Capitulo 6

89 12 0
                                    



MARK

La película estaba a punto de terminar, y por consecuente mi felicidad porque me había dado cuenta de que había dejado de llover. Lo que significaba que mi minion se iba a marchar.

Tienes que alargar esto.

Estoy de acuerdo. Vale, tengo que conseguir que se quede a dormir sin parecer un acosador. ¿Como hago eso?

Si quitamos el secuestro como opción, se me acaban las opciones.

Idiota. Tengo que conseguir una buena excusa. ¿Por qué no podía nevar? Venga ya, estábamos en Londres, no es mucho pedir. Me vi interrumpido por esa vocecita que tanto me gustaba y volví a la Tierra.

—Oye Mark, creo que me tengo que ir—dijo alejándose un poco de mi, por lo cual yo me tuve que recomponer de nuevo. Joder me gustaban sus abrazos. Eran cálidos.

—¿Ya?—no por favor.

—Supongo—pero no se la veía muy convencida.

—Está bien, pero aquí tienes mi número—le tendí un papel, que ya tenía preparado je, je, je—ya sabes... por si quieres hablar y eso. De todas formas pasaré un tiempo aquí, en Londres.

—¿No vives aquí?—quiso saber.

—En realidad no vivo en ningún sitio, voy viajando, pero tengo este piso aquí—le expliqué.

—¿Y porqué tienes este piso aquí?

—Porque Londres es muy ciudad favorita—en parte, era verdad—¿Y que hay de ti, minion? ¿Vives aquí?—volví a sonreír.

—No, yo vivo en Barcelona—no me jodas.

¿Por qué tenía que ser en Barcelona? ¿Por qué allí?
No me lo podía creer. Con lo grande que era España, tenía que ser el Barcelona.

El Karma, Grey.

No es el maldito momento de hacer bromas, querida conciencia.

Eres muy aburrido.

Que te den.

—Pues que bien—ironicé—pero bueno, puedo hacer una visita por allí.

Frunció un poco el ceño y me miro como si estuviese loco.

—Espera... ¿Irías a Barcelona solo por verme?—Ah, ¿no lo tenía asumido ya? Pues que se fuese acostumbrando.

—Pues claro—y tan claro.

Eso, eso.

Ah.

Creo que no le habían demostrado demasiado cariño a mi Minion.

Peeero ya estaba yo aquí para eso.

Encantado.

Me levanté y le ofrecí mi mano. Me sorprendió que la aceptara sin dudar.

Hay esperanza, Grey.

Deja de llamarme por mi apellido o me corto la cabeza.

Pero si es muy bonito

No te aguanto.

Acompañe a Isabella a la puerta algo triste. Quería que se quedara. Pero no quería darle una mala impresión. Espera. ¿Cuanto tiempo iba a estar aquí? Dependiendo de eso la secuestraría o aparentaría ser una persona normal.

—Oye, Isabella—me miró—¿Cuánto tiempo vas a estar aquí?

—Unos días, ¿por?—se separó de mi. Yo aproveché, ya que estábamos en la calle, para sacar el paquete de tabaco.

—¿Fumas?—puso una mueca de asco.

¿Porqué no te metes el paquete donde te quepa y dejas de cagarla, Grey?

Calla. Aún que tengas razón, pero calla.

—Ehm... si—no quería le dar una mala impresión.

—No deberías—murmuró mirando hacia otro lado.

Creo que eso de él tabaco no era una tontería para ella.

Muy mal,  ¿eh? Fatal.

Opté por lo mejor que podía hacer: tirar el cigarro,
Cuando se dio cuenta me miró y me dijo:

Oye, ya eres mayor no hacía fal... —se callo cuando le tapé la boca con una mano.

Me acerqué a su oído.

—Good night, minion.—Y me fui.

Dime que me quieresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora