Enojo.

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Nota: Wei Ying y Lan Zhan no serían primos. Nel, no son. Wei Ying ya había nacido cuando sus padres encontraron a Lan Qiren. Porque por cosas de la vida nunca se habían reunido. Cuando lo conocieron Wei Ying ya tenía 4 años.

Todo el mundo conocía a la perfección a Wei Ying. Claramente, todos conocían lo amables qué eran sus padres, lo dulce y divertida qué era su madre, como su papá pasaría el tiempo en silencio pero aún así se reiría con su esposa. Y en especial todos conocían al segundo padre del chico, demasiado serio, casi inexistente sí lo podías llamar de esa forma. Claro, sí no eras del grupo selecto qué conocía al tercer padre, que era francamente aterrador.

Entonces la mayoría de las personas se dejaron llevar pensando que él chico de cabello negro era parecido a su madre en cuanto actitud y a su padre en apariencia. Pero habían algunos pocos, un grupo selecto qué podía jurar qué Wei Ying era aterrador. Nie Huaisang ocultaría su rostro detrás de su abanico, Wen Ning apartará la mirada, Wen Qing solo daría una sonrisa antes de que mirara a Jiang Cheng quien temblaría de pies a cabeza.
Porque era aterrador, era lo peor que podías conseguir. Wei Ying tenía la actitud de su madre, la apariencia de su papá pero la horrible personalidad de su padre. Por eso la mayoría de personas lo evitarían, por eso a ningún amigo se le hizo extraño qué durante la secundaria amenazara a Wen Chao con meterle su flauta por el trasero sí seguía metiéndose con él.

—¿Le dijiste a tu padre?—la voz de Jiang Cheng saco de su charla a la mayoría. Menos a A-Ying qué le prometía a Xie Lian cocinarles comida como a él le gustaba.

El ambiente se congeló, las risas se detuvieron. Xie Lian y Hua Cheng parpadearon desconcertados ante la falta de risas. De hecho, que la mayoría de personas se les quedarán viendo también fue extraño, y lo fue más cuando miraron el rostro de su alma gemela.
Esos labios rojizos ahora formaban una línea recta, los ojos siembre brillantes de color plata ahora estaban carentes de brillo. Sin olvidar qué dejo de mover sus brazos y miro hacia su hermano de corazón con la frialdad reluciente en su aura.

—¿A mi A-Die?—pregunto con la voz más inexpresiva de todas.

Todos se congelaron en su lugar, Jiang Yanli sonrió nerviosa. Ciertamente nadie sabía que la actitud de A-Ying nacía de la del tío Lan Qiren, quien normalmente se vería serio, directo y estricto.
Pero que tenia un corazón blando y un enojo tan aterrador. Qué cuando hablaba sentías qué las piernas se te doblanban del poder qué demostraba.

—Sí, al tío Lan—Jiang Cheng rezo, le rogó a Dianxia porque su hermano no explotará—ya sabes, es él único que está aquí.

El silencio se prolongó por unos angustiantes treinta segundos, antes de que entre cerrará los ojos, inclinando la cabeza.

—¿Lo preguntas por qué no quieres que Lan Xichen se vea involucrado?—recitó sin ira, pero todos sabían que esa era la peor reacción de todas.

—No, A-Ying—negó varias veces usando el apodo de su hermano—lo pregunto para saber sí se enojaría por golpear a su sobrino—susurro por lo bajo—A-Chen dijo que no interferiría sí quisiera romper las piernas de su hermano.

El rostro de Wei Ying se relajo antes de dejar salir una pequeña risa dulce qué aturdio hasta sus Tinys. Pero la seriedad no desapareció como tampoco lo hizo el enojo.

—Lo sabe—aparto la mirada para concentrarse en ver su comida—Realmente no quería decir nada para que no se enojar. Pero me enteré que A-Chen le dijo—frunció el ceño aún más—me llamo, le dijo a mi A-Niang y baba—un pequeño suspiro salio de sus labios—me dijo que podía quedarme con él, aunque normalmente duerme en casa, ya saben—señaló jugando con su comida—A-Niang y baba estaban tan felices de saber que él realmente no estaba molesto, ni apoyando a él segundo Lan, si no todo lo contrario.

Alma gemela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora