PROLÓGO

6.4K 761 666
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝐂𝐋

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝐂𝐋

— La historia trata del nerd que se coge a la novia del capitán de fútbol americano —Lisa estaba resumiendo con sus propias palabras el resumen de un libro que tenía en sus manos—. Y... sorpresa. La chica es la capitana del club de porristas —Miró a Jennie y alzó una ceja al verla rodar las ojos.

— Ugh. —Puso un dedo en su boca e hizo un gesto de asco—. No gracias. Muy cli...

— La historia es de lesbianas.

— Me interesa.

Jennie se acercó y le quito el libro, luego guardó este en su mochila junto a otros de geografía y filosofía para disimular.

Lisa y Jennie habían decidido "robar" algunos libros, de la biblioteca de la universidad, por unas semanas. Lisa no tenía dinero para alquilarlos y Jennie no quería que nadie supiera de los libros que solía leer; la gran mayoría de temática lésbica.

— ¿Dónde diablos encuentro el libro ese?

Una voz hizo que las amigas se escondieran, no es que tuvieran algo que ocultar, pero la sección era el hueco de la biblioteca, donde podías encontrar todo tipo de lecturas. Nadie querría ser visto ahí.

— ¿Crees que con un tratamiento se me quite? —Le preguntó Jaehyun a su novia, la capitana del club de porristas. De su chaqueta sacó un espejo de mano y lo alzó para poder ver bien su cabello.

— Me importa poco que tu cabello haya amanecido con frizz, Jaehyun. ¿Puedes escucharme? —La porrista aceleró al ver el poco intereses de su novio, el vanidoso capitán del equipo de fútbol americano.

Rosé sacó libro por libro del estante, no tenía ni la menor idea de donde estaría el suyo, así que optó por ver las portadas y tener algo de fe en que encontraría el que quería.

Un ruido de fastidio salió de su garganta al no encontrar lo que quería, aunque solo había visto poco más de diez libros.

En eso, dio unos pasos hacia atrás y empezó a señalar libro por libro mientras decía—: De tin marin de do pingüe.

YOU'RE MY PET | CHAELISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora