Wei Ying.

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Me concentre más en los pensamientos y sentimientos de Xie Lian y Hua Cheng ante Wei Ying. Gracias por leer este pequeño Au. Los quiero 🤧espero que disfruten de como están bobos. Pero son de los tipos de bobos adorables.

Xie Lian sonrió suavemente mirando a Hua Cheng cargar a Wei Ying como cualquier cosita. Siente la risita subir por sus labios antes de poder detenerla. Su pequeño Tiny había sido descubierto intentando obtener la salsa de chiles. Hua Cheng lo tenia agarrado de la sudadera como sí no pesará nada, aunque era claro que no lo hacia.

—¡Exijo un abogado!—agitó sus pequeños brazos con enojo mientras hacia pucheros con sus labios brillantes.

Hua Cheng comenzó a reír cuando consiguió qué él pequeño Tiny se quejara aún más fuerte, con grandes ojos de cierva mirándolos.

—Es demasiado aceite de chile—regaño suavemente Xie Lian admirando como sus almas gemelas podrían ser tan infantiles.

Hua cheng negó suavemente, antes de dejar ir al pobre A-Ying qué infló las mejillas, se cruzo de brazos y se negó a mirar hacia cualquiera de los dos. Lo habían exhibido en redes sociales.
Podía escuchar la risa adorable de XieXie subiendo rápidamente, no pudo resistirse. No cuando XieXie lo cargaría suavemente antes de sonreír tan dulce como solo él sabia y asegurar que cuando estuviera mejor es que podría volver a comer toda la especia qué él quisiera. Pero hoy fue sorprendido, no fue Xie Lian qué lo cargo suavemente con una sonrisa tan amorosa. Fue Hua Cheng qué lo tomo entre sus manos y acaricio sus mejillas.

—A-Ying sabes que es por tu bien—murmuro con esa voz tan profunda u masculina qué haría al pobre Tiny sonrojarse hasta la muerte.

—Lo siento—agacho la mirada mientras jugaba con sus zapatos. Le recordaba cuando Lan Zhan le gritaba por ser tan ruidoso, solo que esto era más suave—yo no quería causar problemas.

—No eres ningún problema—aseguró él hombre del parche con la sonrisa divertida—solo nos preocupa que te haga mal.

Eso ánimo a Wei Ying. Recordaba que mucha gente lo llamo ruidoso, escandaloso, Lan Zhan solo usar el termino patético. Pero Hua Cheng no lo regaño por eso, lo regaño por su salud.

—A-Ying promete comer especias hasta que este mejor—alzó sus tres dedos hacia el frente con una sonrisa luminosa.

Xie Lian comenzó a reír abiertamente, cuando el sonrojo de Hua Cheng subió a sus mejillas y aparto la mirada. Disfrutaría hacer enojar a su alma gemela con el video de como podría ser controlado por un pequeño Tiny. Hua cheng lo miro antes de hacer el acto más maduro de todos, le saco la lengua.

Fue lindo, realmente adorable. Wei Ying había encontrado el ritmo de su vida realmente interesante. Con HuaHua siendo un fotógrafo profesional y con él como modelo era más sencillo. Hasta divertido como él pequeño Tiny correría de un lado a otro mirando la ropa, se agitaría y con ojos grises llenos de ilusión pediría probarse algunos trajes.

—¿Pero bueno, solo con eso lo dejarás escapar?—bromeó ganándose de igual manera ojos grises abiertos lo más que podían, con la mirada de un cachorro perdido—bien, parece que así será.

El tampoco pudo resistirse a los grandes ojos plateados, que parecían a punto del llanto. Aunque sabia que todo era un montaje, su corazón no le permitió negarse. No cuando luego les sonrió tan abiertamente y se rió con dulzura, como sí hubiera ganado el mejor premio del mundo.

Xie Lian logro terminar de almorzar solo escuchando las palabras de Wei Ying se fondo, quien hablaba con la boca llena antes de ser llamado suavemente para que tragara y luego hablara. Al principio había sido extraño el hecho de tener que acostumbrarse a tener un alma gemela más, tener que escuchar al pequeño gritar, brincar y soltarse a reír cuando E-Ming se acercaba a llenarlo de besos húmedos, extrañamente en el gato más arisco qué ambos habían conocido. Y en especial qué Ruoye decidiera qué A-Ying era su nueva persona favorita para seguir por toda la casa. Como sí el pequeño Tiny no lo tomará como uso personal para trasladarlo de un lugar a otro. Ambos gatos habían encontrado qué definitivamente Wei Ying les gustaba más que sus dueños. Ya qué ambos lo buscarían por todos lados para dormir acurrucados una siesta. Antes de llenarlo de besos húmedos.

Alma gemela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora