El regreso a casa fue tranquilo, llegamos a comer algo ya que luego Klhey fue a dejarme a mi clase de cosmétologia
No pude estar tan concentrada porque todo el rato idealizaba el cómo sería su reacción cuando esta noche le pidiera que me dejase quedar con mis padres unos días antes de que los conozca
Volvería a verlos, abrazarlos, volvería a estar con Jazz. La felicidad no cabía en mi pecho pero mis nervios estaban a flor de piel si él no quería darme esa oportunidad
Al terminar él mismo me recogió y cuando volvimos a casa mi plan quedó a medias porque doña Cecilia y Renata nos esperaron en la sala y nos invitaron a ver películas
_Klhey, te acuerdas cuando antes hacíamos muy seguido esto? —sonrie— Esos eran buenos tiempos
_Sí me acuerdo —le respondió a la hermana mientras me apegaba a su pecho —
_Quitame los tacones porfavor —me hizo caso, los quitó y me aferré aún más a su pecho
Ya me había dado cuenta yo que a ellas no les gustaba que anduviera descalza, pero estaba cansada, con tacos en la oficina y en cima esta vez no me había cambiado para ir a mi clase de maquillaje
_Señor Klhey —Pilar se hizo presente en la sala en cuánto la película terminó y todos en la sala terminamos prestándole atención — Disculpe, podría hablar con usted?
_Habla hija, que pasó?
_Es que... —juguetea con sus manos— quería saber si podía salir a las 11 de la noche de la casa y... Regresar más al rato
_A las 11? Irás a tu casa?
Claro que no iría a su casa
_Es que...
_Sé clara niña —le habló doña Cecilia
_Es que es cumpleaños de una amiga y esas fiestas comienzan tarde, por eso quería pedirle permiso
_Eres la servidumbre, como se te ocurre pedir permiso para ir de fiesta y tener la libertad llegar a las tantas de la madrugada? —se exaspera mi 'suegra'
_Perdone señora no quise ser grosera, yo estoy muy agradecida por trabajar aquí
_Entonces demuéstralo —la reprendió Renata
_La fiesta será en una casa Pilar? —le pregunté — Es lejos?
_No es muy lejos señora, y sí, será en casa —murmuró
_Entonces no le veo problema en que vayas —miré a Klhey— Y sí vamos a dejarla? Uno de tus guardias puede traerla en la madrugada
_Van a darle la autorización de salir? —se levanta Renata
_Silencio Renata! —la mira— No está en una cárcel y su turno termina a las 10, mañana es Domingo y no le veo problema con que salga. Pero... —vuelve a mirar a Pilar— Si me llegas locamente borracha y me entero que te metiste alguna idiotez te olvidas hasta del trabajo Pilar
_No me gustan esas cosas sensor no se preocupe —habla sonriente—
En verdad me dejará ir?!_Sí —sonreí— Quisieras que te dé algo para ponerte esta noche? —me acerqué a ella— tengo mucha ropa que puedes probarte
_Nono señorita Lisa con el permiso estoy más que agradecida
_Que no hija, anda —miré mi reloj, ya eran las 9:40 — vamos al habitación. Klhey —lo miré— Estaré con Pilar en la habitación de acuerdo? La ayudaré arreglarse
_Sí muñeca
_Esto es increíble! —Renata pasó de nosotras y subió las escaleras apresurada, le di una mirada apenada a Doña Cecilia mientras tomaba mis tacones del suelo y subí junto con Pilar a la habitación
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LA MUJER DEL MAFIOSO
RomansaElla era solo una adolescente tranquila con la típica vida perfecta; no esperaba que el tener una noche loca con sus amigas la llevaría a ser la perdición del mafioso que la consideraría suya solo con verla.