Parte 4

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Llegar al Quinjet nos ha llevado mas tiempo de lo esperado pues al mismo tiempo nos escondemos de la Habitación Roja, por lo que debemos ser muy cuidadosos.

Cuándo se hace de noche y nos falta poco para llegar, el hambre nos invade a todos y paramos en un pequeño local para comer algo. Mientras Steve y Pietro están ordenando lo que comeremos y en el baño respectivamente, ambas volvemos a quedarnos solas.

Observamos a unos niños jugar, creo que ambas tenemos los mismos recuerdos justo ahora, la casa en Ohio, nuestros tres años mas felices, pero falsos. Cruelmente falsos.

Miro de reojo a la rubia, ella mira su mochila y suspira.

--Ese gas... el neutralizante-- me mira-- Fué sintetizado por una viuda mayor de la generación de Melina-- El nombre de la que una vez fué mi madre me llena de recuerdos  que alejo rapidamente-- Tenía la misión de quitarselo a esa viuda... que logró exponerne al gas-- sus ojos están vidriosos en una manera apenas perceptible-- ella me liberó y la asesiné.

--¿Tuviste elección?-- sin nada mas que decir pregunto aunque ya sé la respuesta.

-- Tu experimentaste un condicionamiento psicológico-- me recuerda para empezar lo que parece una explicación-- Aquí modifican químicamente las funciones cerebrales, son dos cosas completamente distintas. Estas consiente pero no sabes que parte eres tú. Todavía no estoy segura--  estaba en lo sierto al decir que está perdida, como a mi le quitarón tanto, hasta su voluntad.  Eso es lo que hace Dreykov.

Yelena trata de olvidar el tema ante mi silencio y la veo tratando de cambiar la venda que lleva en el brazo. Me acercó a ella y sin decir nada la ayudo, ella me observa, lo se.

--¿Son todas las que hay? -- apuntó con mi vista a los tubos en su mochila.

-- Es lo único que le dará fin a Dreykov y a toda su red de viudas-- es su respuesta-- Recoje más todos los días, niñas que no tienen a nadie que las proteja-- su vista está al frente pero parece perdida en sus pensamientos y continúa hablando-- Al igual que cuándo eramos pequeñas, una de  veinte sobrevive al entrenamiento y se vuelve una viuda-- hace una pequeña pausa-- y desecha a las otras, para el solo somos cosas, armas sin una cara que desecha cuándo se le antoja-- su odio se nota y la entiendo-- Porque nadie lo busca gracias a ti y a Alexei.

-- ¿Alexei?-- pregunto confundida, recordar a mi "papá" tambien me trae sentimientos encontrados pero predomina el rencor.

-- Mhm-- dice ella-- ¿ Nunca buscaste a tus padres? ¿ A los verdaderos?-- pregunta algo me dice que talves ella quiere hacerlo o ya lo hizo, y claro que yo lo intente pero fué decepcionante.

-- Mi mamá me abandonó en la calle como si fuera sólo basura-- contesto como si no me importara. Steve y Pietro se acercan con nuestra comida y unas cervezas que reparten entre todos.

-- Al fin algo de comida-- suspira Pietro como si estuviera muerto de hambre a pesar de pasar todo el camino comiendo golosinas.

--  ¿Es enserio?-- Yel enarca su ceja -- Desde que te conocí no has parado de comer  ¿y sigues con hambre?-- Pietro no se enoja y sonríe.

-- A ver rusita-- se acomoda mejor en su asiento-- Soy mas rápido que todos en todo. Eso implica que mi metabolismo dijiere la comida a una velocidad mayor que la de un humano común. Por eso como tanto-- termina de explicar con un tono egocéntrico.

-- Gracias  por la lección que no necesitaba-- contesta ella con sarcasmo.

-- Es un placer Dragotsenny-- le giña un ojo. Oh no Pietro. Con ella no. Yel rueda los ojos por el adjetivo y la actitud del peliblanco, mientras yo le doy una patada por debajo de la mesa-- ¡Auch!  ¿Y eso porque?-- me pregunta, ni le di tan duro. Mi mirada le da la respuesta: No te acerques a ella.

Dark PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora