Harry regresó al departamento alrededor de las dos de la tarde, a diferencia de los otros días en los que llegaba entrada la noche o simplemente no podía volver del trabajo debido al gran número de pendientes que había recibido en el momento en que decidieron darle un mejor puesto con un mejor sueldo.
No podía quejarse por tener que sacrificarse de esa forma al tener que trabajar de más, tarde o temprano recogería los frutos de lo que ha estado cultivando.
Cuando se fue el día anterior no pudo evitar sentirse preocupado de sobremanera ante el extraño comportamiento de Louis, el omega con el que decidió formar una familia ahora estaba teniendo extrañas conductas de las que no tenía ni idea, claro, el alfa sabe que tiene en parte la culpa de que su omega la esté pasando mal, pero no puede hacer nada para arreglarlo.
El día anterior cuando recibió la llamada de su jefe para decirle que le necesitaban en la oficina con urgencia se sintió patéticamente frustrado, el motivo de todas sus decisiones de vida acababa de tener un ataque de pánico, no podía dejarlo solo nada más porque le necesitaban en el trabajo. Discutió con su jefe algunos de los términos de su contrato y terminó convenciéndolo de ir.
Como creyó que el omega estaba muy cansado y durmiendo tranquilamente, prefirió no molestar o perturbar su sueño. Simplemente tomó el abrigo de su traje y se encamino a la puerta que sin querer fue cerrada con un poco más de fuerza por la frustración que sentía.
No dejaba de pensar en todo el tiempo que había pasado sin tener a Louis entre sus brazos, su alfa estaba gustoso de poder oler a Louis en sus prendas, siempre había estado encantado con el dulce olor del omega, pero había algo extraño, algo diferente que lograba hacer que el olor del omega estuviese en constante cambio.
Por momentos el olor era dulce hasta el punto de empalagar, un ligero tono de durazno se podía captar entre el característico olor a mandarinas con chocolate de Louis, en otros momentos el olor se volvía amargo y desagradable como si repentinamente el omega estuviera teniendo emociones negativas.
Estaba claro que por culpa del trabajo cada vez estaba alejándose más de su persona especial, en el momento en el que se comprometieron ambos estuvieron conscientes de que no todo iba a ser bonito y dulce, se hicieron la promesa de que estarían juntos sin importar la magnitud de los problemas, juntos lo resolverían como la pareja que son.
El alfa entró al departamento con su ya característico cansancio pintado en las facciones y el cabello desordenado, esperaba encontrar al omega en la sala de estar como aquella noche en que lo encontró pintando un retrato de Zayn, inconscientemente volvió a gruñir como esa vez, apareció en su mente la imagen del castaño moviendo las caderas sensualmente, sonrió y se dirigió a la habitación.
Normalmente Louis salía de su trabajo a la una de la tarde, le pareció realmente extraño tampoco encontrarlo en la habitación, el omega no tardaba más de media hora en llegar del trabajo, estaba comenzando a preocuparse cuando se dio cuenta de que el olor del castaño era tenue en la sala y en la cocina, pero no había nada de su exquisito olor en la habitación.
Olfateo con mayor intensidad mientras se sentaba sobre la cómoda cama que escogieron juntos, no pudo percibir nada. Esto ya estaba preocupándole más de lo normal, el día anterior había dejado a Louis durmiendo en ese mismo lugar entre las mantas y almohadas. El olor no debería de ser tan fuerte, pero debía oler, la cama siempre olía a Louis, en todo momento y sentía la necesidad de preguntarle por qué no había rastros de su olor en el lugar.
Con frustración y desconcierto se dirigió a la cocina, buscó en el refrigerador algunos ingredientes para hacer comida, pero parecía que nadie había hecho las compras desde hace meses, las pocas cosas que habían tenían aspecto y olor desagradable, no le llevó mucho tiempo estar de camino al súper mercado que había dos cuadras más delante de su edificio.
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The end of the story || L.S
FanfictionPuede que Louis haya planeado a fondo como podría ser una vida al lado del alfa de sus sueños, formar una familia, adoptar un perro y dedicarse a hacer arte en un hermoso estudio decorado por el mismo en su nuevo hogar. No se había atrevido a nada m...