Chapter 4

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𝐂𝐋

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𝐂𝐋

— ¿Me puedes ayudar en otra cosa? Por favor...

Lisa sintió sus nervios de punta. Quizo quitar su mano, pero en el movimiento, termino rozando la intimidad de la porrista y hacerla reprimir un gemido.

— Así... —Rosé apoyó su frente en el hombro de Lisa y cerró los ojos, sin quitar la fuerza que tenía en su brazo.

El hecho de tener a dos personas ajenas a lo que estaba pasando sobre la cama, hizo a Rosé calentarse de una manera que ni ella se lo imaginaba.

— Yo no quise...

Lisa por pura curiosidad movió un poco su mano, provocando que otro roce hiciera que la piel de la porrista de erizara.

Rosé se inclinó, haciendo que sus labios estuvieran rozando la oreja de su contraria.

— Me pone que podríamos ser descubiertas en cualquier momento —Le susurró.

— Voy a tener problemas si... —Lisa cerró la boca, cuando su mano no era la única que estaba jugando.

— Es una lástima que no pueda ver lo excitada que estas, sin la necesidad de sacarte los pantalones... —La mano de Rosé, ahora estaba rozando la entrepierna de Lisa con total libertad—. ¿Será que tendré que... —Los dedos juguetearon con el dobladillo del pantalón— ¿Será que tendré que averiguarlo a profundidad?

Lisa tuvo que poner un alto. Apenas sintió que Rosé estaba por escabullirse entre sus pantalones, la agarró de la muñeca.

— Me gusta otra persona —Fue lo único que se le ocurrió para intentar detenerla.

— Mm... —Rosé no retrocedió en ningún momento— No soy posesiva y creo que un trío no me vendría nada mal.

— Estas loca. —Quiso zafarse, pero no lo logró después de volverla escuchar.

— ¿Loca? —Rosé soltó una risa nasal—. Ni siquiera te he mostrado de todo lo que soy capaz —Quizo decir, pero todo se mantuvo dentro de su cabeza.

El alma de Lisa se salió de su cuerpo, apenas sintió el peso de su contraria en su regazo. Ambas manos de la porrista, estaban al lado de su rostro marcándola para evitar su huida.

Era poco decir que estaba nerviosa, luego de sentir algo cálido cerca de su vientre. El percatarse que Rosé estaba con falda y que lo único que separaba su intimidad con ella, era una ligera tela, la hizo sentir como si hubiera sido atacada con un arma con choques eléctricos.

— Solo estaba bromeando —Rosé curveó una sutil sonrisa, para a continuación coger la punta de su nariz con el pulgar y el índice—. Tontita. —Movió su nariz, delicadamente, de izquierda a derecha.

YOU'RE MY PET | CHAELISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora