LA MUJER DEL MAFIOSO

Capítulo 40

Mañana

Mañana

Mañana

Mañana mismo estaría de vuelta en casa y lo mejor de todo qué era?!

Que le llegaría con la noticia a Jazmín que al regresar sería una mujer comprometida

COMPROMETIDA!

Los grititos y saltos de felicidad no pude reservarlos, en verdad estaba muy feliz

Y es que mirando atrás no sé ni cómo es que cambió mi perspectiva de estar aquí

Creo que eso se debe a la confesión de Klhey hacia mí lo cual me hace sentir mucho más confiada ahora por aceptar que lo quiero y lo mucho que me gusta estar con él

Camisetas, pantalones, shorts, vestidos, maquillaje y zapatos empaqué en mi pequeña maleta, en realidad la mayoría de estas cosas se las llevaba a Jazmín porque como iría a mi casa, ahí tenía yo mis cosas como para usar

Sería una sorpresa, les caería de sorpresa y estaba tan emocionada por ello

Bajé almorzar más animada que nunca, en el desayuno Klhey y yo no le dijimos nada a su familia ya que deciros hacerlo en el almuerzo pero tuvo que salir apresurado a un conteo con Taylor

_Ohhh Martha eso se ve deliciosa —le dije sonriente mientras tomaba asiento

_Muchas gracias hija —me sonrió de la misma manera

_Y la chiquita ya despertó? Eso es lo que pasa por darle tanta libertad a un empleado

Dijo doña Cecilia haciéndome sentir algo apenada, en el desayuno conversamos sobre Pilar y Martha dijo que había llegado como a las 4:30 de la madrugada y le dijimos que la deje despertar tranquila aunque claramente eso no estaba bien

Según me dijo Klhey, hasta Dante se quedó dormido

_No se preocupe señora, ella ya se levantó y está...

_Estoy aquí —caminó apenada hacia nosotros ya con su uniforme y apariencia de siempre — perdonen el despertar a esta hora

_Deberias estar realmente avergonzada —le habla sería Renata— Te dieron permiso y viniste tan tarde descuidando tu obligación

_No volverá a pasar señorita Renata —me miró — Señorita Lisa en verdad estoy muy apenada, no me merezco todo lo que hizo por mí anoche

_No te preocupes hija es normal, aunque definitivamente creo que  sí debiste despertar temprano para trabajar como siempre pero pues ya pasó —le sonreí leve— No te preocupes

_Le prepararé un rico postre Señorita como agradecimiento

Desapareció junto con Martha en la cocina y nos dejó almorzando

_Hará un postre con los ingredientes que compra con nuestro dinero, vaya —bromea Cecilia

_—suspira Renata mirándome — Perdona Lisa, pero espero que no vuelvas a dar tu opinión en algo que implique a la servidumbre

_Y como... Por? —la observé

Estaba tratando de decirme que no debía decir nada?

_Porque eres muy buena hija —sonrió Cecilia— Y aunque no lo creas a veces la servidumbre luego se aprovecha de eso, necesitas voz dura para ellos y tú no la tienes

_Es que eres muy linda —me dijo Renata

Porqué se me hacía raro todo eso

_Es que... Almenos Pilar aún es pequeña y creo que está en todo su derecho de querer disfrutar — murmuré bajito mientras comía

_Pero si quiere disfrutar debería quedarse en su casa entonces no crees?

_Es qué su familia necesita el dinero doña Cecilia, aparte con eso es que ella logra pagarse los estudios, así sus padres ya no tienen esa preocupación

_Bueno mamá, Lisa, ya! Dejemos el tema de la servidumbre a un lado que me da dolor de cabeza —sigue comiendo— Más bien, hablemos de las próximas vacaciones que tendremos mamá! —sonriente

_Vacaciones? —pregunté

_Sí querida, no sé si Klhey te lo dijo pero almenos nosotras dos solemos viajar mucho, hemos estado en varios lugares del mundo y jamás nos aburrimos —sonríe— Pero... Desde la muerte de mi marido Klhey ha tenido que hacerse cargo de los negocios y no ha podido viajar con nosotras ni siquiera una vez, tampoco le insistimos para no molestarlo pero...

_Es que como son... Novios —sigue Renata— Estábamos pensando qué tal vez ahí sí querría viajar

_Conmigo?

_Exacto, contigo, todos. Viajar todos juntos —habla sonriente

_Pues la verdad me gustaría mucho sacarlo de su zona de confort así que no veo porque no —sonreí

Realmente era una buena idea, después de arreglar todo con mis padres iría de viaje familiar

Hasta eso ya y seré su prometida de seguro!

_Verdad que es una buena idea? —vuelve hablar mi futura suegra— A dónde creen que deberíamos ir? Opiniones

_Miami? —nunca había llegado a  ir a Miami

_Miami? —se rieron ambas

Que estúpida!

Ellas habían viajado por tantos lugares en el mundo y yo sugerí precisamente Miami

_—sonreí apenada— Perdón

_Cómo se te ocurre Lisa —sigue riendo doña Cecilia— No sé, dime París, Quebec, pero Miami?!

_Es muy concurrido ya ese lugar —rueda los ojos Renata—

_O es que quieres ir a un lugar que tenga playas y piscinas Lisa?

_Me gusta el calor —le sonreí — Sí me gustaría ir a ese tipo de lugares doña Cecilia

_Bien bien, entonces... Tal vez podríamos ir a Australia —se encoge de hombros— Además Renata, no debemos presionar a Klhey demasiado, así iremos sacándolo poco a poco de viaje y creo que Australia está bien

_Por mí está bien, como sea

_Y... Cuándo sería el viaje? —pregunté

_Hoy mismo puedo hacer las reservaciones de todo

_Para... Cuándo sería eso?

No podía cruzarse con la estadía a Los Ángeles

_Pues podríamos viajar en tres o cuatro días, si le mostramos los pasajes ya comprados a Klhey para todos entonces aceptará normal

_Eh... No podría ser dentro de una semana mejor? —sugerí sonriendo

Serían máximos 5 días solamente en Los Ángeles, no creo que más si quiera

_Cómo porqué? —me miró Renata— Hay algo importante?

_Sí es que... —sonreí— Klhey y yo fuimos invitados por mis padre a Los Ángeles, yo estaré tres días allá y el dos

No podía decirles que recién los conocería, ellas pensaban que ya sabían de él

Pero no sabía decifrar sus expresiones, ambas lucían tal y como la noche en que me conocieron

_Uno Unos días con tu familia dices? —tartamudeo Renata en un murmullo

_Sí, ya mañana viajo yo y él llegará en tres días. Tenemos un... Casamiento... De unos tíos

Sí claro, el único casamiento que habría sería mío

_Per... Permiso —se levanta— necesito orinar

Salió corriendo escaleras arriba y mi vista la siguió hasta que desapareció en la segunda planta

_Doña Cecilia —la miré — Cree que esté bien?

_Está perfecta —sonrió leve— Espero que les vaya muy bien en la fiesta —siguio comiendo

_Yo también espero eso —sonreí

Yo también.