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— Realmente son unos completos idiotas.
Hajime Kokonoi los miraba fijamente con los brazos cruzados, obviamente después de haber contado y guardado muy bien en su cartera el pago por la apuesta que había hecho con Rindou, y de la cual había salido victorioso. Con el pago de la apuesta, probablemente le compraría a Inui el par de tacones que había visto en el centro comercial la semana pasada, y los cuales se le verían excelentes a su pareja.
Había sido llamado por Rindou muy temprano, interrumpiendo su bello y hermoso reencuentro con su pareja Inui, al que había dejado (con todo el pesar en su corazón) solo en él lugar en el que vivían juntos. Kokonoi realmente se lamentaba el haberle dado su número de teléfono al menor de los Haitani, ya que desde que este se había enterado de que su alma gemela era Souya Kawata, el mismo al que le había roto el brazo y la pierna en la pelea contra el Tenjiku, y el que después les había dado la paliza de su vida y él y su hermano, se la había pasado lloriqueandole a Kokonoi culpandolo y diciéndole cosas que él le había traído la mala suerte por la apuesta.
— No puedo creer que realmente hayan tratado a sus almas gemelas así ¿No les enseñaron que las almas gemelas se deben cuidar y respetar mutuamente?
— Bueno, en mi defensa no sabía que era mi alma gemela antes de golpearlo—. Se excusó Ran ante la pregunta de Kokonoi. Si hubiera sabido desde antes que Nahoya era su alma gemela, obviamente no lo habría golpeado, ni aunque fuera un mandato del mismo Dios bajado desde el cielo.
— Yo no ví la marca hasta que me quité el guante. Ran dice que cuando obtuvo su marca sintió un ardor en su muñeca, pero yo no sentí nada.
— Según he escuchado la manifestación de la marca de almas gemelas es diferente en cada persona.
Rindou asintió ante la información dicha por Kokonoi, el había estado investigando sobre eso en la noche del día anterior. Realmente no sabía que hubiera hecho si se hubiera enterado en medio de la pelea que la persona que era su alma gemela en ese momento era su rival.
Lo más seguro es que se hubiera negado a golpearle.
— Aún así no puedo creer que realmente los hayan golpeado, es que se los juro, es la forma más bizarra de conocer a tu alma gemela ¿Qué les van a decir a sus papás cuando los presenten y les pregunten cómo se conocieron?—. Comentó Kokonoi casi soltando carcajadas de la irónica situación de sus ex compañeros de pandilla—. "Hola señor y señora Kawata, conocimos a sus hijos cuando los golpeamos y mandamos al hospital, pero no sé preocupe, su hijo Souya nos dió la paliza de nuestra vida, gracias por preguntar"
— ¡Si tanto te quejas de nosotros porque no nos cuentas entonces la perfecta historia de como apareció ti marca cuando conociste a Inupi!
— Si me das 10,000 yenes te cuento.
— ¡Estás loco! ¡Te acabo de pagar los 7,000 yenes que acordamos de la apuesta!
— Quien te manda a apostar, con la suerte que se cargan tu y tu hermano, no me extraña que hayas perdido.
