que alzó su mano para preguntar su localización.

- Se encuentra en esta zona -respondió Bulma señalando apenada hacia su entrepierna.

- ¿Dónde exactamente ?, no lo veo -exclamó el guerrero con su ingenuidad de siempre.

Sus palabras sonrojaron a Bulma, Goku tenía una habilidad especial para preguntar barbaridades que la sacaba de quicio.

- Espera un momento, te mostraré un esquema -dijo la mujer antes de abandonar la habitación. Poco después regreso trayendo un libro que mostró a su amigo.

- Parece un botón -concluyó el guerrero después de mirarlo- ¿Y para qué sirve?.

"Bravo Goku, has hecho la pregunta del millón", pensó la mujer, antes de explicarle que se trataba del órgano con el mayor número de terminaciones nerviosas del cuerpo femenino, y que por eso servía como la principal fuente de placer para las mujeres. Bulma podía haber hecho una disertación completa sobre las bondades del clítoris, pero decidió solo dar a su amigo la información que le podía servir, y especialmente la que podía entender.

- Es un botón mágico -respondió aquel como si hubiera tenido la mayor revelación en su vida- ¿Y a las mujeres les gusta que lo toquen? ...

- Es de nuestras cosas preferidas en el mundo -admitió Bulma- Solo toma en cuenta, que cuando lo hagas, debes ser cuidadoso y para nada brusco, no se te vaya ocurrir presionarlo impacientemente como cuando tocas el timbre de mi casa -exclamó recordando los inicios de Yamcha.

- Pero yo nunca tocó el timbre de tu casa -señaló Goku- Siempre llego con la teletransportación.

- Olvida eso que dije ... lo que es importante que aprendas, es que estas zonas vulnerables deben ser acariciadas como te mostré antes.

- Solo me enseñaste a tocar mi antebrazo -respondió el guerrero sumamente confundido.

- Ese movimiento que aprendiste -dijo la científica haciendo acopio de paciencia- Es el mismo que debes repetir en las áreas que te mencioné.

Al ver que Goku no hacía más que dar vueltas en su asiento, sin lograr procesar la información, Bulma no tuvo más remedio que acercarse a él. Se paró frente a su amigo y delicadamente puso sus manos en las orejas del saiyayin. "Pon atención", le dijo mientras comenzaba a acariciarlas, después repitió el mismo proceso en el cuello.

- ¿Te das cuenta ?, es el mismo movimiento en diferentes partes del cuerpo.

La cercanía de la mujer y lo que estaba haciéndole provocó un estímulo demasiado placentero al guerrero. En el momento en que él sintió que ella disminuía el ritmo de sus caricias, entendió que estaba por detenerse, lo que seguramente quería decir que se trataba de su turno, así que, sin preguntarle siquiera, comenzó a recorrer la zona vulnerable que seguía después del cuello. Bulma advirtió el error que había cometido demasiado tarde, cuando las manos del saiyayin ya se puso apoderado de sus pechos, inmediatamente pensó en detenerlo, pero al instante recordó que en realidad, él no lo hacía con malicia, sino que solo veía eso como un aprendizaje que estaba obligado a adquirir. "Solo está practicando, solo eso", se dijo mientras lo dejaba continuar.