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Ran Haitani veía aún en shock el cuerpo en el piso de su alma gemela. Se veía mucho más pequeño que en las fotos, e incluso podía ver algunos leves golpes y moretones que habían sido ocasionados por la pelea que estaba teniendo.
— Ja, ahora sí nos vamos a veng...—. Decía un tipo de Tenjiku que había sido golpeado en repetidas ocasiones por el Kawata mayor.
— ¡Alejense de el!—. Gritó de repente espantando a las personas que rodeaban el cuerpo del pelinaranja. Golpeó fuertemente al tipo que quería atacar el cuerpo desmayado de Nahoya, alejándolos del lugar.
Con pasos vacilantes, se acercó a Nahoya tomando su muñeca izquierda, queriendo comprobar si ahí estaba su nombre, y efectivamente como tanto se temia, se podía observar en la pálida y delgada muñeca de Nahoya su nombre.
Ran Haitani.
Al caer en cuenta de lo que había hecho entro en pánico. ¡Había golpeado en la cabeza a su alma gemela! Ni siquiera sabía que tan duro había sido el golpe, estaba seguro que se le había pasado un poco la mano por el shock tan grande que recorrió su cuerpo al sentir su muñeca arder muy levemente.
Ya sin los otros miembros de Tenjiku observándolo, trata de sentir el pulso del pelinaranja, aliviandose un poco al todavía sentirlo aún con una frecuencia estable. Se tomó el tiempo de mirar el rostro de su ahora alma gemela.
— Sabía que eras lindo, pero la foto no te hace justicia—. Comentaba el de trenzas mientras se tomaba el atrevimiento de acariciar los sedosos y rizados cabellos de Nahoya, en una especie de trance. Sin darse cuenta de que sus manos se manchaban de la sangre que brotaba de la cabeza del pelinaranja.
Se quedaría a cuidarlo hasta que sintiera la presencia de alguien más, es lo mínimo que podía hacer después de ese golpe.
Sus caricias pararon al escuchar unos pasos apresurados acercarse a su dirección, por lo que se levantó apresuradamente y caminó a paso apresurado hacia la prenumbra, quedándose unos segundos más para comprobar que Nahoya estaba en buenas manos.
Camino hacia el punto de reunión que había acordado con su hermano menor, el cual en ese momento se encontraba recostado en un árbol mientras silbaba viendo hacia la luna. Cuando el menor reparo en la presencia de su hermano, estaba preparado para reclamar por su demora.
— Demonios Ran, te demoraste una eternidad yo creía que...
Fue interrumpido cuando el Haitani mayor aún en estado de shock le soltó la bomba.
— Rindou... Encontré a mi alma gemela... Y la acabo de golpear.
Rindou se acercó rápidamente a su hermano mayor, lo tomo del brazo izquierdo, descubriendo de manera rápida su muñeca. Ahí estaba, el nombre del capitán de la cuarta división.
Nahoya Kawata.
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