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Ni siquiera habían estado separados por mucho tiempo. Wonho estuvo yendo por él hasta que su día de descanso pasó nuevamente, entonces lo llevó a elegir un auto, le dio sus recomendaciones, fue con él a dar una vuelta, e incluso lo manejo. Al final del día, ambos fueron a casa de Wonho. Aún así, decidieron no entrar, sólo se quedaron afuera, como la última vez, sentados en las escaleras.

—Ahora que debo cuidarte desde lejos, propongo vernos los jueves.

—No soy un niño pequeño para ser cuidado. — Hyungwon soltó una risa y negó. —Es mi único día de descanso y aún así, ¿quieres arruinarlo haciéndome pasar tiempo contigo?

—¡Oye, respeta a tus mayores! — Wonho golpeó el hombro contrario y quedó mirándolo.

—Está bien, a mí me parece correcto. Al menos ahora es soportarte un día en lugar de todos. — El más alto asintió con su mirada pegada a sus dedos que jugaban con un papel. — Mañana creo que saldré hasta las dos.

—Deberías mostrarme más de tu trabajo.

—Solo soy barista.

—Se escucha genial, cuantas cosas debes de saber preparar.

—Pues mira... — Hyungwon contaba con sus dedos algunas cosas, sinceramente Wonho ni siquiera sabía de qué hablaba. A veces, Hyungwon soltaba risas y luego negaba, parecía entretenido al contar sobre lo que hacía. — Ciertamente, mis especialidades son el Chai y la malteada.

—Interesante, debería probar la malteada ahora.

—Casi no se vende en estos tiempos, sigue frío.

—No, habló de ahora, deberíamos entrar y hacer unas. — Hyungwon encontró la mirada del otro y entrecerró sus ojos.

—¿De verdad? — Wonho asintió. — Bien, hagámoslo.

Al entrar, Hyungwon le hacía una lista mental a Wonho de lo que necesitaban. Tenía casi todo, incluso se ofreció a enseñarle algunas otras bebidas.
Cuando terminaron la primera malteada, recordaron que Kihyun estaba arriba, así que le llamaron para ofrecerla. Cuando esté bajo la obvia sorpresa beneficiosa fue dada.

—Hyungwon, hola, no supe que estabas tú también.

—Hola, Ki, hacíamos malteadas. ¿Quieres una? — Hyungwon señaló la primera hecha y el más bajito asintió.

—¿Las hiciste tú? — Kihyun se acercó a la barra y tomó la malteada. Hyungwon asintió sonriendo, y entonces Kihyun también sonrió y tomó un sorbo. Para ese momento, la sonrisa de Wonho había desaparecido. — Está riquísima, si que eres bueno para tu trabajo, iré a visitarte luego.

—Te esperaré, procura llevar a los demás. — Kihyun asintió y tomó otro sorbo para después hacer un gesto como si fuera un sabor glorioso.

—Supongo que sabe como cualquier malteada, esa la había hecho Hyungwon para mí, así que deberías compartirme.

—No, hazte la tuya. — Kihyun se quejó y volvió a subir hacia su cuarto. Una risa detrás de él se escuchó, así que volteó encontrándose con Hyungwon.

—Dios, te haré otra.

—No, enséñame mejor otra cosa, y esa me la das a mí. — Hyungwon cambió su expresión mientras pensaba, haciendo de su boca una de pato. — Un café helado, eso quiero.

—¿Un café helado? ¿De verdad? No, mejor un... latte de vainilla, creo qué hay todo. Es tan sencillo como hacer un café, mira... —Hyungwon se encargaba de enseñarle como preparar diferentes bebidas de la cafetería mientras Wonho observaba. Aunque su mente estaba en otro lado. Era un estúpido. Se estaba comenzando a sentir más que bien en compañía de su amigo. Su amigo que no es gay, cosa que hacía que sus oportunidades bajaran aún más. Incluso, parecía haberlo... ¿celado por Kihyun? Santo cielo.

—Hyungwon, ¿haz dormido bien? — Hyungwon se detuvo de lo que estaba haciendo y asintió un poco. — Es algo tarde, ¿a que hora entras mañana? — El menor entrecerró sus ojos, y se recargó en una pierna.

—¿Me estás corriendo?

—Claro que no, sabes que me gusta pasar tiempo contigo... amigo. — Wonho le dio contra el hombro con su puño.

—Raro. Bueno, igual creo que si debería irme ya, es algo tarde. Terminaré de hacerte esto, y lavaremos los trastes.

—¡No! Yo los lavo, no te preocupes.

—Creo que tienes urgencia para que me vaya.

—Solo no quiero que venga Kihyun a molestarte. — Hyungwon resopló y reanudó la bebida.

—Kihyun no me molesta, me agrada.

—Ah, menos mal. — Wonho soltó una risa, necesitaba urgentemente cambiar de tema y evitar hacerlo más incómodo, al menos para él. — Te he visto diferente, más brillante, hablo de que, estás más feliz.

—Oh, gracias. Me haz ayudado mucho.

—Creo que haz sido más tu que yo. —Hyungwon miró hacia el mayor y sonrió. — Si, digo, te di un pequeño empujón, pero lo demás, lo haz hecho tú. ¡Ah por cierto! — Wonho salió de la cocina y al rato volvió con un pequeño bote que conocía bien. — Te lo devuelvo, por favor, no hagas mal uso de ellas, te lo pido. — El mayor tomó la mano del más alto y en ella puso el bote para luego cerrarla. Hyungwon quedó estático unos segundos mientras veía a Wonho hacerlo, y entonces alejó su mano.

—Gracias, no lo haré. Uhm, creo que si deberías lavarlos tu, mañana tengo que ir desde las siete a la escuela. ¿Te importa servirte tu también el latte? — Wonho negó y Hyungwon asintió yéndose a lavar sus manos. — Bueno, gracias, nos vemos ma... el otro jueves.

Hyungwon seco sus manos con rapidez y entonces se despidió de mano saliendo de la casa.

THURSDAY (2WON / HYUNGWONHO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora