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Jay estaba seguro de una sola cosa en su vida.

Amaba a Jungwon.

Yang Jungwon era la estrella más brillante de su universo, desde que eran niños hasta ahora, a los diecisiete años, sentados en una mesa redonda de la biblioteca estudiando para sus N.E.W.T.s. al mismo tiempo que se preparaban para su graduación.

Jay miró al chico castaño, encorvado sobre su libro de pociones y tomando notas extensas, su nariz estaba prácticamente tocando las páginas. Jay también tenía un libro frente a él, pero no le prestaba atención, prefería mirar a su novio.

En realidad Jay no necesitaba estudiar, ya lo habían reclutado como miembro de Las Salamandras de Seúl, el equipo de Quidditch de Corea. Estaba tomando los exámenes N.E.W.T.s. solo por la calificación de Herbología, pues estaba seguro de que era lo único que aprobaría, así tendría un Plan B por si acaso.

Además, únicamente le interesaba pasar tiempo con Jungwon.

A pesar de ser algo así como un "chico malo", a Jungwon le apasionaba su futuro. Quería dedicarse a la investigación de pociones, y Jay no pudo evitar pensar que era increíble, sabía que Jungwon era lo suficientemente inteligente como para dedicarse a lo que sea que deseara, y su forma de apoyarlo era estudiar con él cuando Jungwon se lo pidiera.

—Park, deja de mirarme—, murmuró, Jay sonrió.

—Lo siento, te ves realmente lindo cuando estás estudiando.

Jungwon soltó una burla, haciendo una pausa en su escritura para mirar a Jay con una ceja levantada, al ver al otro chico sonreírle, solo logró enrojecer su rostro. Rápidamente volvió a sus notas.

—Deberías estar estudiando—, dijo casualmente.

—Estoy estudiando—, respondió Jay.

—Ni siquiera estás mirando tu libro.

Jay sonrió, acercándose al otro para susurrarle al oído, —Estoy estudiando Yanglogía—, dijo antes de inclinarse rápidamente hacia atrás para evitar el manotazo entrante de Jungwon. El Slytherin golpeó suavemente su brazo, pero valió la pena ver sus mejillas rojas y sus ojos brillantes.

—Te odio.

—Bueno, eso es un problema, ya que yo te amo.

Bingo. Jay prácticamente podía ver el vapor flotando fuera de los oídos de Jungwon. El castaño cerró su libro de golpe, tomando todos sus materiales en sus brazos antes de alejarse, dejando a un Jay que se reía a carcajadas para después recoger todas sus cosas y correr tras él.

Con cada día que pasaba, Jay apenas podía creer que habían estado saliendo durante más de un año. Su sexto año en Hogwarts fue duro, complicado, agobiante, Jay tomó decisiones estúpidas, Jungwon tomó decisiones estúpidas. Pero al final todo salió bien.

A veces Jay temía despertar un día y descubrir que todo había sido un sueño, que entraría al Gran Comedor y vería a Jungwon envuelto en los brazos de Heeseung en lugar de los suyos.

No tenía ningún resentimiento hacia Heeseung, todo lo que el mayor hizo fue amar a Jungwon, y en opinión de Jay, era imposible no amar a Jungwon. Además, eso es cosa del pasado. Heeseung y Sunoo comenzaron a salir recientemente, a pesar de que Heeseung se graduó y comenzó a trabajar en el Ministerio de Magia, aún encontraban la forma de verse seguido.

Y Jungwon era suyo. No más bromas para llamar su atención, no más peleas sin sentido, no más citas falsas.

Decir que sus padres estaban eufóricos cuando volvieron a casa de la mano sería quedarse corto. Resulta que han estado planeando su boda desde que eran bebés, para el desdén de Jungwon.

bad blood ೃ jaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora