Desconocidas Familiares

CAPITULO 8

SARAH

Después de salir de clase quedamos para ir a la fiesta.

Entre en mi vestidor y escogí un vestido negro ajustado que me quedaba de maravilla, ya que se me marcaban todas mis curvas. Me lo puse y fui a mi tocador y me maquille. Cogí una cazadorilla vaquera por si acaso hacia frio, aunque seguramente que no.

Salí al pasillo y me encontré a Rudy saliendo de su habitación. Iba con una camiseta negra y unos vaqueros. Estaba impresionante.

Salimos fuera donde Emma y Leo nos esperaban montados en su coche.

Media hora después llegamos a una inmensa casa junto a la playa. Había muchísima gente por todos lados: en el jardín en las escaleras...en todas partes

La música estaba a tope y se podía oír a más de 1 km de distancia

Bajamos del coche y Emma a mi lado grito:

-¡¡A pasarlo bomba y a emborracharnos!!

Me reí y caminamos hacia la casa. Esta estaba decorada con muchísimas lucecitas, las cuales le daban un aspecto más fiestero. Era como haber entrado en una de esas fiestas que solo se ven en las películas americanas. Era una pasada aunque yo ya estaba acostumbrada a esto. Había montones de barriles de cerveza repartidos por todo el jardín. Me pareció ver a Niall concursando con otro tío a ver quién era capaz de beber más.

Entramos en la casa y esta estaba a reventar. Toda la casa tenía luces de neón y había globos por todas partes. En el salón había parejas en los sofás liándose y gente bailando en la pista con la música que no tenía letra. La gran mayoría ya estaban borrachos

Nos dirigimos a la cocina para beber algo. Cogimos varias cervezas. Leo y Rudy se fueron con unas tías que se encontraron por ahí.

Salimos afuera, hacia la zona de la piscina, y decidimos unirnos a unos chicos que estaban jugando al juego de meter las pelotas de ping-pong en los vasos rojos. A mí no es que se me diera muy bien, así que poco después ya estaba borracha. Charlotte también se unió a jugar pero poco después desapareció junto a un chico moreno. Ya sabíamos lo que esos dos iban a hacer...

En ese momento el DJ puso una canción que me encantaba.

-Tía vamos a bailar-le dije a Em al oído para que me oyera

Las dos nos fuimos a la pista de baile y lo dimos todo. Por el rabillo del ojo vi como una chica se nos quedaba mirando embobada. También vi como Leo no paraba de mirarme.

Seguimos bailando un rato más y me fui a la cocina a por otra cerveza. Estaba muy borracha, casi no me mantenía en pie.

Cuando iba a beber una mano me sujeto, impidiéndome beber

-Creo que deberías parar-me dijo Leo al oído para que le pudiese oír bien

-Y a ti que más te da- le respondí dando un sorbo a mi bebida

Leo me la quito de las manos y la dejo sobre la encimera

-Pero a ti que te pasa-le grite

Leo me cogió en brazos y me saco fuera donde no había tanta gente y se podía hablar sin gritar

-Estas muy borracha-me dijo calmado

-Es una fiesta. Es lo normal-le dije enfadada-¿Ya no estas con la zorra de Jessica?-añadí muerta de celos y de odio

En ese momento me entraron ganas de vomitar, así que me levante corriendo y entre a la casa en busca de un baño. A lo lejos pude oír como Leo me llamaba.

Entre corriendo al primer baño que encontré pero estaba ocupado por una pareja que se estaban liando de una manera asquerosa. Así que tuve que ir al baño de arriba.

Abrí la tapa del váter, me recogí el pelo y lo eché todo. No sé cuánto tiempo estuve vomitando. Después me dirigí a una habitación libre y me tumbe sobre la cama. Me encontraba fatal. Leo tenía razón: me había pasado.

Pasaron unos minutos cuando la puerta de mi habitación se abrió. Era Rudy. Entro y se tumbó en la cama conmigo

-Me ha dicho Leo que estaba muy borracha y que habías subido

Yo emití un sonido

-Hermanita...-comenzó diciendo-Te llevaría a casa pero yo también estoy borracho. Leo te puede llevar. Él es el único que no ha bebido mucho

Yo conteste rápidamente que no. No quería ir con él.

-¿Y a ti quien te llevara?-le pregunte con la esperanza de que cambiase de opinión

-No te preocupes ya encontrare a alguien que me lleve y sino, pues me quedo aquí

-Venga te ayudo a bajar-me dijo segundos después

Yo acepte a regañadientes porque era eso o quedarme aquí sabiendo que mañana había clase.

Los dos bajamos y en la puerta me esperaba Leo. No sé si era por el alcohol pero estaba mucho más guapo que la última vez que le vi.

Volví a mirar dentro de la casa y vi que Emma seguía bailando. Dios ¿cómo podía seguir ahí? Me fije mejor y vi que estaba bailando subida a una mesa de ping-pong. Estaba mas loca que yo. Iba a ir a ayudarla, pero Leo me agarro y me saco fuera.

-¿Vas a dejar a tu hermana aquí?-le pregunte mientras montábamos en el coche

-La he preguntado si quería venir y me ha dicho que no, así que ahí se queda-me dijo el

Sonreí al pensar en lo poco que se parecían a nosotros. Si hubiese sido Rudy, ya estaría saliendo, en casa y dormida.

El trayecto fue silencioso y le note un poco tenso. Decidí romper el hielo

-¿A que a venido tan protección?

-Solo cuido un poco a la mejor amiga de mi hermana, y a mi amiga claro-dijo- Tendrias que haberte visto...-dijo soltando una pequeña carcajada

Le mire con una cara que le hice que parara de sonreir

-Que pasa, ¿Ya no me odias?-pregunte

-Yo no te odio-dijo posando sus azules ojos sobre mi antes de volver a mirar hacia la carretera-Solo que me hiciste daño

-A ¿y tú no?-le dije indignada-Tú fuiste el primero. Me hiciste mucho daño-dije intentando controlar una lagrima que amenazaba con salir

-Oye Sarah, siento lo que paso en verano...Fue un malentendido-dijo intentando controlarse

-Ya...-dije clavando la mirada en la ventanilla-¿Y lo de Jessica? Que ¿eso también fue un malentendido?

-Estaba enfadado contigo y ella apareció ante mí y no pude evitarlo

No volvimos a hablar durante todo el trayecto. Cuando llegamos a mi casa, me baje del coche

-Gracias-le dije en un tono un poco frio

-Nos vemos mañana-me dijo él y acto seguido desapareció en su coche negro

Entre a casa y todo estaba oscuro. Mis padres seguramente estarían ya dormidos.

Entre a mi habitación y lo primero que hice fue meterme en la ducha. Necesitaba despejarme. Cuando salí me metí directamente en la cama y me quede pensando en lo que había pasado en verano y la conversación con Leo en el coche. ¿Por qué la había tenido que fastidiar tanto?

Y pensando en eso me dormí.