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Había llegado tarde. Se había quedado hablando de tantas cosas con Hana, que incluso sabía a donde se iba, su mamá, y viceversa, sólo que Hana, no iba a irse. Cuando Hana supo que Hyungwon estaba pasando por momentos difíciles, lo abrazó tan fuerte que incluso el mayor sentía que un poco de tristeza había sido drenada. La quería tanto.

Cuando cruzo por la puerta, su padre lo esperaba sentado en la sala, con su celular en mano, pero en cuanto lo vio, lo bajo.

—¿No ves la hora que es?

—Si la veo. — Hyungwon dejó sus llaves sobre una mesita y comenzó a caminar.

—No me des la espalda, ¿dónde estabas?

—Te dije que con mis amigos.

—El auto de Minhyuk llegó hace un poco más de media hora, podía decir que incluso una hora.

—¿Ahora también espías a nuestros vecinos? Estaba con Hana, fuimos a cenar antes de llevarla a su casa.

—Al menos era ella.

—Ya basta con tus mierdas homofóbicas papá, voy a vivir contigo por medio año, acostúmbrate a lo que es tu hijo.

—No me hables de esa forma, despertarás a tu mamá.

—Ni siquiera mi mamá cuida mis horarios. — Hyungwon volvió a caminar a dirección de las escaleras.

—Pues por eso vas conmigo, yo si pondré mano dura contigo. — Por una vez más, Hyungwon dio media vuelta y apretó su mandíbula.

—Mi mamá no falló conmigo, papá, ¿por qué te aferras a culparla? Déjanos en paz, no pienso discutir contigo de nuevo.

Hyungwon subió las escaleras y fue directo a su cuarto cerrando su puerta. Necesitaba dormir al menos 12 horas.

🐢

Al día siguiente, quería hacer enojar a su papá, por alguna razón tenía tantas ganas de hacerlo, que invito a Hana a comer. Quizás muchos pensarían que para nada le iba a molestar a su papá que llevara una chica, pero la cara que hizo al verla y saber que era Hana, fue legendaria.
La hora de la comida fue incómoda solo para sus papás, pero para ellos fue risa y anécdotas.

—Estuvo delicioso todo, señora.

—Ah, dime Eun, y me alegro. Bueno, yo tengo que ir a trabajar pero se quedan en su casa, y con tu papá, Hyungwon. — Hyungwon asintió.

—Iremos a mi habitación.

—Quiero esa puerta abierta, Chae.

—Si hiciéramos algo de todas maneras escucharías papá. — Hana golpeó ligeramente la pierna del más alto. — Claro que va a estar abierta. Mamá ten cuidado, nos vemos.

Los dos jóvenes se pusieron de pie, por parte de Hana hubo reverencia para cada señor y por Hyungwon solo hubo una pequeña para ambos. Subieron las escaleras hasta llegar a la habitación de Hyungwon, en donde Hana se sentó en la cama recargándose sobre sus dos brazos.

—¿Por qué no te llevas bien con... — Hana miró hacia la puerta y luego susurro. — tu papá? — Hyungwon resopló y se sentó junto a ella, recostando su cabeza sobre las piernas de la chica.

—Por diferentes cosas.

—¿Y como te sientes ahora?

—Como siempre. — La mano de Hana peinó algunos cabellitos de la frente del mayor y soltó una risita.

—Hyungwon...

—¿Mh?

—Quizás, necesitas... — Hana volvió a acariciar el cabello y se encorvó un poco. — Una distracción. — El mayor abrió sus ojos topándose con los de Hana, entonces se sentó completamente.
Sus miradas estaban conectadas y sus respiraciones comenzaban a ser irregulares, y entonces no se detuvieron más. Sus labios se juntaron, una de las manos de Hyungwon fue llevada hasta una de las mejillas de Hana mientras las manos de Hana estaban fuertemente aferradas a su playera.
Sus bocas se conocían a la perfección, sabían como danzar y que resultara gratificante para ambos. Cuando la mano de Hyungwon comenzó a bajar un poco más, cayó en cuenta de lo que estaba haciendo, y rompió el beso.

—Hana, no puedo hacerlo. Lo siento, perdóname, no puedo. — La chica sonrió, asintió y lo acunó entre sus brazos formando un abrazo mientras acariciaba su espalda.

—No importa, Wonnie, ya ni siquiera me gustas. — Hyungwon soltó una risita y abrazó a Hana pasando sus brazos por la cintura.

🐢

Cuando Hana se fue, para Hyungwon fue como volver al pozo del que intentaba salir. Se sentía solo, sin apoyo, sentía que realmente no era muy bueno para muchas cosas, y eso lo hacía un inútil. Además, teniendo las actitudes que había estado teniendo, lo hacía sentirse como si sólo le estorbara a su madre.
Su padre le volvió a recordar que prefería verlo con Hana en lugar de con un chico cuando ella se fue.
Quería llorar, se sentía terrible, o es más, no sentía nada, no podía sentir nada más. Estaba tirado sobre su cama sin ganas de nada más, solo dejar de sentirse miserable. Un golpe punzante en su pecho lo sacó de órbita, sentía una crisis envolverlo. Hace mucho que no le ocurría, y ahora estaba temiendo por eso. Las lágrimas comenzaron a salir, su respiración comenzó a alocarse, no sabía que hacer.
Busco sus pastillas con urgencia y tomó una, pero su desesperación lo estaba ahogando así que tomó otras tres, quizás terminando el trabajo que Wonho jamás dejó terminar, se calmaría. Su alma estaría en paz. Inhalaba y exhalaba pero no había cambios.
Comenzaba a calmarse después de un par de minutos, cuando entendido el error que había cometido. Tomó cuatro pastillas. La idea de morir ahora se había desvanecido, solo había sido causa de la alucinación por el ataque de ansiedad. Tomó su celular y al parecer el efecto de las pastillas apareció, pues sus manos comenzaron a temblar. Sus piernas comenzaron a falsearse, la respiración volvió a ser constante al punto de llegar a faltarle. Marco el primer número que estaba en sus recientes.

—Hola, Won.

—Ayúdame, por favor, no quiero morir.

THURSDAY (2WON / HYUNGWONHO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora